La juventud, cuando menos, parte
de iniciativas que, en muchos momentos, salen adelante,
aunque otras muchas veces van al cesto de los papeles.
Y Carracao es un joven que quiere que “su” PSOE vuelva a
tener la fuerza o el empuje que, en ocasiones, tuvo y que
ahora está en su punto más bajo, desde hace muchos años.
Lo de ahora es lo que tiene que recoger Carracao, sin haber
sido él el que fraguara todo lo que llevó al KO a este
partido.
Y a Carracao, como a los soldados el valor, se le suponen
las ganas de reflotar un partido que está, aquí, bajo
mínimos. Sin embargo, para que logre sus objetivos, tendrá
que partir, no de tres, sino de cuatro premisas: querer,
saber, poder y que le dejen.
Voy a comenzar por esta última, y es que para que le dejen
trabajar tendrá que rodearse de gente solvente, que no tenga
intereses particulares, que sepan por qué caminos tienen que
ir y que sepan mirar hacia atrás, en época reciente, para no
volver a caer en aquellos errores que hicieron, de un gran
partido, un grupete, no de amigos, sino de arribistas que ni
hacían ellos, ni dejaban que los demás hicieran.
Si Carracao no deja fuera de su grupo a todos esos que
merodean por el partido, sin que el partido les importe un
bledo, se verá avocado a un fracaso y retrasará otros cuatro
o cinco años el que el PSOE de Ceuta tenga fuerza y
aspiraciones, de verdad, a tener una representación a tono
con lo que es un gran partido de ámbito nacional.
Si Carracao, en vez de abordar sus propios asuntos del
partido, aquí en Ceuta, se dedica más a entorpecer otras
labores, como las de la Plaza de los Reyes, habrá vuelto a
tropezar en la piedra que tropezó otra y que terminó como el
“rosario de la aurora”.
Es esta cuarta, repito, la premisa que más va a marcar el
camino hacia esa refundación del PSOE, aquí en Ceuta, por lo
menos en los primeros pasos.
Porque las otras, sinceramente, creo que las va a poder
sortear, cuando haga falta, y abordar de frente en casi
todos los momentos; él sabe lo que quiere, quiere que la
cosas marchen y con un mínimo de ayuda, también, podrá
llevarla a cabo.
Y una cosa importante, aunque creo que puede ser un arma de
doble filo:” no buscará acercarse a Alí”.
Digo que esta puede ser un arma que puede venirse contra él
mismo, en los momentos en los que el PP, si es que ocurre,
deje de tener esas mayorías tan aplastantes, porque, estamos
hartos de decirlo, el techo normal del PSOE en unas
elecciones locales estará en, no más, de 8 representantes,
salvo que aparezca en el PSOE alguien con el tirón que ha
tenido Vivas en el PP, y arrastre toda o parte de esa bolsa
de votos que fluctúa demasiado en Ceuta. Por lo demás, en
casos normales, el PSOE, como le puede ocurrir al mismo PP,
tendrá que llamar a la puerta del partido de Mohamed Alí,
que queramos o no, cuando menos, va a tener la llave de la
gobernabilidad en Ceuta.
Así pues, el ex secretario general de Juventudes Socialistas
parte de la base de que hará las cosas a su manera, sin
dejarse dominar por las corrientes que tan poco éxito
tuvieron en un pasado reciente.
Es el comienzo de una andadura difícil, al partir de menos
de cero y además porque alguien, desde fuera, querrá seguir
mandando.
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