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OPINIÓN - DOMINGO, 21 DE DICIEMBRE DE 2008

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Los buenos oficiales
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Es cuando se dejan ver, para reivindicarse como personas entregadas a los demás. Precisamente en estos días en los que aparecen con un “aguinaldo” especial para que los más desheredados puedan pasar parte de las fiestas como otros que tengan mejor situación económica.

No me ha gustado nunca esta generosidad en torno a las fiestas navideñas, posiblemente, porque yo pertenecía más a aquellos que recibían algo, en vez de ser de los que podían ayudar.

Y si no me gustaba era porque esa “generosidad ficticia” tendría que ser recompensada más tarde con otras cosas que ponían en tela de juicio la dignidad de esos tan generosos, frente a los que poco, o nada, poseían.

Precisamente, en estos días, cuando emisoras de radio o cadenas de televisión se lanzan a la ayuda de esos que poco o nada tienen, me acuerdo de aquellos años 50, del siglo pasado, cuando los creyentes de “buena fe” hacían lo posible y lo imposible por estar en la plataforma de quienes habían colaborado para que la cena del día de Noche Buena fuera un poco más llevadera que la del día anterior en las casas de algunos pobres.

Y si esto me parece incorrecto, porque todos estos asuntos no deben correr a costa de los particulares, sino de los organismos oficiales, mucho más incorrectas me parecen las campañas en busca de juguetes para los “niños pobres”. Esto ya no tiene nombre y creo que siempre es positiva una campaña en busca de un juguete más, que alegre a un niño en la Cabalgata de Reyes, por ejemplo, pero siempre y cuando esos juguetes no hagan distinción entre ricos y pobres.

En más de una ocasión, permaneciendo hasta más de 14 horas delante de un micrófono, he hecho alguna de esas campañas en busca de juguetes para los niños, pero siempre teniendo buen cuidado y partiendo de la base de que esos juguetes fueran para todo tipo de niños, sin tener que colocar el adjetivo ese de pobre o rico, que nada significa cuando de niños se trata.

De aquí debemos partir y es preferible que a cualquier niño se le dé un juguete que no haya costado más de 3 o 5 €, que no el tratar de que una clase de niños, por ser pobres, reciban uno o dos juguetes baratos, que al compararlos con los que a sus amigos ricos les trajeron los Reyes, se sientan decepcionados porque los de los ricos son mejores que los que a ellos les han dado. Dando a todos, ricos o pobres, del mismo lugar, nunca habrá esas diferencias.

Es tiempo de paz, de reflexión, de amor y no es momento de diferenciaciones entre lo que me han dado que es peor que lo que los papás les compran a los que tienen más dinero.

En lo único que no hay diferenciación es en la forma de tratar esos juguetes en la publicidad. Yo que soy muy crítico con la televisión y con ciertos sectores que la manejan a su capricho, lo que no voy a criticar, en absoluto, es que la publicidad que aparece ahí es exactamente igual para los que pueden comprar todo, o para los que difícilmente pueden comprar algo.

Es el punto final de un año más. Será el punto de arranque de otro año y, en estos días, cada uno trata de hacer aquello que puede para aparecer en esos”premios de carácter social” como uno más de esos a los que yo llamo los “buenos oficiales y que dicen haber estado siempre junto al necesitado. Ahora lo que hay que preguntarse es si estuvieron de corazón o para salir mejor en la foto.
 

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