La pobreza, el hambre, la prostitución y el trabajo
infantil, siguen siendo los azotes que afectan a la
infancia. A medio siglo de que la Organización de Naciones
Unidas instituyera el 20 de noviembre como día Internacional
de la Infancia, millones de niños y niñas siguen viviendo en
situación de extrema precaridad.
La realidad es que más de mil millones de niños y niñas en
el mundo sufren grandes privaciones causadas principalmente
por la pobreza, por la guerra y por el sida.
“Somos los adultos los responsables de hacer que los
derechos de los menores se cumplan de proteger su vida, de
darles una estabilidad emocional, y de proporcionarles los
medios y los instrumentos necesarios para que puedan
construir sociedades futuras sin diferencias y sin
desigualdades. Muchas son ONG que trabajan para proteger a
aquellos niños y niñas que siguen viviendo en situación de
alarma constante en nuestra sociedad actual”, explicó
Maribel Lorente, presidenta de DIGMUN. Esta es una
asociación que desde el año 2005 lleva trabajando por
dignificar la vida de aquellos menores que carecen, en
algunos casos, de algunos de esos derechos que fueron
aprobados por la Asamblea Nacional Unidas del 20 de
noviembre de 1959. “Gracias al trabajo de muchos voluntarios
que se acercan a nuestra asociación, a la colaboración de
algunos centros educativos e instituciones y a las
subvenciones que recibe por parte de la ciudad, esta
asociación puede paliar, de alguna forma, las carencias que
presentan estos colectivos”, agregó Lorente.
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