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					El Alfonso Murube echará el telón al año 2008 con el 
					encuentro que, a partir de las cinco de la tarde, enfrentará 
					a la AD Ceuta y a la UB Conquense. Dos equipos situados en 
					la zona templada de la tabla, separados por un único punto, 
					que aspiran a terminar la primera vuelta lo más arriba 
					posible y despegarse de un playoff de descenso que les queda 
					más cerca que el de ascenso. O lo que es lo mismo, a diez 
					del cielo y a cuatro del infierno, en cuanto al conjunto 
					caballa se refiere. Una realidad que evidencia la 
					trayectoria negativa de los ceutíes, en principio llamados a 
					pelear por la zona noble de la clasificación. 
					 
					Aunque ya llueve menos, teniendo en cuenta que los blancos 
					acumulan cuatro partidos sin perder entre Liga y Copa 
					Federación, todavía deben mejorar mucho si quieren enmendar 
					lo que cada vez parece más difícil. Teniendo en cuenta que 
					el equipo dirigido por Benigno Sánchez ha sido incapaz de 
					encontrar un equilibrio tanto de juego como de resultados. 
					Cuando se alcanza la decimoséptima jornada y el Ceuta sigue 
					sin encontrar un estilo de juego. 
					 
					Para esta semana, independientemente que el jueves se 
					lesionara Fran Amado, el técnico murciano ya tenía previsto 
					dar entrada a Carlos Valverde en lugar del delantero 
					algecireño y a David Fas en lugar de Txiki. Manteniendo a 
					los nueve jugadores restantes que empataron la pasada 
					jornada en el José del Cuvillo, incluido un sistema de juego 
					que tampoco se ajusta a los preceptos de Benigno Sánchez. 
					Entre los que estará Pepe Martínez, una vez que cumpliera en 
					Copa Federación el partido de castigo por su expulsión en El 
					Puerto de Santa María. 
					 
					Para dejar un buen sabor de boca a la parroquia caballa, los 
					ceutés tendrán que doblegar a un Conquense que tampoco está 
					viviendo su mejor momento de la temporada. Después de que 
					sumaran cuatro puntos de los últimos quince posibles, 
					acumulando dos derrotas consecutivas. La última, en La 
					Fuensanta, ante el Linares (3-4), después de ir por delante 
					en el marcador. Pero los castellanos están pagando muy caros 
					sus errores defensivos, como sucedió en su último 
					desplazamiento al Álvarez Claro de Melilla. Donde el cuadro 
					que dirige Antonio Cazalilla cayó por la mínima (1-0). Un 
					técnico que tendrá hasta cinco bajas entre lesionados y 
					sancionados. 
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