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Esto no es una feria. La actitud de la delegación del
Gobierno aplicando claramente la Ley para rechazar una nueva
manifestación [ya ha habido una en la que quedó claro el pro
palestinismo de muchos] es justa y de libro. Con
independencia de lo que piense personalmente en relación a
la situación de Oriente Próximo -cosa que me reservo- porque
repartiría a todos los flancos, me gustaría saber si en
Ceuta no hay suficientes problemas como para hacer piña y
aunar lo esfuerzos para logros algo más caseros. Claro que
es una vergüenza lo que ocurre allí, pero también lo es lo
que ocurre con la falta de libertades en el País Vasco, o en
Marruecos, o en Argelia, o las habituales guerras
permanentes en zonas centro africanas. Pero lo que ya llama
la atención es la permanente división existente en la
representatividad de lo musulmán en Ceuta. Algo que queda
patente por el interés ahora, sin el tiempo legalmente
establecido, del famosillo Mohamed Ahmed Ali, el amigo que
fue de Hassan y que, curiosamente se hace fotos con nuestro
Rey pese a ser ‘non grato’ en esta ciudad y que al parecer
quiere recuperar el terreno perdido.
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OPINIÓN
