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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 17 DE DICIEMBRE DE 2008

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

Veleidades económicas
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

Estoy un poco fuera de este mundo. La gripe me ha golpeado con un tremendo knockout (KO) que casi acorta mis esperanzas de vida.

Eso de pasar un fin de semana en la sierra esquiando en plan hermanos Ochoa no se me da bien. Las gélidas pistas estaban barridas por un mistral de ahí espero y si no me fui de cabeza al lago poco faltó. El empuje del viento es peligroso cuando uno esquía tranquilamente confiado en sus dotes.

Ahora tengo fuerzas, gracias al jarabe de la abuela, y escribo estas líneas con las células grises un poco alteradas, en parte por la crisis y en parte porque los hechos actuales me dan plenamente la razón.

Existe un sistema económico insostenible que se conoce como células de la abundancia, más conocido como sistema Ponzi.

Es la pirámide económica, un esquema de negocios que se basa en que los participantes refieran a más clientes con el objetivo de que los nuevos clientes produzcan beneficios a los participantes originales. El nombre de pirámide se da porque se requiere que el número de participantes nuevos sean más que los existentes.

El quid de la cuestión piramidal está en que funciona bien mientras existan nuevos participantes en cantidad suficiente. Cuando éstos disminuyen por saturación, los beneficios de los participantes originales disminuyen y muchos de ellos terminan sin beneficio alguno tras haber financiado las ganancias de los primeros participantes.

Esto es lo que ha hecho Bernard Madoff y con él muchos bancos y entidades financieras, aunque estos últimos lo vienen haciendo desde siempre con la salvedad de que disponen de coberturas con los créditos del FMI o BCE en caso de quiebra. Pero no deja de seguir siendo fraudulento pero respaldado por la legalidad.

Lo que yo comentaba en un artículo sobre el tema de la economía y publicado en éste diario meses atrás, entra de lleno en la diana mediática por su certera referencia, no me lo nieguen. Aunque bien es cierto que no incluí nombres, ya estaba bastante sobrado.

No es clara la referencia que hacen nuestras autoridades económicas acerca de que es poco preocupante la situación… cuando son 3.000 millones, por ahora, que desaparecen en los bolsillos de Madoff. Eso de que los implicados son grandes fortunas está por ver ya que muchos ciudadanos tienen planes de pensiones y las entidades depositarias de los mismos suelen jugar con ese dinero, ya sea en la Bolsa o en otras formas de beneficios rápidos. Captan nuevos futuros pensionistas para financiar a los que alcanzan la edad. Esta muy clara esa forma de pirámide y sobre la que no existe control serio alguno.

Mal asunto se presenta, para la economía en general, cuando se va perdiendo poco a poco la confianza de los inversores si encima sueltan cortinas de humo para desviar el temor hacia estratos imposibles de contactar como son esos supuestos inversores internacionales de los que nadie ha sabido nada hasta ahora.

Es increíble que profesionales financieros se dejen engañar por promesas de rentabilidad de dos dígitos sin que estuvieran plenamente justificadas, cuando deberían haber exigido una explicación clara de cómo podrían producir esa rentabilidad. No basta con saber que se puede obtener tal rentabilidad, hay que saber el cómo se obtiene.

Dada la desconfianza que me genera el sector, mañana mismo sacaré mi capital, lo que quede, del fondo de pensiones que mantenía hasta ahora. No me fío ni un pelo, pese a las seguridades que me dan y aunque pierda los intereses de casi un año, no voy a esperar a tener 65 años y que se haya esfumado entonces.

El que quiera picar que pique, luego no se queje.
 

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