sociedad - LUNES, 10 DE NOVIEMBRE DE 2008

CADIZ
Cristina Marzán
ceuta@elpueblodeceuta.com

Elegida en septiembre pasado presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) con el 75% de los votos y ninguno contra, Magis Iglesias (Vigo, 1956) sustituyó en el cargo a Fernando González Urbaneja, legida presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), con el 75% de los votos y ninguno contra. Tras inaugurar el primer encuentro de la Asamblea Nacional de Mujeres Periodistas celebrado este fin de semana en Cádiz, la profesional anunció que modernizar la estructura organizativa de las asociaciones de periodistas y mejorar las condiciones laborales del colectivo serán el punto de partida de su complicada labor al frente de la FAPE.

Pregunta.- En los pocos meses que lleva al timón de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), ¿cuáles han sido los problemas más complejos que ha tenido que afrontar?

Respuesta.- El primero es la restructuración de la organización porque la FAPE, hasta ahora, estaba guiada por presidentes que tenían, a su vez, la presidencia de la Asociación de la Prensa de Madrid y al mismo tiempo, llevaban las dos mochilas. La Asociación de la Prensa de Madrid recoge a más de la mitad de los periodistas de España y por tanto tiene un peso, un poder y unos medios que han permitido impulsar la federación. Yo me presenté al cargo porque pensé que la FAPE debía tener una autonomía propia, la representación de toda España, de todas las asociaciones y en ello estoy. Pero es un trabajo muy difícil porque, desde el punto de vista organizativo, hay que dar una estructura nueva y poner en marcha un aparato de gestión que no es fácil.

P.- Como máxima representante del colectivo de periodistas de España, ¿qué cambiaría o mejoraría en el Periodismo?

R.- Lo que inicialmente cambiaría son las condiciones de trabajo de los compañeros. En primer lugar, no se puede hacer un buen trabajo si no estás en unas condiciones profesionales dignas y no hay un trabajo decente en el Periodismo, de manera generalizada. Lo que es generalizada es la precariedad y ahora con esta crisis hay una amenaza clara de reconversión importante en el sector. Por lo tanto, lo primero era cambiar las condiciones y segundo, buscar la excelencia en la calidad del trabajo.

P.- Al asumir el cargo de presidenta de la FAPE anunció que su prioridad era la modernización de las asociaciones de periodistas, ¿cómo va a iniciar esta tarea?

R.- Modernizar las organizaciones significa adaptarlas al momento actual que exige un mayor perfil profesional porque, antiguamente, las asociaciones nacieron como montepíos de ayuda social a los periodistas, que nunca hemos tenido unas condiciones laborales muy boyantes. Los salarios de los periodistas en el siglo pasado, la situación de muchos compañeros lamentables, no tenían protección de ningún tipo ni para la vejez, ni sanitaria, ni de ayudas si se quedaban sin trabajo. Y eso lo resolvieron a través de asociaciones. Más tarde, cuando empezó a instalarse el Estado de Bienestar en España ya no necesita el trabajador que sea su organización un montepío y las asociaciones iniciaron un camino donde estamos hoy. Abrir debates profesionales, organizar jornadas y dar formación a los compañeros y servir de punto de reflexión entre los compañeros. Hoy hay que dar un paso más hacia la profesionalización y hacia la conversión de las asociaciones en colegios profesionales.

P.- ¿Cree que por su ubicación geográfica se olvida que en la ciudad autónoma de Ceuta ejercen muchos periodistas y se conocen muy pocas noticias sobre la ciudad?

R.- Todavía no he podido ir a Ceuta. Lamentablemente llevo dos meses de presidenta y como además tengo un trabajo fijo no dispongo de mucho tiempo para recorrer España; ese es el déficit que yo tengo. Pero sí que conozco que tanto Ceuta como Melilla, al encontrarse alejadas de la península, se sienten desprotegidas, olvidadas, del resto de España. Además Ceuta tiene un problema de comunicación serio; uno quiere ir a la ciudad y tiene que arriesgar su vida en un helicóptero o viajar en un barco con lo que conlleva. Entonces yo comprendo que ese sentimiento responda a una realidad. Pero los que estamos en la península y tenemos el privilegio de podernos mover por infraestructuras cómodas y modernas tenemos que acordarnos de que siempre están ahí. Desde luego yo quiero que Ceuta sienta la cercanía de la FAPE porque para eso estoy en la presidencia, para que la federación responda a cada una de sus asociaciones.

P.- ¿Es necesaria la movilidad de un periodista para conseguir un buen puesto de trabajo y son puntos a favor en un currículum?

R.- Claro que sí. Laboralmente y en general eso es así. Sociedades con un mercado laboral muy flexible, con bajos niveles de paro como la norteamericana, consiguen su éxito gracias a que la población no está muy arraigada y se mueven de un estado a otro. En Europa todavía no estamos en ese nivel y por supuesto tenemos un modelo muy diferente pero probablemente la movilidad entre los ciudadanos dentro de los estados ayudará muchísimo a la marcha contra el paro. Y si eres joven y todavía no tienes responsabilidades familiares, este es el momento. Atrévete y vete a donde te llamen.

“Veraz, contrastada y rigurosa”

P.- ¿Qué opina del intrusismo?

R.- Tiene dos aspectos o visiones. Por un lado, la persona que no está preparada para ejercer el Periodismo y a través de diversos cauces accede a la profesión. Y luego, la de las personas que trabajan en programas, espectáculos y otro tipo de actividades que quieren llamarse periodistas para darles una cobertura a un ejercicio que no tiene nada que ver con el Periodismo. Me preocupa mucho más esto segundo, sin ninguna duda, y lo primero relativamente porque casi no ha afectado, sólo a un porcentaje limitadísimo de personas que ejercen sin títulos. Ya cada vez menos. Hay muchas facultades en España, afortunadamente todos los chicos o chicas que quieren estudiar Periodismo pueden hacerlo porque cerca de su domicilio tienen una facultad. Por lo tanto, no estoy preocupada por ese tipo de intrusismo. El otro me preocupa más por eso creo que debemos estar dando testimonio continuamente de lo que es el Periodismo para que la sociedad tenga muy claro que nosotros no tenemos nada que ver con otro tipo de actividades o de acciones de individuos que ejercen más espectáculo que información veraz, contrastada y el rigor y respeto que se merece el tratamiento de la noticia.

P.- A pesar del control ideológico que prepondera en los medios de comunicación, ¿qué es lo más importante en el Periodismo, en su opinión: vender u ofrecer información veraz y de calidad?

R.- Para desgracia, todo lo que engloba economía, globalización y la crisis parece que siempre es una tapadera para olvidarse del buen Periodismo y sustituirlo por la rentabilidad. No se puede medir la calidad del Periodismo por cantidad, por nivel de audiencia, por número de piezas que puede hacer un trabajador, ni se puede medir por dígitos económicos como hacen muchos empresarios. La calidad del Periodismo va mucho más allá porque está entroncada con una misión constitucional: el derecho de los ciudadanos a recibir una información veraz por lo tanto, los periodistas tienen que cumplir con esa misión y eso no tiene nada que ver con el número de periódicos que se vendan o el número de audiencia que pueda levantar cualquier programa. El empresario debería velar por el prestigio de su medio y cumplir condiciones con ese mandato constitucional. Es decir, permitir y poner los medios para que los Periodistas trabajen haciendo productos de calidad que son noticias veraces. Además eso no tiene porqué estar reñido con incrementar el número de lectores o audiencia porque la calidad siempre es bien recibida por el público.
 

La FAPE, una organización sindical profesional

La FAPE se creó en Santander, en 1922. El 19 de mayo de ese año, la Asociación de la Prensa de Santander convocó una Asamblea constituyente de la Federación de las Asociaciones existentes en España. Se aprovechó el mes de agosto, en que veraneaba en el Palacio de la Magdalena el Rey Alfonso XIII, y fue el Rey quién presidió la sesión inaugural de la Asamblea, el 6 de agosto de 1922. Durante cuatro días se reunieron representantes de diferentes asociaciones provinciales, el Sindicato de Periodistas y la Asociación de la Prensa Diaria. Ceuta, como las asociaciones de Alicante, Baleares, Castellón, Córdoba, La Coruña, Orense, Pamplona y Zamora no estuvo presente y delegó su voto. El paréntesis histórico del franquismo convirtió a la FAPE en algo semioficial. La FAPE concedía el carnet oficial de periodista y llevaba el Registro oficial de todos los periodistas de España. Pero, en 1984, se celebró, también en Santander y a instancias de la Asociación de la Prensa de Cantabria, la XLIV Asamblea General que fue llamada de la “refundación”. En esta Asamblea, el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Luis Apostua, respaldado por las Asociaciones de Barcelona, Málaga, Murcia, Oviedo, Santander, Tenerife, Valencia y Valladolid, fue elegido presidente de la FAPE; se constituyó también un nuevo Consejo Directivo, y se impulsó la FAPE actual, una Organización profesional sindical acogida a la Ley de Asociaciones Profesionales, como Federación de las distintas Asociaciones. El Registro oficial había desaparecido por un Decreto de 1982, la Federación continuó con la custodia de ese Registro a efectos de emitir los certificados oportunos, y decidió registrar a los periodistas afiliados a las Asociaciones siguiendo la numeración ya existente. El actual Registro de la FAPE, que es la entidad más representativa del periodismo español, sólo recoge a los periodistas afiliados a alguna de la Asociaciones federadas. Agrupa a 45 Asociaciones de la Prensa con 12.500 miembros y tres Asociaciones sectoriales de periodistas, que suman otros 3.000 asociados. Entre otras, actualmente están federadas en la FAPE las asociaciones de Cádiz, Campo de Gibraltar, Cantabria, Castellón, Ceuta, Huelva, Jaén, Jerez de la Frontera y Melilla.