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sociedad - LUNES, 8 DE DICIEMBRE DE 2008


vehículo mitsubishi montero. cedida.

ruta
 

Marián Ocaña y Plédel llegan a Zimbabwe tras superar Angola

Los expedicionarios ceutíes atraviesan Botswana, la cara más desarrollada de África, en su Montero de Aubensa
 

CEUTA
Gonzalo Testa

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Los ceutíes Marián Ocaña y Vicente Plédel ya están más cerca de terminar su ruta ‘Confines de África’. Tras superar Angola, un país que fue “todo un desafío por la falta de infraestructuras”, y Botswana, la mejor cara del continente, el Mitsubishi Montero de Aubensa en el que viajan se ha introducido ya en Zimbabwe, un país estrangulado debido a la catastrófica gestión de sus gobernantes.

Tras superar exitosamente la etapa que exploraba Angola, un país recién salido de 30 años de guerra y totalmente destruido, la expedición ceutí ‘Confines de África’ acaba de entrar en Zimbabwe, un país en bancarrota integral y a punto de grandes disturbios y boicot internacional con una inflación del 210.000.000%. Los ceutíes Marián Ocaña y Vicente Plédel, a bordo del Mitsubishi Montero de Aubensa, se están enfrentando en esta última etapa a los países más inestables de su ruta.

“Angola supuso un gran desafío por la falta de infraestructuras, casi todas las carreteras destruidas, muchas minas explosivas abandonadas por doquier y una economía que hace que media docena de plátanos vendidos al borde de la carretera cuesten casi tres euros cuando se recogen a 20 metros de la canasta que los expone”, explicaron ambos a través de una nota de prensa.

La contrapartida es que se han encontrado con una población “extremadamente amable” que intenta olvidar la guerra trabajando duro y con ganas de reconstruir su malogrado país. El difícil y lento avance queda compensando con las bellezas naturales como el espectacular paso de Leba, los valles y costa de Namibe o las impresionantes montañas de Bocoio.

“Cada noche”, contaron, “ha sido distinta a la anterior, unas veces pernoctábamos en los bosques, cuando la seguridad no estaba clara acampaban con la policía, otras en las misiones católicas que se han instalado para ayudar a la castigada población, otras en algún poblado... El inicio de la época de lluvias, torrenciales en esta zona del mundo, ralentizó el avance por las inundaciones y barrizales que se iban creando pero en ningún momento nos obligó a cambiar el itinerario”.

Salir de Angola y adentrarse en Botswana supuso reencontrarse con el África desarrollada, la que no tiene ninguna carestía y ofrece todo tipo de alicientes al que posea un buen 4x4 para avanzar entre sus grandes atractivos. El todo terreno de Aubensa alcanzaba a través de pistas, algunas veces anegadas por el agua de las tremendas tormentas que asolan en esta época el sur de África, enclaves inmersos en una naturaleza soberbia, parques naturales y entornos sobrecogedores como el delta del Okavango o el parque nacional del río Chobe. Todo ello acompañado con todos los representantes de la fauna salvaje en estado libre. Leones, búfalos, elefantes, antílopes, cocodrilos e hipopótamos que iban apareciendo ante los expedicionarios.

La otra África

Con la reciente entrada en Zimbabwe se adentran en la otra cara de África, la de las carestías por una catastrófica gestión económica que ha arruinado al país. La moneda nacional, el dólar de Zimbabwe, es acuñada en billetes de millones de dólares. Poseer un billete de 1 millón de dólares no significa ser rico, significa que se tiene en la mano 35 céntimos de euro. Un sello para una carta a Europa cuesta 10 millones de dólares. Los salarios se cobran por día porque de un día al siguiente ya se ha devaluado. Hay veces que el billete del autobús tiene precio distinto a lo largo del mismo día porque ha subido debido a la inflación.

Hay carestía de comida, de combustible, el agua causa estragos con el cólera... pero todas esas dificultades no son suficientes para detener la expedición de Aubensa ‘Ruta Confines de África’ porque Zimbabwe alberga grandes bellezas naturales, como las cataratas Victoria o el Parque Nacional de Hwange, y un patrimonio cultural único en el mundo, como Khami o la ciudad medieval Gran Zimbabwe.

Con combustible para 1.300 km., para poder afrontar las grandes distancias sin aprovisionamiento, y con comida y agua para 15 días se acaban de adentrar en este país, tan impredecible como atractivo.

Hasta que los expedicionarios regresen a Ceuta y puedan exponer su trabajo, cuando tienen la posibilidad de tener conexión de Internet van cargando los detalles de esta larga ruta en www.aubensatrek.com.
 

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