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cultura - VIERNES, 30 DE ENERO DE 2009


colegio educacion especial s. antonio. rd.

educacion
 

Dedicación para quienes
más lo necesitan

Casi un centenar de profesionales acude a
diario al CEE San Antonio para poner su granito de arena en la integración y el desarrollo de unos pequeños dispuestos a aprender a pesar de sus difíciles circunstancias vitales
 

CEUTA
David F. Pascual

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Sólo los educadores y el personal no docente del Colegio de Educación Especial San Antonio conocen realmente el valor de una mirada, una sonrisa o un gesto de cariño de un niño. Ello es así porque el significado de cualquiera de estos actos tiene el doble de emotividad procediendo de unos pequeños con más dificultades para abrirse camino en la vida. Estos gestos son, al mismo tiempo, una de las principales motivaciones de trabajo para los trabajadores del centro.

La educación en un centro como este adquiere un matiz especial. “El objetivo que tenemos como docentes es preparar a estos chicos para la vida trabajando al máximo sus capacidades”, reseña Mercedes Canca, directora del CEE San Antonio desde hace casi dos años. Los alumnos de este centro encuentran más dificultades que ningún otro para incorporarse al mercado laboral y parte de la formación que reciben está orientada a paliar esa problemática. “Somos conscientes de que nuestros chicos no tienen suficientes oportunidades pero estamos trabajando y vamos por buen camino”, señala.

Actualmente el centro cuenta con 199 alumnos que son atendidos por 94 trabajadores. Al CEE San Antonio llegan niños y niñas desde los 3 años y allí permanecen cada día hasta llegar a los 21. Son muchas las horas que pasan en el centro por lo que todos los que los rodean son como su segunda familia. El cariño es muy grande pese a que puedan producirse situaciones difíciles derivadas de las especiales características de cada menor.

El trabajo con los más pequeños se fundamenta en la llamada estimulación basal. Después los docentes siguen toda la secuencia evolutiva, aunque lentamente, llega hasta los niveles más altos. La directora explica que tras el desarrollo de la Educación Básica Obligatoria los alumnos trabajan con la Transición a la Vida Adulta (TVA) y pueden elegir realizar un Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) de jardinería.

La TVA es una de las acciones más importantes pues supone preparar al alumno para la vida fuera del centro. Los tutores desarrollan en cada uno las habilidades más comunes del individuo en sociedad y en el hogar. Así, se realizan acciones como coger el autobús, hacer la comida, ir al zapatero, hacer la cama o fregar. Todo ello dirigido a fomentar su autonomía. Un ejemplo de esta labor se resume en que ellos mismos lavan sus ropas y delantales tras las clases de cocina del día anterior, según relata la directora.

La llegada de niños desde los tres años a los centros educativos marcada por la Ley Orgánica de Educación (LOE) ofrece más inconvenientes que ventajas en el caso de los centros de educación especial, según informa Mercedes Canca. “Una de nuestras demandas es que este tipo de menores se mantenga en centros de integración para desarrollar las competencias sociales de 3 a 6 años”, agrega.

La plantilla de empleados de este tipo de centros se caracteriza por su amplitud. El objetivo es tener el mayor número de personas para ofrecer la máxima atención a los alumnos. Así, el CEE San Antonio cuenta con 27 docentes de Pedagogía Terapeutica, 5 de Audición y Lenguaje, 5 fisioterapeutas, 2 profesores de Educación Física, 2 de Música, 16 Oficiales de Actividades Específicas, 1 orientadora, 2 ATS/DUE y 3 cocineros. Todos ellos conforman el equipo de profesionales adscritos al Ministerio de Educación. Gracias al convenio MEPSYD- Ciudad trabajan un técnico de integración social, un trabajador social, un informático y un bibliotecario. Finalmente el centro cuenta con 23 trabajadores del Plan de Empleo y 5 conserjes y una limpiadora asalariados de la Ciudad.

Dentro del capitulo de personal, la directora del centro recuerda la “inestimable labor” de Cruz Roja en el transporte de los niños. Unos estudiantes que entran cada día a las 8.15 y se marchan a las 15.00 en primera instancia y a las 18.30 en segunda.

“Estamos luchando para que el centro pueda contar con un personal para actividades lúdicas y de respiro familiar en el turno de tarde. Hasta ahora estas labores las realizamos con personal de los planes de empleo pero sus características no nos convencen. Es necesario que sea un equipo de trabajo continuado y permanente curso a curso y los cambios son la principal característica de este personal”, explica la máxima responsable del centro.

No es muy descabellado decir que las personas que trabajan en estos centros son de otra pasta. Incluso ellos lo reconocen: “Somos gente inquieta. Estamos aquí por que nos gusta lo que hacemos, esto esta muy lejos de la labor de un funcionario”. A pesar de que son ellos los que imparten la docencia “aprendemos más de lo que enseñamos”. Los sentimientos afloran en este tipo de conversaciones y a la directora no le duele en prendas reconocer que cuando uno vive una situación crítica valora más la vida y lo que tiene.

“Hemos percibido una evolución positiva en la sociedad respecto al trato a personas deficientes y discapacitadas. La Administración, de un color político u otro, nos está mimando y eso es de agradecer. Sentimos el apoyo”, afirma.

El objetivo, además de conseguir la autonomía, es formar a los alumnos para que puedan desempeñar alguna función o tarea que sea remunerada. Algunos de ellos se quedarán en el centro pero otros buscarán fortuna fuera, en Ceuta. Para ello la directora pide la colaboración de la Administración y las instituciones. La directora piensa en poder acogerse a la mayor cantidad posible del 10% de plazas reservadas por la Ciudad para el cupo de inserción social.
 


Un centro “puntero” por el desarrollo
de numerosos proyectos de vanguardia

El Colegio de Educación Especial San Antonio es una instalación “puntera” dentro del territorio nacional, según afirma la directora, Mercedes Canca. La implantación y el desarrollo de algunos proyectos de nivel así lo atestiguan. El proyecto Retadis de ayudas técnicas es uno de ellos. Otro de los más significativos es el MUS-E de aprendizaje a través de la música. Además hay una gran implantación de las nuevas tecnologías que además de ser una herramienta para el desarrollo personal son, para algunos, pieza indispensable para la comunicación. En este sentido, una de las iniciativas novedosas es el proyecto IRIS-COM de comunicación entre personas a través de la mirada. Este programa forma parte de un grupo de proyectos de comunicación alternativa para alumnos que lo necesitan, según explica la directora.
 

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