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sociedad - SÁBADO, 3 DE ENERO DE 2009


lugar donde habitan los inmigrantes. ep.

barriadas
 

Un edificio en ruina sirve de cobijo para los inmigrantes en Villajovita

La Ciudad dice que ya ha atendido la petición, que existen muchos recintos privados con el mismo problema y que se atenderá la petición para evitar daños en los vecinos
 

CEUTA
Luis Parodi

ceuta
@elpueblodeceuta.com

No es un problema aislado. Existen multitud de edificaciones en Ceuta donde pernoctan los inmigrantes. En algunos casos, los daños colaterales son pocos, pero en Villajovita, ha obligado al presidente de la Asociación de Vecinos a levantar la voz y a aclarar que una anciana que vive anexa a esta parcela ha sufrido robos de ropa, calzado y bombona de butano durante los últimos meses. La Ciudad lo sabe y anuncia que tomará medidas, pero con cautela, ya que se trata de un lugar privado.

Es inconcebible que haya personas capaces de vivir bajo el techo de una casa en ruina que expele un holor insoportable. Un grupo de inmigrantes pernocta casi a diario en los bajos de un edificio derruido. Una valla tirada y que contiene información del peligro que supone pasar al recinto, limita la calle conocida como la Cuesta del Loro con esta casa baja en ruina. Ya dentro, una serie de boquetes, verjas, matorrales y piedras quedan esparcidos sobre el terreno. Nadie sabe nada de su propietario. Alfonso Ros, presidente de la Asociación de Vecinos llama al portal de enfrente, el vecino puede saber algo, pero no está. Debajo de la techumbre de la casa en ruinas se apilan camas, elementos propios de una vivienda, pero antiguos y sobre una penumbra y un olor que invitan a marcharse.

Esta casa era el número 15 de la Cuesta del Loro -había un hombre mayor en el barrio que siempre iba con su loro-. Al lado viven una anciana y su hijo. “Se han llevado ropa, zapatos y hasta una bombona de butano llena”, repite en varias ocasiones. Cuando la anciana se dispone a mostrar el paso de los inmigrantes por la cocina, su hijo le dice que no conviene dar pistas de cómo robar, ya que es por detrás de las viviendas por donde se producen los asaltos.

Alfonso Ros, el portavoz vecinal, asegura que han mostrado fotos a Gregorio García Castañeda -viceconsejero de Equipamientos Urbanos-, pero que no han recibido más señales a partir de entonces. “Lo único que sabemos es que un técnico nos dio la razón, pero no nos dijo cuándo iban a desmontar este tinglado”, comenta Ros.

En la otra parte, García Castañeda, aludido por estas declaraciones, ofreció su versión. “Se trata de una casa privada, que tenemos que reparar, pero primero hay que esperar a todo el procedimiento administrativo. No podemos entrar en un lugar privado cuando nos apetezca”, explicó. “No es un caso aislado, hay muchos solares llenos de basura y nosotros procedemos en consecuencia; cuando nos dictaminan ya vemos cómo hay que actuar y entramos”.

Reivindicaciones

Los vecinos también mostraron sus inquietudes en otros aspectos de la barriada. Principalmente les preocupa la estrecha calle de Ruiz de Alarcón, desde donde se desemboca a través de una angosta escalera a la calle Padre Feijoo. “Es una zona sin iluminación”, reveló Ros. Además, esta calle impide la ágil evacuación del agua desde que se colocó la nueva pavimentación. La vecina del también número 11 comentó: “Desde que pusieron el suelo nuevo el agua se queda estancada en la acera y se cuela la humedad por la pared, yo siento más el frío desde entonces”.

Ros aseguró, después de caminar por la Cuesta del Loro y Tirso de Molina, que Villajovita es “la barriada más oscura de toda Ceuta”. Y con respecto al plan de inversión en barriadas, dijo, “estaría bien que parte de la luminaria se colocara aquí”.

Posteriormente, Ros lamenta ver la terminación de la calle Zorrilla, con una rampa de barro y con basura acumulada. “José María de Parada es la calle paralela, tiene la misma terminación pero sí está pavimentada”. Otra señora aparece desde el pasaje Benavente y se dirige hasta la vaguada que conecta con Loma del Pez. “Por aquí se van hacia abajo los ladrones y es imposible cogerlos. Además, esto está lleno de gatos y basura, deberían limpiarlo”.

Al final del recorrido, llama la atención un cable de telefónica que pende en diagonal, ya a demasiada poco altura, desde Calderón de la Barca hasta Genaro Lucas.
 

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