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sucesos - VIERNES, 2 DE ENERO DE 2009


control en afganistan. cedida.

investigación policial
 

El fiscal pide nueve años de cárcel para el ceutí detenido en Botafuego en la ‘Operación Tigris’

La fiscalía acusa a Tarek Hamed Hamu, arrestado el 15 de junio de 2005 en el centro penitenciario algecireño y al que se encontró diverso armamento en su casa del Príncipe, de pertenencia a banda armada, según ha desvelado el diario EL PAÍS

CEUTA
Gonzalo Testa

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pide, según informó el miércoles el diario EL PAÍS, una condena de 9 años de prisión por un presunto delito de pertenencia a banda armada para el ceutí Tarek Hamed Hamu, que fue detenido el 15 de junio de 2005 en la prisión de Botafuego y al que se acusa de formar parte de la red Tigris de captación y envío a Irak y Afganistán de suicidas.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pide en sus conclusiones nueve años de cárcel para el ceutí Tarek Hamed Hamu por pertenencia a banda armada. Con treinta años, Hamed Hamu fue detenido el 15 de junio de 2005 en la prisión de Botafuego, donde permanecía en prisión preventivo tras su detención por la UDYCO el 2 de abril de ese mismo año en la ciudad autónoma en una operación contra el tráfico de estupefacientes. La Policía le acusó de facilitar documentos falsificados a los terroristas suicidas que la red Tigris enviaba a Irak o Afganistán para inmolarse. Su hermano, Latif Hamed Hamu, también fue detenido como sospechoso de militar también en la organización terrorista marroquí Salafia Jihadia, a la que supuestamente también estaban ligados los arrestados en diciembre de 2006 en el Príncipe en el marco de la denominada ‘Operación Duna’.

Tarek Hamed Hamu nació en Ceuta el 24 de diciembre de 1978 y la policía encontró en su casa de la barriada de Príncipe Alfonso, en abril de 2005, una pistola Star calibre 6,35 y 215 cartuchos, además de un libro titulado Provocación, Agitación e inducción a los infieles de Dios a la conquista de la Yihad. Supuestamente cuando fue arrestado el ceutí ya había realizado, aparentemente, los rituales previos a la realización de una acción de tipo suicida a favor del Yihad. Su hermano Latif, nacido también en la ciudad autónoma el 1 de agosto de 1981, también fue detenido bajo la acusación de colaborar con la red islamista en las mismas actividades que su hermano, aunque la Fiscalía no pide ninguna condena para él.

Las investigaciones que dieron lugar a la ‘Operación Trigris’ se iniciaron en marzo de 2004 y permitieron conocer la implantación en diferentes ciudades españolas de una serie de musulmanes radicalizados que constituían una red islamista de apoyo a la causa iraquí, de ideología yihadista, con conexiones en diferentes países de Oriente Próximo, Magreb y Reino Unido.

El núcleo central de la organización se encontraba en Siria desde donde operaban los dos principales reclutadores y financiadores de las actividades de la red islamista: Muhsin Kaybar, alias ‘Abdelmajid Al Libi’ o ‘Abdelmajid Al Yasser’, y Abdel Hay Assas, alias ‘Abdalla’. Estas dos personas centralizaban en Siria todas las comunicaciones, vía Internet, con el resto de los operativos en diferentes países, entre ellos España. Ambos fueron detenidos en mayo de 2004 por las autoridades sirias y posteriormente entregados a su país de origen, Marruecos.

Según informó en su edición del pasado miércoles el diario EL PAÍS la red tenía varios hombres en Ceuta que, según el escrito de la fiscalía, se financiaban mediante la delincuencia común, y “disponían de capacidad operativa para cometer acciones terroristas y tenían la intención de llevarlas a cabo”.

Cuatro grupos

Prácticamente la totalidad de los individuos detenidos ejercían actividades de delincuencia común, como el tráfico de estupefacientes, falsificación documental, robos con violencia e intimidación, etc, a través de las cuales obtenían los fondos necesarios para el mantenimiento de las actividades de la red islamista. Otros integrantes de la organización desmantelada hacían llegar los fondos obtenidos, por diferentes medios (transferencias, correos personales, etc), a sus países de origen.

La red Tigris se articulaba en cuatro grupos perfectamente definidos en Madrid, Barcelona, Valencia y Ceuta, además de un grupo mixto con miembros de Madrid y Barcelona en torno la la figura de Mohamed Larbi Ben Sellam, para quien la Fiscalía pidió 27 años de cárcel en el juicio que se celebró en la Audiencia Nacional por los atentados en Madrid del 11 de marzo de 2004. Ahora se le procesará por hechos posteriores a la masacre.
 


La fortaleza Al Kalaa

En España, la conocida como red Tigris tenía su centro neurálgi co en la denominada Fortaleza de los Guerreros Al Kalaa, una vivienda sita en el número 20 de la calle de San Francisco, en la localidad de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona). Diferentes miembros de la red la han habitado, aunque sus huéspedes han ido variando a medida que otros se desplazaban a Siria, Afganistán e Irak. Allí se captaba, adoctrinaba y preparaba a los yihadistas para la comisión de acciones terroristas y desde allí se daba apoyo logístico también a quienes, habiendo cometido ya acciones terroristas, pretendían continuar con esa actividad en Irak.Esta base logística prestó apoyo a varios terroristas implicados en los atentados del 11-M que no llegaron a ser detenidos. Por Al Kalaa pasaron, entre otros, Larbi Ben Sellam, Mohamed Afalah, Othman el Mouhib, Daoud Ouhnane y Abdelilah Hriz, condenado recientemente en Marruecos a la pena de 20 años de prisión.
 

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