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sociedad - SÁBADO, 6 DE DICIEMBRE DE 2008


juan Gómez de Salazar. J.M.B.

JUAN GÓMEZ DE SALAZAR / Coronel jefe del Estado Mayor
 

«Nunca había trabajado tan estrechamente con Policía y Guardia Civil y eso lo he descubierto aquí»

El coronel jefe del Estado Mayor de
Ceuta se marchará el 20 de noviembre
tras dos años ejerciendo como asesor
del comandante general, asegura que su recuerdo de Ceuta será “imborrable” y destaca la “excelencia” de Regulares

CEUTA
Luis Parodi

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Dicen los que trabajan con él a diario que se trata de una persona que facilita la labor, porque a todo le pone buena cara y sentido del humor. Se podría decir que Juan Gómez de Salazar ha sido el paje del comandante general, como el asesor en la corte. El coronel jefe del Estado Mayor se encarga cada mañana de encender los motores de la Comandancia General y de él depende directamente que la máquina se encuentre engrasada. Su relación con Vidal de Loño es directa y diaria. Su cometido consiste en informar de todo lo que ocurre en las unidades, en la rutina militar ceutí. Este madrileño será relevado el 20 de diciembre en su puesto después de dos años sirviendo en Ceuta. Esta ha sido parte de su vida.

Pregunta.- ¿Qué recuerdos se le vienen a la memoria cuando piensa en sus dos años en Ceuta?

Respuesta.- Los recuerdos se abarrotan en mi memoria. Ten en cuenta que han sido dos años muy intensos. Si tuviese que destacar alguno, la acogida que tuve a mi llegado y todas las muestras de cariño que constantemente he ido recibiendo. El recuerdo de los ceutíes y Ceuta permanecerán siempre imborrables.

P.- ¿Cuando usted llegó ya estaba Vidal de Loño como comandante general?


R.- Cuando yo llegué estaba el general Hortigüela. Estuve seis meses con él. Yo llegué en diciembre de 2006 y hasta junio estuvo él. Desde entonces y hasta ahora, el general Vidal de Loño.

P.- ¿Cómo han sido sus relaciones con ambos?


R.- Mi relación profesional con cualquier comandante general es la relación de cualquier jefe de Estado Mayor con su superior: estrecha, permanente, leal y, fundamentalmente, de asesoramiento. Yo al general le presento los problemas y le asesoro sobre las posibles soluciones. Una vez que el general toma la decisión, como somos militares y lo tenemos aprendido desde que entramos en el Ejército, todos sus subordinados se ponen detrás de ella para empeñarse a fondo y cumplir con lo que él dice. ¿Cómo entra ahí el Estado Mayor a actuar? Entra transformando las decisiones del general en órdenes a las unidades subordinadas. Esas órdenes que se plasman en documento también tienen una función de control de Estado Mayor, es decir, ver que esas órdenes se están cumpliendo. Es algo bastante complejo.

P.- El de Ceuta, dentro de todos los destinos que ha tenido, ¿cómo lo recordará?


R.- A Ceuta la voy a recordar como uno de los más gratificantes. Este destino ha sido complejo... se me ocurren un montón de adjetivos. Ha sido atractivo, de mucha importancia. Los asuntos que se tratan en este despacho siempre afectan a todas las unidades. Estamos hablando de más de 3.000 hombres y mujeres. Va a ser uno de los mejores destinos de mi vida militar, seguro.

P.- Si tiene que recordar una de las decisiones más importantes...


R.- Uno de los recuerdos más importantes que guardo es el regreso de la Agrupación Ceuta de Kosovo, al mando del coronel Acevedo. Volvieron a casa sin ninguna novedad. Y más importante que eso es haber cumplido con satisfacción la tarea. También recuerdo la llegada de los Reyes, la despedida del general Hortigüela y, como ya he dicho antes, la acogida.

P.- Pero... ¿la acogida de quién?


R.- De este Cuartel General. Lo que más sorprende al foráneo cuando aterriza en Ceuta es el cariño que todo el ceutí muestra con el militar.

P.- ¿Aquí el militar es tratado de manera diferente?


R.- Esto supone una ventaja adicional. Porque se facilitan todas las cuestiones. Levantar el teléfono para llamar a la Delegación o a la Asamblea para tratar un asunto y saber que la predisposición al otro lado del teléfono es buena, supone una ventaja. El militar está integrado plenamente en la sociedad. Eso lo ve cualquiera.

P.- ¿Cómo le va a dejar el puesto al coronel Azcárraga?

R.- Lo mejor que he podido, pero no me preocupa ese tema mucho. Sé que el coronel Azcárraga tiene enormes cualidades profesionales y personales. Y se va a encontrar aquí con unos profesionales a sus órdenes que son de la máxima categoría y eficacia. El pronóstico es que va a tener éxito en su empresa.

P.- ¿Hubiera preferido vivir su experiencia como coronel mandando una unidad?


R.- Si me hubieras hecho la pregunta antes de venir a Ceuta te hubiera dicho que sí, no por todas las unidades, pero por alguna en concreto, sí. Pero ahora, después de dos años, no lo cambio por nada, por ninguna unidad.

P.- ¿Cómo ha visto a La Legión y a Regulares?


R.- A la Legión la conocía de mi etapa en la Brigada Paracaidista. Lo que no había tenido ocasión es de mantener un contacto tan estrecho con Regulares. Lo que más me ha sorprendido, no es solo el historial, sino también el nivel de preparación. Es excepcional. Tanto Regulares como la Legión están al nivel de cualquier unidad de infantería ligera del Ejército; son unidades muy operativas.

P.- ¿Cuál ha sido su vida diaria?

R.- Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Al venir aquí sin la familia, el calor de la casa no lo tienes, pero el estar solo te permite una mayor dedicación, no hay horarios. Mi vida aquí ha sido particular. Yo me levanto a las 6.15 y me voy a correr entre 6.30 y 6.45. Me vengo aquí -Cuartel General- y veo amanecer por la playa de la Ribera, un privilegio. Después me ducho en el Cuartel y paso a darle las novedades al comandante general. Hago un resumen de lo que ha ocurrido en la Comandancia y empezamos el trabajo. Una reunión con el Estado Mayor a las 8.45, donde coordinamos las actividades. La finalizamos con un punto de situación, donde situamos al general y al segundo jefe de las actividades del día, del personal que hay fuera de la Comandancia, cómo está el nivel de operatividad... Uno ya está en la media mañana y empiezan los despachos con los jefes de sección, alternando con visitas a unidades, o haciendo inspecciones... Todo esto se compagina con el Cuartel General de la Fuerza Terrestre en Sevilla, de quien dependemos. Tenemos una relación diaria.

P.- ¿Cuál va a ser su destino? ¿Podría ascender a general?


R.- Todavía no lo sé, aunque probablemente pueda ser algún cuartel general de Madrid. Los ascensos a general son por elección y hacer cualquier tipo de planes al respecto no sería una postura inteligente. Me gustaría mencionar que las relaciones con los cuerpos policiales han sido exquisitas y eso sí que lo he descubierto aquí. Nunca había tenido la posibilidad de trabajar tan estrechamente ni con la Policía ni con la Guardia Civil.
 

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