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					LUNES. 8 
					 
					El domingo, recién finalizado el partido de la Asociación 
					Deportiva Ceuta, recibí la llamada de dos jugadores 
					veteranos que esperaban haberme encontrado en la tribuna del 
					José del Cuvillo. Estaban convencidos de que yo viajaría al 
					Puerto para ver cómo el Portuense se hunde cada vez más en 
					los últimos lugares de la clasificación. Un Portuense, al 
					menos así lo vi por medio de la televisión, que se derrumbó 
					físicamente en la segunda parte. Les dije que me cuesta ya 
					mucho trabajo embarcarme para pasar unas horas fuera de 
					Ceuta y, mucho menos, si el motivo principal del viaje es un 
					partido de fútbol. Me contaron que la falta de cobro de los 
					jugadores locales hace posible que éstos apenas se entrenen 
					con interés. Lo cual, aunque luego salgan en los partidos 
					con los mejores deseos, repercute negativamente en el juego. 
					Pero lo que no entendían es que un equipo como el Ceuta, con 
					un presupuesto tan enorme y donde los futbolistas perciben 
					sus honorarios a tiempo, sea capaz de perder los papeles, 
					tras adelantarse en el marcador, y en cuestión de minutos 
					encajar tres goles. Mi respuesta fue la siguiente: cada vez 
					que veo al equipo jugar fuera de casa, observo que la 
					coordinación defensiva es muy mala. En el Puerto, como en 
					Cádiz o en Roquetas de Mar, los laterales sufrieron de lo 
					lindo para evitar los ataques de los rivales. Les indiqué 
					que había sido acertado el cambio de Fran Amado, en 
					ese partido, para situar a Elvis cual delantero 
					‘flotante’. Sin embargo, lo triste es que si no les ganan a 
					los buenos y empatan o pierden con los menos buenos, los 
					trescientos millones parece un derroche que termina causando 
					grima. 
					 
					MARTES. 9 
					 
					Emilio Lamorena me llama por teléfono para decirme 
					que se ha pasado siete días en Madrid y que en cuanto ha 
					regresado a Ceuta se ha leído toda la prensa atrasada. 
					Lamorena no tiene el menor inconveniente en recordarme que 
					es un adicto al Oasis. Y, dado que a mí me consta, me tengo 
					que aguantar cuando me dice que no está conforme con algo de 
					lo leído y alegrarme cuando me cuenta que le ha gustado 
					sobremanera algo de lo escrito por mí. En esta ocasión, no 
					duda en ponerme al tanto de su satisfacción por haberle 
					dedicado yo una columna a Eduardo Hernández. Y es que 
					Emilio, que frecuentaba ‘El Rincón del Muralla’, sabe de lo 
					que hablo cuando me refiero a ese sitio y a quienes hicieron 
					posible que esa tertulia haya quedado inmortalizada en el 
					hotel. En lo tocante a Eduardo Hernández, estimado Emilio, 
					tú y yo sabemos sobradamente la extraordinaria labor que 
					desempeñaba atendiendo desde ‘el rincón’ a cuantos 
					forasteros llegaban a Ceuta y se alojaban en el Hotel La 
					Muralla. 
					 
					MIÉRCOLES. 10  
					 
					Hallo a Mabel Deu hablando con un funcionario 
					municipal y me hace un gesto para que me acerque. Y me 
					acerco. En ese preciso momento, llega Francisco Sánchez 
					Paris y decidimos irnos a tomar un vino. Y aprovechamos 
					la ocasión para charlar entre bromas y veras. Mabel, antes 
					de la llegada del asesor principal del presidente de la 
					Ciudad, me había contado que estaba mejor de sus recientes 
					alifafes. Y también tuvimos la oportunidad de saludar a 
					Gloria Rosado, coordinadora de la guía educativa ‘Ceuta 
					te enseña’. Por cierto, una señora encantadora. Hablar con 
					la consejera de Educación y Cultura es siempre un placer 
					para mí. Y ella lo sabe. Sin embargo, sigue acordándose de 
					que un buen día, tal vez porque no había dormido bien, le 
					dije que había perdido lustre. Pero ya le ha dado pruebas 
					más que suficientes de haber hecho la penitencia 
					correspondiente por cometer tamaño error. Mabel, no me 
					cansaré de decirlo, es el rostro amable del Gobierno 
					presidido por Juan Vivas. Y reconozco, sin ningún 
					tipo de reparo, que siento debilidad por ella. Las cosas 
					claras y el chocolate espeso. 
					 
					JUEVES. 11 
					 
					Con varios días de antelación me fue enviada la invitación 
					de Rogelio Borrego Pousa para que asistiera a su 
					exposición de pintura al óleo. El acontecimiento fue ayer y 
					a mí me resultó imposible estar junto a él en una fecha de 
					mucha importancia para un artista consagrado y a quien he 
					venido siguiendo desde que tuve la oportunidad de 
					entrevistarle en 1995, cuando expuso por primera vez. Pero 
					siempre me quedará la oportunidad de acercarme a la galería 
					Arte Florencia. ¿Qué dónde está esa galería?... Pues en el 
					número cuatro de la Calle de Cervantes y las visitas están 
					programadas de lunes a viernes, en horarios de 11.30 a 14 y 
					de 18.30 a 21 horas. Rogelio firma sus pinturas con el 
					apellido Bosch; en memoria de su abuela materna. Y ya 
					sé, porque me he leído el magnífico reportaje que ha hecho 
					José Manuel Rincón, acerca de la inauguración, que los 
					precios de las distintas obras están entre los cuatrocientos 
					euros a los tres mil que cuesta un espectacular bodegón. En 
					fin, que estoy en deuda con el magnífico pintor. Pero seguro 
					que la saldaré muy pronto. A fin de recrearme en las 
					magníficas pinturas al óleo expuestas por R. Bosch, en la ya 
					reseñada galería Arte Florencia. 
					 
					VIERNES. 12 
					 
					Han pasado ya varios días desde que se celebró la cuchipanda 
					ofrecida por la Delegación del Gobierno a los periodistas 
					que están encargados de las tareas informativas. Fue el 
					miércoles pasado, concretamente. Y acepté la invitación que 
					se me hizo por más que mi tarea no sea la que les 
					corresponde a quienes estuvieron en el Restaurante ‘La 
					Barraca’. Aunque la opinión casi siempre, por no decir 
					siempre, al nutrirse de la noticia suele ir preñada por 
					ella. Lo primero que noté, nada más llegar al local, es que 
					los profesionales de la información parecen cohibidos cuando 
					les toca alternar con las autoridades. La cosa no es nueva. 
					Pero sí es cierto que el miércoles pude comprobar que son 
					capaces de alejarse del anfitrión, en este caso era el 
					delegado del Gobierno, para no departir con él, durante una 
					reunión hecha a propósito para comer y divertirse. Y una vez 
					más, me di cuenta de que los invitados parecían vigilarse 
					para ver quién era el osado que se atrevía a permanecer 
					charlando con José Fernández Chacón unos minutos. 
					Algo que parece no estar bien visto. Y que a mí me cuesta lo 
					indecible entender. Los profesionales, además, formaron dos 
					grupos que se situaron a ambos extremos de la mesa y dejaron 
					total y absolutamente aislada a la autoridad. Dicho ello, 
					con el mero propósito de que semejante falta de respeto 
					pueda ser corregida, debo confesar que me lo pasé la mar de 
					bien conversando con Fernández Chacón. Y pude, al fin, 
					decirle a Roberto Franca que jamás le he tenido 
					inquina y bueno..., que me puse tierno. Y es que el vino era 
					de calidad. 
					 
					SÁBADO. 13 
					 
					Guillermo Martínez, como responsable del área de 
					Turismo, muestra su satisfacción porque Pepe Torrado 
					haya sido nombrado vicepresidente de Medcruise. Se alegra 
					por él, lógicamente, pero también porque ello redundará en 
					beneficio de la ciudad. Ya que cuantos más cruceros hagan 
					escala aquí, mejor para la economía local. Pero no hay 
					alegría que no se vea menguada por cualquier disgusto. Y el 
					disgusto de Martínez es el que le viene dando alguien de 
					esta ciudad que no ha visto con buenos ojos que a la empresa 
					‘Papel de Aguas’ le hayan adjudicado el concurso para 
					diseñar el Stand de Ceuta en FITUR. La persona a la cual nos 
					referimos no descansa nunca. Lo quiere abarcar todo. Y en 
					esta ocasión, haciendo de intermediario de una empresa 
					foránea, no se resigna a perder la oportunidad de ganar 
					dinero aunque sea a costa de atentar contra los intereses de 
					unos empresarios de Ceuta. Menos mal que el consejero de la 
					cosa es persona que no atiende a los consejos de ningún 
					subordinado cuando está al tanto de que por medio hay 
					intereses... De modo que ese que todo lo quiere abarcar, y 
					cuyo nombre omitiremos, de momento, deberá esperar a una 
					próxima ocasión para que sus trapicheos le cuajen. 
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