PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales

 

 

cultura - SÁBADO, 20 DE DICIEMBRE DE 2008


Raimundo Amador. a. samiñán.

entrevista / RAIMUNDO AMADOR
 

«Por culpa de Jimi Hendrix
pasé de gitano a hippy; o
más bien a ser un gitano hippy»

Raimundo Amador y su banda llenan la Sala
Café Club en el último viaje de su Tour Bluslerías y en el directo estrella del local del Poblado Marinero en su primer aniversario

CEUTA
Rober Gómez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Uno de los privilegios de ser periodista es asistir en ocasiones como esta a las pruebas de sonido, que es algo así como si hubieras contratado al artista para un concierto privado con un puñado de personas. Pasó con Marki Ramone y una vuelta al sol después pasa con Raimundo Amador en el primer aniversario de la Sala Café Club. Raimundo es un tío metódico sobre el escenario y muy afable, sincero y natural fuera de él. Lo que más me llama la atención, una vez empezamos a hablar, es su gran cultura rockera, porque hay que imaginárselo como un bicho raro por llevar un disco de Hendrix o Cream bajo el sobaco cuando era un chaval en el marco flamenco de las 3.000 viviendas de Sevilla.

Pregunta.- Habías estado tocando en Ceuta, pero ahora con tu nombre en ‘letras gordas’, digamos.

Respuesta.- Hace más de 20 años que no estaba por aquí. Con Kiko Veneno puede ser. La última vez fue con Romero San Juan, que en paz descanse. Ahora, al no fumar... -risas- Antes siempre estaba deseando venir para acá a pegarme una pechada de fumar. Está guay Ceuta. Estuve por primera vez antes de grabar el disco Veneno.

P.- Sé que has interrumpido el registro de tu nuevo trabajo para estar aquí, cosa que te agradecemos. ¿Cómo va la grabación?


R.- No está muy avanzada todavía, pero a ver si le damos caña para que salga este año.

P.- ¿Por dónde estás tirando en este disco?


R.- Hay cosas alegres, pero también más melancólicas, porque llevo dos años un poco durillos, porque un hermano y mi padre murieron. Eso se va a ver reflejado en el disco, porque he hecho un tema para cada uno. Uno de los temas no va mucho conmigo, pero me ha salido así. Parece que me lo ha mandado él desde arriba. Es algo muy clásico, como un adagio. Algo que ni él ni yo tocábamos. Me dio el punto un día y me puse a grabar sin saber lo que iba a hacer; y es lo que se va a escuchar en el disco, las dos pistas de guitarra que grabé. Pero también hay caña, porque tengo ganas de decir muchas cosas.

P.- ¿Con los años vas rockeando más o tirás hacia el flamenco?


R.- El flamenco está siempre ahí, pero yo soy muy rockero y blusero. Lo hago todo muy mezclado. Hago un rock, pero siempre lo canto un poco aflamencado. Podría cantarlo más rockero, pero cada vez lo hago más flamenco. Siempre está mi raíz gitana.

P.- No es muy habitual que los gitanos tiren por el rock. ¿Eras un bicho raro entre los tuyos?


R.- La culpa la tiene Hendrix -risas-.

P.- ¿Cómo llegó a tus manos el primer disco de Hendrix?

R.- Estaba en el coche de un amigo, que en paz descanse. Era un mini. Eramos unos chavalines y estábamos en un sitio llamado Los Gitanillos. Vi en la guantera una cinta de Jimi Hendrix. Yo había oído hablar de él y me dije: “Voy a ponerlo”. Lo primero que salió fue el Red house... y ahí me cambió la vida totalmente. Ahí pasé de gitano a hippy; o más bien a ser un gitano hippy. Tenía la cabeza un poco rasta. Era un poco dejadillo. El que me cortaba el pelo me decía: “Raimundo, vente a la peluquería que tienes la cabeza como una escarola”.

P.- Has colaborado con un montón de gente, ¿con quién te ha dado más satisfacción?


R.- ¡He colaborado con gente tan buena que es difícil escoger!, pero me quedo con Camarón, porque ya no está aquí. Pero después he tocado también con B.B. King, con Björk, con Santana... Gente muy poderosa en la música.

P.- Tu colaboración más bizarra debe de ser la de Björk, ¿no?


R.- Ella, por lo visto, cuando está grabando un disco coge algo de cada país. Estaba en España y mandó pedir un guitarrista flamenco y me tocó a mí, porque yo era de la misma compañía. Y resulta que dio en la clave, creo yo, porque yo era superfan de los Sugar Cubes, que era su grupo anterior de pop-rock que tenía y que me gustaba mucho. Yo estaba superenamorado de ella, sobre todo de ella -risas-. Por ahí la tengo en una foto en el teléfono.

P.- Y la época con Kiko Veneno fue algo que sólo se ha valorado con el tiempo.

R.- Inventamos algo que ha sido muy bueno, pero en aquel tiempo éramos un grupo incomprendido y que nos han dado la razón ahora, después de 30 años. Fueron muy desastrosos todos aquellos años, porque fue un disco que ahora está en un pedestal, pero tenías que haber visto la de bulla que nos dieron. Yo pensaba: “¿Será verdad que es muy malo el disco este que hemos hecho?”. A última hora, en el Rock de Luxe han dicho que es el mejor disco que se ha hecho en los 30 años de rock andaluz. Y yo me lo creo. Me doy cuenta ahora. Entonces no nos dábamos cuenta ni de lo que estábamos haciendo. Yo me lo pasé muy bien. Yo por Veneno dejé a la familia Montoya y mi padre se enfadó muchísimo, porque estaba muy orgulloso. Yo tenía 15 ó 16 años. La Negra, la madre de Lole, ya tenía cuarenta y pico años. La que era de mi edad era la Carmelilla. La madre de Lole canta que no veas.

P.- Supongo que sabrás que la hija de ‘la Negra’, Lole, es de Ceuta, igual que Manuel.


R.- Claro. El disco de Veneno lo grabamos en el 77, pero con Montoya grabé en el 75, que estuvieron en la grabación Tomatito y Camarón. La familia Montoya es mucho.

P.- Y luego vino Pata Negra.


R.- A mí me gustaba más Pata Negra que Veneno, porque esa fue la fusión gitana, el rock gitano. De hecho, uno de los discos se llamó así.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto