PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 22 DE ENERO DE 2009

 

OPINIÓN / SNIPER

Rabat y Madrid al ritmo de “Barras y Estrellas”
 


José Luis Navazo
yebala06@yahoo.es

 

En recientes palabras del Presidente Rodríguez Zapatero, las futuras relaciones con el actual inquilino de la Casa Blanca “serán muy buenas”. Esperémoslo por la cuenta que nos trae. De lo que no tengo duda es del mantenimiento de la especial corriente de simpatía entre Washington y Rabat. El Marruecos alauí fue el primer país del mundo en saludar en 1777, la independencia de los Estados Unidos, rubricando Thomas Jefferson el “Tratado de Amistad Marroquí-Americano”, el más antiguo firmado por el naciente país de las Barras y las Estrellas aun vigente. La legación consular norteamericana en Tánger, reconvertida en museo, fue la primera propiedad del gobierno norteamericano en el extranjero e, incluso, los Estados Unidos llegaron a fondear en la rada de Tánger, con la aquiescencia del Sultán Mulay Abdelaziz, varios buques de guerra desde el 30 de marzo al 6 de junio de 1904, desembarcando “marines” a fin de intentar liberar al millonario norteamericano Ion Perdicaris, secuestrado en la noche del 17 al 18 de mayo de 1904 en su casa de campo sita en los alrededores de Cabo Espartel por una “harka” liderada por El Raisuni, peculiar jeque “chorfa” y señor de horca y cuchillo de la Yebala.

¿Y España…? En el US.Army aun recuerdan cuando, en noviembre de 1975 (crisis de la Marcha Verde/Al Massira Khadra), la diplomacia española filtraba a Argelia información confidencial facilitada por los propios Estados Unidos, dando a conocer al gran enemigo de Marruecos la ayuda militar norteamericana que, en secreto, Washington había otorgado a Hassan II: 150 millones de dólares que incluían 25 carros de combate M-48, 6 aviones de transporte C-47 y C-130 y varios cazabombarderos F-5, lo que puso en un brete al embajador Parker obligando a bajar a la palestra al mismo Secretario de Estado, Henry Kissinger….. Claro que, matizan mis fuentes, “eso fue durante el desenlace del franquismo”. Lo que aun colea es el desplante del actual mandatario español a la bandera americana y la forma y los modos en los que, nada más pisar La Moncloa, ordenó el precipitado repliegue de los efectivos españoles en Irak. Los Estados Unidos consideraron la relación estabilizada con la permanencia de las tropas españolas en Afganistán que, de aumentar sus efectivos según ha asegurado la titular de Defensa, podrían relanzar las relaciones bilaterales.

En el peculiar baile a tres bandas entre Madrid, Rabat y Washington, los Estados Unidos jugarían con dos cartas: la solidez de sus relaciones, tan especiales, con Marruecos y el decisivo papel de mediador (“facilitador” para la diplomacia española), Colin Powell por medio, en la inoportuna y peligrosa crisis del islote de Perejil (“Laila” para nuestros vecinos). Tengan claro los lectores que los Estados Unidos no consentirán en ningún momento que dos de sus aliados se líen a tiros. Más aun: si se confirman las reservas petrolíferas en aguas del Sáhara Occidental… Rabat lo tendría fácil. En el rebufo, incluso podría haber sorpresas en el marco de las Naciones Unidas. En definitiva, bien haría Zapatero en limar desencuentros afianzando una firme alianza con Washington. Sin el poder de disuasión de las fuerzas armadas norteamericanas y su proyección estratégica, sin la VI Flota navegando por las aguas del Mediterráneo… este proyecto de ingeniería política llamado Europa duraría menos que un caramelo a la puerta de un colegio. Visto
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto