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Hoy, precisamente hoy el
presidente de la Ciudad Autónoma anuncia una visita a las
instalaciones de Punta Blanca, una suerte de reformatorio
donde los menores cumplen sus penas por infracciones graves
contra la sociedad, que dependen orgánicamente del propio
gobierno autónomo y que en esta última semana ha sido
noticia por la denuncia sindical (Comisiones) de malos
tratos a los internos. Situación que ha alarmado no ya a los
responsables directos del área de menores, sino al propio
Ejecutivo por extensión. Situación que ha llamado,
igualmente, la atención al propio juez de menores quien en
declaraciones exclusivas en EL PUEBLO aseguró no haber
tenido constancia, ni sospecha alguna sobre tratos
semejantes a los relatados por el sindicato denunciante, lo
cual dejaba las cosas más claras y, dada la especial
garantía que ofrece la afirmación del magistrado, propiciaba
la seguridad de lo que se vaticina como infundio en relación
a las declaraciones contrarias de quien es el máximo
responsable real de estos menores y en quien queda
establecido el resguardo de sus intereses. Si él que visita
las instalaciones mensualmente y trata con los internos
constantemente no halla elementos de juicio similares a los
denunciados, difícilmente puede pensarse o creerse cosa
distinta a lo que manifiesta el que luce toga competencial
en esta determinada área.
El presidente visita hoy el centro de Punta Blanca
oportunamente para mostrar abiertamente dos cosas: la
primera que respalda -como quedó mostrado en sesión
plenaria- la acción profesional de los trabajadores del área
de menores; la segunda, que el Gobierno afronta con
responsabilidad esta competencia transferida y asume con
firme voluntad la labor que la Ley les encomienda en la
tutela y protección del menor. A partir de hoy deberá quedar
marcado claramente el camino libre de la Justicia que
dirimirá si los hechos denunciados son veraces o no. De no
serlo, el Gobierno podría adoptar medidas jurisdiccionales
para la defensa de la profesionalidad del personal afecto a
esta concreta área que ha sido con ocasión de esta denuncia,
puesto en duda.
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OPINIÓN / EDITORIAL
