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OPINIÓN - MARTES, 9 DE DICIEMBRE DE 2008

 

OPINIÓN / SNIPER

Rituales corderos voladores
 


José Luis Navazo
yebala06@yahoo.es

 

Porque la verdad,¡voto a Breogán!, los precios se han puesto por las nubes. El mercado fluctúa cada día, aunque las autoridades del ministerio de Agricultura insisten en que la demanda, prevista en cinco millones de cabezas, está asegurada, estimándose en conjunto un desembolso familiar de 7 millones de dirhams. Para el prosaico asuntillo del “flus” (la pasta gansa), una buena parte de nuestros vecinos marroquíes (particularmente entre el pequeño funcionariado) recurren a créditos especiales de un año de duración para afrontar dignamente esta importante fiesta ritual (de Aïd Al Adha o Aïd El Kébir, la Fiesta del Sacrificio o Pascua Grande, décimo día del mes lunar del Dualhuya), en la que cada cabeza de familia debe sacrificar religiosamente un animal, tumbándolo sobre su lado izquierdo poniendo su cabeza hacia La Meca y recitando “Bismillah arrahman arrahim” aunque, en pragmática puridad, los fieles suelen quedarse en el “Bismillah” (alabado sea Dios). El crédito al consumo se cancela anualmente y luego vuelta a empezar. Como en las Navidades cristianas, un frenesí de consumo (entiendo que nada espiritual) acompaña a la fiesta, que muchísimos musulmanes ven como una obligación cuando no es así: el sacrificio del cordero no es ningún deber religioso, no es ningún pilar o creencia básica del Islam, basándose únicamente en la “Sunna”, la Tradición del Profeta… ¿Es “halal” entonces endeudarse para llevarla a cabo con ostentación…?; ¿acaso no se recorta entonces, como en la consumistas e insufribles Navidades cristianas, la primitiva dimensión espiritual del acto…?. Digo.

La institución de la Fiesta del Sacrificio, hábilmente asumida en el Islam como un guiño hacia el Judaísmo y Cristianismo, recuerda en la “Sunna” el degüello de un carnero (cordero de más de un año) por el patriarca Abraham en vez de su propio hijo como sacrificio a Dios, importante y decisivo paso en la fenomenología e historia de las religiones pues significa simbólicamente, ni más ni menos, que la sustitución de los sacrificios humanos por el de animales. Las referencias coránicas a Abrahám puede encontrarlas el lector en la Sura 3 (La familia de Imran, medinesa), aleyas 65, 67 y 68.

En España y según mis fuentes, se habla de unas cifras de 385.000 corderos para la Pascua Grande musulmana que, sin duda, serán un buen tirón para la economía de ganaderos y carniceros, digo yo mira por donde. Solo en Ceuta, Ciudad querida (y el dato es estimativo) podríamos hablar de 6.000 cabezas. Pensemos que la comunidad musulmana en España puede acercarse ya a la respetable cifra de millón y medio de fieles. ¿Y las condiciones de sacrificio…?. Por un lado, los musulmanes que viven entre nosotros deben de saber que existen ciertas normas legales, siendo preceptivos los acuerdos con Sanidad pues, por motivos obvios, están prohibidos los sacrificios domésticos de animales; por otra parte las autoridades de cualquier rango, particularmente los alcaldes, deben de hacer lo posible facilitando los medios necesarios (carpas para sacrificio, con asistencia de Sanidad, recogida de residuos…) para que ningún grupo o asociación islámica busque disculpas para armarla.. España es un Estado libre de Derecho, en el que está permitida la libertad religiosa. Cúmplase pues, por todos, la correspondiente cuota de responsabilidad.
 

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