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cultura - MARTES, 21 DE OCTUBRE DE 2008


Sirena de Punta Almina. archivo.

patrimonio
 

La habilitación de la Sirena
necesita el refuerzo de la cara
sobre el acantilado

La reforma de la construcción situada en Punta Almina requerirá de la intervención de una empresa especializada
 

CEUTA
Fernando M. Caracena

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La reforma del edificio de la Sirena tendrá que ser realizada por una empresa especializada en restauración tras los resultados de los estudios previos que está realizando la Fundación Forja XXI. Delegación del Gobierno pretende recuperar el antiguo edificio de señales marítimas y darle un uso polifuncional en un proyecto enmarcado en el Plan Director de Bienes de Interés Cultural.

El edificio de la Sirena está situado en uno de los recovecos de Punta Almina. Una de las caras del edificio se proyecta en vertical sobre el mismo acantilado y se encuentra completamente expuesto a la erosión del oleaje y los vientos provenientes del mar. La mítica construcción que dio singularidad a los avisos en Ceuta para el tráfico marítimo en días de niebla se encuentra, por lo demás, en buenas condiciones de conservación: “La estructura está bien y ha soportado el paso del tiempo. Sin embargo la parte de la construcción que da al acantilado necesita una consolidación previa para poder ser utilizado” afirmó el presidente de Forja XXI, Juan José Ruiz.

La Fundación está siendo la encargada de realizar los estudios previos para la adecuación de la Sirena. Delegación del Gobierno tiene la intención de dotar de un uso a la antigua construcción y maneja la posibilidad de convetirlo en un centro de estudio medioambiental de un proyecto enmarcacado en el Plan Director de Bienes de Interés Cultural. No en vano, el edificio se encuentra en un área que es tanto Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) como Lugar de Interés Comunitario (LIC).

Las primeras conclusiones de los estudios, que empezaron el 30 de julio, han determinado que deberá ser una empresa especializada en restauración la que acometa la “consolidación” de la parte de la estructura que da al acantilado “y ya después podrá entrar la escuela-taller” indicó Ruiz. Otro de los problemas que presenta la construcción es el forjado de cemento. En su interior hay unas gavillas de hierro que con 90 años de antigüedad están cediendo por la humedad y el salitre. La configuración interior también se encuentra completamente deformada.
 

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