Los cerca de cien litros por metro cuadrado recogidos en
Cádiz durante la madrugada del pasado viernes hicieron
rebosar la tacita de plata, hasta el punto de provocar el
aplazamiento del duelo entre gaditanos y caballas. Y es que
el temporal afectó seriamente las instalaciones de un Ramón
de Carranza que amaneció anegado. Así, la peor parte se la
llevaron las oficinas de la entidad, que sufrieron serios
desperfectos, originando el cierre de las taquillas hasta
nuevo aviso. Mientras que el césped, lo que más preocupa a
técnicos y jugadores, salió airoso del temporal.
Eso, unido al estado de alerta naranja en el que está sumida
la provincia gaditana y el Estrecho de Gibraltar, motivaron
el aplazamiento un día más tarde, ya que la previsión se
mantendrá hasta este domingo. Una circunstancia que afecta
también al tráfico marítimo que une la península con la
ciudad de Ceuta.
Lo cierto es que la decisión se tomó de mutuo acuerdo,
después de ponerse en contacto ambos clubes y con el
beneplácito de la Federación. Algo que, teóricamente, ni
beneficia ni perjudica a nadie, aunque los ceutíes tendrán
la opción de viajar más cómodamente a la península que si lo
hubieran hecho en la tarde de ayer, cuando no operaron los
fast-ferryes.
Hoy, según parece, las previsiones permitirán que todo se
desarrolle con normalidad y los blancos, como si de un
sábado se tratara, se trasladarán a la capital gaditana para
disputar el encuentro en el Ramón de Carranza. Si el tiempo
lo permite, claro.
|