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OPINIÓN - VIERNES, 16 DE ENERO DE 2009

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Inmigrantes hindúes
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Parece que fue ayer y ya han pasado más de nueve meses, desde que un grupo de inmigrantes, es de suponer que sin papeles, se marchaban del CETI y han permanecido, y permanecen en el monte.

La situación es alarmante, uno no quisiera crearse problemas de conciencia, pero esa situación de “permisividad” que han promovido determinados grupos, muy progres ellos, para todos aquellos que huyendo de una situación, posiblemente, insoportable en su tierra “venían buscando el dorado” aquí, no ha dado los resultados que los de fuera creían que iban a encontrar y los “protectores de dentro” no han sabido programar.

Y no era un par de ellos, no eran media docena de inmigrantes, fueron 59 los que, un buen día, prefirieron “echarse al monte”, yo creo que sin saber lo que tenían, sin saber lo que iban a encontrar y sin haber sabido lo que acababan de perder en el CETI.

Ahora, nueve meses después, tendrán que volver a su tierra, van a ser repatriados, a pesar de que ellos habían pedido al Gobierno la aplicación de una medida de gracia, que no han logrado, y tras muchos meses de penurias, ahora se van a encontrar con aquello que ellos trataron de esquivar, cuando huyeron del CETI.

La permisividad, en épocas pasadas, no demasiado lejanas, empiezan a mostrar ahora la otra cara de la moneda, cuando las economías no se pueden permitir gastos extras de ningún tipo, ahora mismo.

Ahora bien, aunque huidos del CETI, en todo momento estuvieron a tono para poder haber sido repatriados, desde el primer día que se escaparon.

Surgen muchas preguntas ahora mismo ¿Por qué se aguardó tanto tiempo? Está claro que los 59 que serán repatriados, tanto ahora como hace nueve meses, todos ellos incumplían la Ley de Extranjería.

Ciertos precedentes les hacía tener esperanza de que ellos, también, podrían ser favorecidos con una medida de gracia igual que se había adoptado hace un año con casi 40 inmigrantes de Bangladesh, en unas situaciones similares.

Y aquí lo que está claro es que vienen a tierras extrañas, pero bien aleccionados para urdir todas las tretas posibles y aunque sea pasando por el “filo de la navaja”, sortear las leyes, buscar los recovecos y salirse con la suya.

Creo, así lo he dicho varias veces, que aquí se ha permitido demasiado, posiblemente, se sigue permitiendo y bien por vacío de ley o por ser excesivamente flexibles algunas leyes, se “han colado” demasiados, sin una documentación exigida y exigible para permanecer aquí con todos los derechos.

La medida de protesta de este grupo de hindúes se hacía patente en los primeros días de abril, del pasado año ¡¡Ya ha llovido desde entonces!!.

A partir de ahí ¿En el monte? ¿Bajo qué control?¿De qué han vivido y en qué condiciones?¿Quiénes les han asistido y les asisten ahora en sus peticiones?.

Son demasiados problemas que nos llegan a nosotros, sin otra culpa que el estar en un lugar de fácil acceso por mar o por tierra, si el vecino no se propone cortarlo.

Ahora la repatriación aporta nuevos gastos para nuestra economía que no está para estos “juegos”.
 

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