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OPINIÓN - LUNES, 15 DE DICIEMBRE DE 2008

 
OPINIÓN / PRESUPUESTOS GENERALES DE LA CIUDAD

UPyD propone enmiendas al presupuesto

Por Julián Domínguez


En estos días se ha presentado el proyecto de Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma de Ceuta para 2009. Con un importe consolidado de 302,580.313€, a expensas de créditos pendientes no incluidos en el proyecto que elevan esa cifra, Ceuta se sitúa, como ya señaló UPyD, con 3.981€ por habitante. Más del doble de lo disponible por los/as madrileños/as y más del cuádruple de lo disponible por los/as valencianos/as, por ejemplo.

Podría parecer que con un presupuesto tan generoso deberían poder afrontarse con solvencia los proyectos necesarios para la mejora de los servicios públicos y para satisfacer las legítimas demandas de los/as ciudadanos/as. Sin embargo no es así.

El Gobierno de la ciudad, en la Memoria del Presupuesto 2009, centra sus esfuerzos en afrontar la tan presente crisis económica; crisis, por otro lado, que no se manifiesta en el presupuesto de gastos que ve incrementado su montante en relación con 2008 en más de 11,000.000€ (un 3,82% más).

No obstante, analicemos las respuestas que el Ejecutivo local presenta para paliar los efectos de “la crisis”.

Son tres las medidas: el anticipo de inversiones, la reducción de gastos prescindibles y el refuerzo en programas de carácter social.

En cuanto a las inversiones, que no son anticipadas puesto que ya estaban previstas con anterioridad a la crisis, desde UPyD consideramos que no están bien detectadas las necesidades de los/as ceutíes. Creemos que es mayoritaria la opinión de que uno de los mayores inconvenientes para la sociedad ceutí es el acceso a una vivienda. Pues bien, el Gobierno de la ciudad dedica tan solo el 16% de sus inversiones a vivienda, mientras que emplea más del doble en vías públicas urbanas e infraestructuras. Entendiendo la necesidad de mejora de las vías públicas y otras inversiones, pero no su prioridad frente a la vivienda, consideramos que debe darse un mayor peso a ésta última y, por ello, proponemos que se eleve la partida consignada a vivienda, mediante la reducción proporcional entre los distintos ejes de inversiones, hasta duplicar el importe inicialmente programado; alcanzando el 32% del presupuesto en inversiones. Ello, duplicaría la posibilidad de acceso a la vivienda de los/as ceutíes y no impediría la ejecución de las restantes inversiones que soportarían proporcionalmente entre ellas el coste del aumento en vivienda.

La sola consideración de un gasto como prescindible, justifica por sí mismo su supresión de cualquier presupuesto público. En tiempos de crisis o no. Su reconocimiento por parte del Gobierno de la ciudad, institucionaliza una opinión ya general de los/as ciudadanos/as: El abuso, derroche y dilapidación de nuestros recursos públicos.

Pero aún se agrava la situación, cuando tras las partidas que se dicen que se contendrán para reducir esos gastos (festejos, actividades culturales, etc.), el Gobierno reconoce que inevitablemente, a pesar de ello, los gastos aumentarán en un 5%. Resumiendo, nos dicen que los gastos prescindibles aumentarán en un 5% en 2009. La sinceridad, por no definirlo de otro modo, se agradece pero no consuela.

No obstante, entre las medidas, el Gobierno solo hace referencia al personal para señalar que los altos cargos y personal de confianza congelarán sus retribuciones y que se amortizarán temporalmente las vacantes de personal.

UPyD entiende fundamental profundizar en los gastos de personal.

110,314.780€ (más de 18.000 millones de las antiguas pesetas) es el coste de personal para el año 2009. Un total de 1.531 personas más 616 de los organismos y sociedades municipales (sin incluir a ACEMSA y OBIMASA) hacen un total de más de 2.000 personas al servicio de la administración municipal. Población aproximada de Ceuta: 76.000 habitantes. Superficie: 19 km2. Los datos no necesitan demasiado comentario, pero los vamos a analizar.

Lo más llamativo de las cifras está en que, junto a las desorbitadas cuantías, observamos que respecto al 2008 el coste de personal se ha incrementado en más de un 9% (más de 9,000.000€). Y no es digno de comentario para el Gobierno.

Solo basta con echar un vistazo a las plantillas de personal de los 14 organismos y sociedades municipales, entidades en las que la contratación de personal debe cumplir escasas exigencias legales, para darse cuenta de su desproporcionada dimensión. Más de 200 trabajadores en OBIMACE, por ejemplo. Podemos resaltar, entre otras, a AMGEVICESA en el crecimiento de personal a pasos agigantados, que ya suman 116 trabajadores/as. Todo ello, sin tener en cuenta las sociedades participadas como el Hotel TRIP (Puerta de África) o el Parque Marítimo que parecen no existir para el presupuesto municipal.

Desde UPyD protestamos rotundamente ante la política de personal de la Ciudad Autónoma que, frente al establecimiento del ajustado número de personal para gestionar los servicios públicos, ha utilizado el empleo público con fines no orientados hacia la eficiencia y sí hacia otros intereses.

Por ello, proponemos dos medidas básicas en materia de personal dirigidas a poner fin a esta imparable dinámica emprendida por el gobierno local.

La primera de ellas suprime una modalidad de personal que entendemos claramente partidista e injustificada: el personal eventual. Este personal, tal y como señala el Estatuto Básico del Empleado Público, sólo realiza funciones expresamente calificadas como de confianza o asesoramiento especial. Dicho de otro modo, el enchufado oficial y reconocido. Pues bien, UPyD considera que este tipo de personal no debe ser retribuido por las arcas públicas. Todo el personal de confianza lo tiene a su disposición cualquier político en el seno de su partido y es él, quién debe sufragar, en su caso, los gastos que puedan devengarse. Es más, la Administración dispone de funcionarios altamente cualificados y en plantilla para asesorar en materia de gobierno y administración ampliamente a los cargos de los que dependen. La política debe pagarla el partido y no los/as ciudadanos/as que bastante bien soportan ya la carga financiera de la Administración.

Es por ello, que proponemos la supresión de los 27 puestos de personal eventual que retraen un total de 1,229.119€ del presupuesto.

Al hilo de las propuestas en materia de personal, vamos a incluir una referida a una de las aspiraciones más antiguas, demandadas y necesarias para los/as ciudadanos/as de Ceuta: la constitución de una naviera municipal.

Ya en tiempos de la dictadura del General Franco se estudia la posibilidad de constitución de una naviera municipal, si bien, los intereses empresariales y políticos de la época hicieron abandonar la idea, que, por otra parte, se demostró viable. Desde entonces, han sido varios los partidos políticos, sobre todo de carácter local, que han intentado impulsar la constitución de la naviera municipal, sin desgraciadamente ningún éxito. Casualmente, ni el PP ni el PSOE, han promovido; ni tan siquiera, planteado el proyecto y hasta hace escasamente un año, ni se pronunciaban desde el Ayuntamiento ante los abusos de las compañías navieras sobre los/as ceutíes. Recientemente, otro partido de alcance municipal ha vuelto a plantear la necesidad y viabilidad de la misma; estimando la cuantía del proyecto en aproximadamente 3,000.000€. UPyD apoya esta legítima aspiración de los/as vecinos/as de Ceuta y la considera viable en la cuantía ya adelantada por otros partidos políticos y agentes sociales. Es más, pensamos que ya está bien de esperar y que con la propuesta que lanzamos a continuación resulta financieramente posible.

Por tanto, proponemos que junto a los recursos obtenidos por la supresión del personal eventual, se dedique, tan solo, un 1,3% del presupuesto asignado a inversiones a la constitución de una naviera municipal que preste de manera eficaz y económica el servicio público esencial de transporte marítimo entre las ciudades de Ceuta y Algeciras. Los recursos afectados importan aproximadamente los 3,000.000€ necesarios para la puesta en funcionamiento del servicio.

Para concluir con nuestras propuestas en materia de personal, no solo aplicables al presupuesto analizado, planteamos una política en la materia que puede parecer lógica pero que raramente se utiliza. Consiste en la optimización de los recursos humanos. Está claro que la ciudad no puede mantener esta política de personal, pues hasta el propio Gobierno ha reconocido la posible “quiebra” del Ayuntamiento.

Sin nombrar a los/as responsables, puesto que son evidentes, vamos a plantear soluciones.

Con optimizar recursos humanos queremos decir que el personal debe entenderse como una unidad. Si la ciudad tiene unos costes únicos y consolidados de personal correspondientes a más de 2.000 personas, dispone por tanto de esas más de 2.000 personas. Por ello, deben plantearse carreras profesionales y disponibilidad en la administración de la ciudad como un todo, incluidos organismos y sociedades municipales. De este modo, las vacantes pueden cubrirse por una promoción interna única y las plazas ir amortizándose de manera gradual sin que produzca desatención de los servicios; así, redimensionando adecuadamente la plantilla podrán ir reduciéndose gradualmente los gastos de personal. Entendemos que la rápida salida a través de las privatizaciones, perjudican a los/as trabajadores/as que no son responsables de una nefasta política de personal. Por otro lado, no debe olvidarse que el Gobierno debe velar por la productividad de los/as empleados/as municipales; no permitiendo absentismos, bajas médicas abusivas y otras prácticas conocidas por los/as ciudadanos/as y consentidas por los/as responsables políticos/as.

La última de las medidas que el gobierno propone para paliar “la crisis” es el refuerzo en programas de carácter social; resaltando que dedicará durante el año 2009 69,5 millones de euros, es decir, un 23% del total del presupuesto. En numerosas ocasiones se menciona la cohesión social como objetivo, pero no se concreta su contenido.

UPyD defiende como valores fundamentales la igualdad y la justicia. Y éstas no se hacen efectivas si las personas no disponen de los recursos básicos necesarios para el desarrollo de su personalidad individual y colectiva. Por ello, los poderes públicos tienen la obligación constitucional de salvar los obstáculos que impiden a las personas su integración efectiva en la sociedad a la que pertenecen. En este sentido, las políticas sociales son las que van dirigidas a remover esos obstáculos que impiden a la persona ejercer de manera plena su ciudadanía.

Una política social, por tanto, debe analizar las situaciones que producen esa desigualdad, estudiar las medidas para remediarlas y llevar a cabo las acciones necesarias para solucionarlas. Por último, se debe evaluar el cumplimiento de los objetivos y las causas de fracaso de las medidas adoptadas. Es decir, planificar las acciones sociales.

Vemos cotidianamente en nuestra ciudad, como numerosas personas que no lo necesitan se benefician de la protección social que va dirigida a personas en situación real de exclusión social. Personas que con suficientes signos externos de riqueza, derivado de economías sumergidas, retraen enormes recursos de las personas que verdaderamente lo necesitan.

Una política social seria, debe establecer sendas de compromiso y objetivos claros, de tal modo, que los/as beneficiarios/as de los servicios sociales reciban las ayudas como contraprestación a compromisos de formación o integración; siendo excluidos/as en caso de incumplir esos compromisos. Deben evaluarse los programas de acción social, de modo, que se refuercen los que cumplan los objetivos y se desechen los que no. No puede afirmarse que el Gobierno está comprometido con la cohesión social y no disponer de datos que afirmen que los recursos están cumpliendo con los objetivos y el año que viene Ceuta será una ciudad más cohesionada socialmente tras haber gastado 69,5 millones de euros.

Por ello, desde UPyD proponemos que se definan individualmente los programas sociales que van a ser financiados con cargo al presupuesto, de tal modo, que se determinen claramente la financiación, sus objetivos y las acciones a emprender; debiendo evaluarse a posteriori la eficacia del programa y el grado de incidencia que ha supuesto para la mejora de la cohesión social; debiendo ser esa información de carácter público.

Otra de las propuestas que UPyD defiende de acuerdo a sus supuestos programáticos, es la democratización de la vida pública de la ciudad.

Todos/as convenimos que la decisión pública de mayor importancia a lo largo del año es la aprobación del presupuesto, sin embargo, no tiene ese reflejo en la posibilidad de participación de los/as ciudadanos/as.

La Ley Reguladora de las Haciendas Locales, solo prevé la participación de los ciudadanos en los presupuestos para el caso de reclamaciones por incumplimiento de normas legales (art. 169 y 170). Lo que es lo mismo, solo si el Gobierno comete una ilegalidad puede un ciudadano estar legitimado para reclamar. Por tanto, no permite la participación de la ciudadanía, a través de asociaciones o partidos políticos sin representación en la corporación, para presentar enmiendas sobre el contenido para que sean debatidas en el Pleno. Pero la Ley no impide que el Reglamento de la Asamblea lo permita, tal y como se reconoce en otros municipios españoles como la Villa de Madrid.

Ello, permitiría que las propuestas que UPyD ha planteado anteriormente tuviesen que ser debatidas por los partidos políticos con representación y, por otro lado, los/as ciudadanos/as tendrían así una vía abierta de participación.

Por tanto, UPyD propone que se modifique el Reglamento de la Asamblea para que se incorpore la posibilidad de presentación de enmiendas al presupuesto por parte de asociaciones domiciliadas en la ciudad, así como, de partidos políticos válidamente constituidos pero sin representación en la Asamblea.
 

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