PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales

 

 

economía - DOMINGO, 9 DE NOVIEMBRE DE 2008


La cafetería El Puente. a. samiñán.

Reportaje / La bajada del consumo
 

Adiós al jamón, hola a
la mantequilla con pan

La crisis está afectando a la restauración
y los establecimiento comerciales, en
unos se consume mucho menos o
productos más baratos, en otros la
clientela simplemente ha desaparecido

CEUTA
Fernando M. Caracena

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Si un cochino pudiera entender a Pedro Solbes, probablemente se preocuparía del aumento de producción de mortadela. La crisis impacta a todos los establecimientos y comercios, pero ese impacto se traduce de maneras diferentes dependiendo del sector al que se dediquen.

Según el informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) las ventas del comercio al por menor en Ceuta han descendido un 0,4 por ciento en septiembre con respecto al mismo mes del año pasado. Bastante mejor, al menos, que la media nacional que se situó en el 5,6.

Una de las ventajas con la que cuenta la ciudad es la cantidad de dinero público que la sustenta y el alto porcentaje de funcionariado existente: “Aquí no debería notarse tanto”- dijo Juan Luis Vives, dueño de la cafetería El Puente- “quizás en Ceuta lo que más nos afecta es el aumento en la hipoteca pero sí que hay hábitos que cambian y que están claros”. Es difícil que el ceutí, con su influencia andaluza, abandone el hábito de comer en la calle. Pero sí que cuida más el bolsillo, hasta el funcionario está abocado a ver el continuo bombardeo de noticias negativas sobre la situación económica: “En los desayunos se tira más de la tostada o el pitufo que de un sándwich. Se toma mucho café pero pocos zumos o batidos. Sin embargo el nivel de clientela sigue siendo relativamente bueno”. Una adecuación al gasto del euro de la mañana. El Puente tiene menos problemas gracias a que está enfocado a un consumidor de clase media-alta, y el poder adquisitivo se nota: “Por ejemplo los cruceros son muy significativos, cuando viene uno de jubilados puedo vender tres o cuatro cafés, sin embargo cuando viene uno en el que viajan personas de 40 o 50 años en la caja de ese día se nota muchísimo”. Los hábitos de los clientes cambian y obligan también a variar los de los establecimientos: “Si antes pedíamos una caja para los recipientes de mantequilla, ahora pedimos tres” explicó el regente del Dolce Café.

En el tapeo se nota en la clientela de día, las salidas nocturnas se mantienen constantes: “Nosotros lo que más lo notamos es de martes a jueves. El cliente que viene a media tarde a tomarse unas cervezas se está perdiendo desde que empezó la crisis. Sin embargo el que viene por la noche se mantiene constante, sí que también se ve que el que antes se gastaba 300 euros ahora se gasta 100 y apura mucho más la cerveza mientras charla con los amigos”.

En la noche la situación viene de largo. El dueño del Refugio del Buda explicó que la bajada en la sección más tunante del sector se notó con el cambio de la peseta al euro: “La crisis es evidente en todos los aspectos pero esto viene de hace tiempo y no es más que un agravamiento del descenso que tuvimos los bares, pubs y discotecas con el cambio de moneda”. El consumidor ahora calienta mucho más la copa y como en otros sectores de la restauración varía sus hábitos: “Si antes se tomaban seis o siete copas, ahora tres o cuatro”.

En los y bazares comercios sí notan el descenso de la clientela, incluso de la que vagabundea para echar un vistazo a los escaparates y entra a curiosear los orientalismos que se exponen en las tiendas de decoración: “Todo ha bajado, aquí vienen muchos menos clientes que también compran mucho menos. Antes el que venía solía llevarse tres o cuatro cosas, lo que querían y alguna compra de algo que viese en la tienda. Ahora sólo compran una o dos” explicó la regente del Bazar Hispano-Árabe. Pero no sólo la crisis se lleva todas las culpas, otro clásico, el precio del barco, preocupa a los comerciantes: “Los bazares de arte dependemos mucho de la gente que viene de afuera. Pero con el precio del barco es muy difícil que los de la Península se animen a venir”. El exotismo es menos entre los ceutíes.

En el Sat Guru, un comercio donde se venden productos electrónicos, el pesimismo era evidente: “Hay muy pocos clientes y muy poco volumen de ventas. No sé cuanto va a durar la crisis, se supone que si empieza ahora puede que la cosa dure cuatro o cinco años y yo creo que 2009 va a ser batante peor. Nuestra situación es mala, todavía no es extrema pero no estamos nada bien”.

Pero no en todas las tiendas hubo tristeza. Un gran superficie asentada hace sólo cuatro años en la ciudad como Zara, el balance comercial fue mejor que el año pasado y el volumen de ventas aumentó: “Nosotros no lo notamos y estamos además encantados con ello. No sé si será significativo que los complementos este año, que suelen ser compras menores, hayan subido bastante”.

Al menos aún la crisis no se nota en el empleo. Pese a que la media anual dada por el INE situa el descenso de las ventas en un 2,4 por ciento en 2008, el empleo se mantiene constante e incluso crece. En septiembre lo hizo en un 0,4 y la media anual está en un 0,9. Una constante que también se advierte en el resto de autonomías españolas.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto