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cultura - JUEVES, 13 DE NOVIEMBRE DE 2008


mariano vallejos. a. samiñán.

entrevista / Subcampeón Concurso Nacional Ortografía
 

Vallejos: «Allí yo era el estudiante
de Ceuta y eso no hizo sino darme ánimos para continuar»

“Esfuerzo y trabajo” es la receta del éxito de este alumno de segundo de bachiller del IES Camoens que considera que cualquier ceutí puede conseguir lo que él ha logrado ya que “no soy un extraterrestre ni un superdotado”
 

CEUTA
David F. Pascual

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Es insultantemente joven pero ello no es óbice para que rezume valores tan importantes como el juego limpio, el compañerismo, la amistad o el esfuerzo. Es Mariano Vallejos Mares, estudiante de segundo de bachillerato y recientemente proclamado subcampeón en el concurso nacional de ortografía.  “Aunque no haya conseguido ganar, mi participación ha sido brillante”, reconoce este joven ceutí que podría ser ejemplo para muchos en una ciudad donde la educación es sinónimo de fracaso escolar. Mientras contestaba a las preguntas sólo tenía una cosa en la cabeza, dejar bien alto el pabellón ceutí en una prueba donde estaban los mejores de cada comunidad autónoma.

Pregunta.- Segundo clasificado en el Concurso Nacional de Ortografía es un gran logro. ¿Cuáles son las sensaciones varios días después de la conquista?


Respuesta.- Aunque no haya conseguido ganar creo que mi participación ha sido brillante. Para mí lo más impresionante ha sido que cada vez que me sentaba en el ordenador para contestar a las preguntas tenía sobre mí el letrero con el nombre y la bandera de mi ciudad, Ceuta. Allí yo no era Mariano, era el de Ceuta y lejos de molestarme me daba más ánimos para continuar. Ver que mi comunidad estaba en todo lo alto me dio alas. Intenté cumplir una promesa que hice hace tiempo cuando gané la olimpiada de biología de Ceuta y participé en el certamen nacional. En aquella ocasión no pude dejar el pabellón bien alto pero ahora estoy satisfecho por el resultado.

P.- Durante toda la prueba fuíste primero pero en el sprint final la victoria se escapó...

R.- Sí, es como los corredores que se duermen en los laureles. Cuando me ví en la final entendí que había cumplido ya un objetivo. Creo que internamente me relajé un poco. Me leían las palabras, las conocía por que las había escuchado cientos de veces pero fallé. Resulta curioso, antes de la final la televisión me preguntó cuáles iban a ser las claves y yo aposté por la suerte. Mi rival dijo que la preparación de cada uno.

P.- ¿De dónde sale eso de defender la inclusión de un ‘rival’ dentro de una prueba en la que participas cuando la organización lo había dejado fuera?

R.- Sinceramente allí no existió espíritu de competición. Todos estábamos satisfechos por el logro de haber llegado allí. Cuando vimos esta situación pensamos que podía ser el ordenador el que se había equivocado, por qué iba a quedarse fuera aquel chico. No sé, me sentí lleno del espíritu olímpico, me importaba más que le dejaran participar que poder ganar.

P.- ¿Cómo ha sido el trato recibido con los representantes del Ministerio de Educación?

R.- Ha sido un trato muy cercano, han estado muy atentos con nosotros.

P.- Imagino que en esas conversaciones informales que habréis mantenido habrá salido a relucir el fracaso escolar...

R.- Esta actuación debe ser un aliciente para los demás. Los datos que salen en los medios no son nada buenos y es necesario mejorarlos. El mensaje que puedo transmitir es que llegar a ser segundo en un concurso como este lo puede hacer cualquier ceutí si se esfuerza. No soy ningún extreterrestre ni un superdotado. Todo lo he conseguido con esfuerzo y trabajo. Nadie me ha dado nada. Cualquiera puede conseguir algo si se lo propone.

P.- ¿Cuáles son tus aspiraciones educativas?

R.- Quiero acabar el bachillerato este año, hacer la selectividad y estudiar Medicina. Estoy mentalizado de que tendré que moverme de Ceuta y eso no me supone ningún problema.

P.- ¿Aumentaría la motivación de los estudiantes de Ceuta respecto a los estudios superiores si esta ciudad contara con un campus?

R.- Por su puesto. Un campus universitario sería lo idóneo para agrupar estos estudios. Pienso que podría poner a esta ciudad más alto de lo que está y ser incluso un punto de referencia para el entorno.

P.- ¿Qué piensas de los estudiantes que no facilitan la labor del profesor en las aulas?

R.- La educación es cuestión de interés, si uno tiene ambición y se marca unas metas sabe lo que tiene que hacer para conseguir cosas: estudiar. Cada uno sabe el camino que quiere seguir. Soy de los que piensa que todas las personas somos iguales, ni listos ni tontos. Ocurre que hay gente con más interés o con menos. El que se quiere esforzar lo hace.

P.- ¿Tienen los estudiantes de ahora las mismas ganas por seguir su formación a pesar del pesimismo y de la crisis?

R.- La crisis nos preocupa también a los estudiantes. Personalmente a mí la crisis no me retrae de las ganas de estudiar.

P.- ¿Cómo afrontas la selectividad que tendrás delante pronto?

R.- Desde el colegio he tenido siempre muy buenas notas. Creo que tengo un buen colchón para la selectividad. Además me va a hacer falta por que la nota de corte de Medicina es exigente. En selectividad intentaré esforzarme para conseguir la nota más alta posible, en cierta forma para dejar el pabellón ceutí bien alto.

P.- Por las conversaciones que has podido mantener con los representantes de otras comunidades ¿Qué conocimiento tienen de la realidad de Ceuta?

R.- Ceuta resulta exótico a la gente. El hecho de ser ciudades autónomas es singular y eso llama la atención. Luego siempre te encuentras con gente que piensa que Ceuta y Melilla están pegadas cuando la distancia es importante. Durante los últimos años y por los viajes que he realizado siempre me he encontrado con los mismos tópicos. Yo por mi parte he intentado explicarles que esta es una ciudad como otra cualquiera. La convivencia existe y cualquiera puede hacer vida normal como en la península.
 


La actuación de Vallejos suscitó el “orgullo caballa”
de la delegación ceutí desplazada

La participación de este estudiante del Camoens puede calificarse como de prácticamente perfecta. Mariano Vallejos no contabilizó fallo alguno en ninguna de las dos fases previas a la finalísima, siendo el único en acumular tal puntuación. Desde el otro lado, el director del IES Camoens, Cristóbal Guzmán, y los familiares vivieron con intensidad la actuación del joven ceutí. Según el director el punto clave del concurso estuvo en la última eliminatoria donde Vallejos fue el único que no disputó la ronda de desempate. “Estuvo media hora esperando rival”, espetó. Algo que pudo desconcentrarle. Dada la brillante actuación de este joven bachiller, su director confesó: “Me veía en Méjico compitiendo con los representantes hispanoamericanos”. Ese nerviosismo ante el que se siente ganador pudo haber hecho presencia. En la final ‘hollar’ y ‘mejunje’ determinaron el ganador en favor del estudiante sevillano. El fallo de Vallejos provocó un intensó ‘oohhh’ del público. Mientras, la delegación ceutí sintió “orgullo caballa” ante su actuación, según Guzmán.
 

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