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economía - DOMINGO, 12 DE OCTUBRE DE 2008


Abraham Gabari. reduan.

CASO SUBCONTRATAS TRACOBE Y CABED
 

Batacazo del cielo al infierno

La desesperación cunde ante la falta de soluciones para los 11 empresarios
afectados por el infortunio de la presunta estafa de las subcontratas Cabed y Tracobe
a las que han llevado ya a la vía penal
 

CEUTA
David F. Pascual

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Un batacazo del cielo hasta el infierno. Es básicamente la sensación experimentada por muchos de los once afectados por la presunta estafa de las subcontratas Tracobe y Cabed en las obras de la nueva sede del INSS en Otero. Abraham Gabari, representante de Gabay Instalaciones Eléctricas, tiene sobre sí una carga que le impide disfrutar de la vida: un agujero de 180.000 euros (30 millones de pesetas), la deuda contraída por las subcontratas de Antonio Benítez. “Para mí esta situación es un puro amargamiento. Estoy sin dormir, tomando pastillas y con los nervios desquiciados”, aseguró. Resulta irónico que la alegría que para Gabay resultó entrar en un proyecto respaldado por Ferrovial se haya tornado en dolor al descubrirse la trama propiciada por las subcontratas Tracobe y Cabed.

Este empresario es la clave. El propio Benítez se presentó ante cada una de las once empresas en nombre de Ferrovial. Una a una las fue contratando. El respaldo de la multinacional ejerció de bálsamo calmante e hizo olvidar a las corporaciones ceutíes que se embarcaban en una aventura como sub-subcontratadas. Aunque fue Cabed la que contrató a las empresas, Ferrovial siempre estuvo presente y al tanto, según Gabari. “El letrero que estaba puesto en la obra del INSS era de Ferrovial, no de Cabed”, aseguró.

Cabed empezó a extender pagarés algo que las empresas vieron como normal habida cuenta de que era una subcontrata de Ferrovial. Con el tiempo estos documentos fueron venciendo y no tenían fondos. Tras las palabras de “tranquilidad” de Cabed y Ferrovial y después de acumular 56.000 euros en impagados el representante de Gabay acudió a la delegación de la multinacional en Sevilla. Allí todos se percataron del embrollo. Ferrovial contrató con Tracobe (una empresa de Antonio Benítez) después Tracobe hizo lo propio con Cabed (otra subcontrata) que a su vez contrataba con las once afectadas. La relación de éstas con Ferrovial era tal que “nos hizo unirnos a su plan de seguridad, no al de Cabed”. Es entonces cuando empiezan a llegar los pagarés sin fondos que acumulan un saldo de 431.340,69 euros en once empresas.

“Esto es algo premeditado. No se puede ver de otra forma. Antonio Benítez no tiene propiedades, no tiene ni un pantalón a su nombre”, declaró con estupor Abraham Gabari. Por ello, este no entendió como Ferrovial, una empresa de prestigio no se cercioró de que con quien estaba contratando, Tracobe, era una corporación “seria y de garantías”.

Aluminios Merima y Instalaciones Eléctricas Gabay han solicitado una audiencia con el presidente de la Ciudad, Juan Vivas. Esperan de este mediación, apoyo y compromiso ante una difícil situación para once empresas ceutíes. “Vamos a pedirle que se le prohiba la entrada a Ceuta a una empresa que no cumple con la Ley”.

La situación se agrava


Las empresas afectadas por el agujero económico de Cabed y Tracobe han paralizado su actuación en Otero. Mientras, Ferrovial tiene el compromiso con el Instituto Nacional de la Seguridad Social para finalizar la obra y está contratando a empresas que puedan volver al tajo. Las afectadas consideran que deben ser ellas las que continúan su labor. En ciertos casos no está ocurriendo así. La situación de las afectadas se agrava puesto que unen al adeudo la falta de liquidez que garantizaría una nueva contratación.

Especialmente difícil es la situación de Gabay, cuya labor en Otero se correspondía a la parte eléctrica y a la del aire acondicionado. Aún que se especula que se la vuelva a contratar, de momento no es así. “Nadie nos ha contratado todavía para acabar el trabajo en el INSS”, manifestó Gabari.

El representante de Gabay mostró su enojo ante la actuación de otra conocida eléctrica ceutí en este asunto. Entiende Gabari que “se ha metido por medio” y acabará siendo contratada para continuar con los trabajos que Gabay ha realizado y que no se le han pagado propiciando, según este, que ni Ferrovial ni nadie abone un duro a esta empresa ceutí. Justo en la mañana de ayer Gabari se enteró que Ferrovial ha contratado a otra empresa para acabar los aires acondicionados. Un golpe duro.

El acoso de bancos y proveedores


La situación de las once empresas, aunque sobre todo a las que más se le debe como Gabay, Merima, Taboada y Maese, es “extrema”. Casi todas han tenido que despedir a alguno de sus trabajadores como fórmula para poder subsistir ante la falta de pagos. Además también han tenido que extender pagarés para comprar material para otras obras. Los fondos de las empresas no son boyantes y los proveedores y los bancos empiezan ya a ‘acosar’ a las afectadas. “Nos piden el dinero o el material. La cosa es que no puedo sacar el equipamiento de la obra por que no me dejan. Tengo material en una garita pero me impiden llevármelo. Ferrovial dice que es suyo. ¿Cómo va a ser de su propiedad si no me lo han pagado y encima se supone que trabajamos para Cabed?”. Todo es un despropósito. El infortunio se ha cebado con ellos.

Han sido cuatro ya las empresas que han acudido a la vía penal contra Antonio Benítez Dominguez, CABED. Él es quien les contrató, pero en nombre de Ferrovial. Por ello, éstos piden también explicaciones a la multinacional.

Sirva esta historia para reflejar el auténtico infierno que están pasando decenas y decenas de familias ceutíes. No hay ninguna solución a la vista por el momento. El martes podría haber una nueva reunión con Ferrovial.
 

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