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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 11 DE FEBRERO DE 2009

 
OPINIÓN

Y otra nueva metedura de pata

Por Nuevas Generaciones de Ceuta


Días después de las famosas prediciones de la misnistra de Formento, Magdalena Álvarez, esta semana se ha unido al club de los metepatas el ministro de Industria, que no se le ocurrió otra cosa que decir en público que al Gobierno se le están acabando la paciencia con los bancos y que son los culpables y artífices de esta crisis debido a la restricción del crédito y que ellos deben de ser los protagonistas para sacarnos de ella, a la par que aseguró que, si no lo hacen, el Gobierno actuará en consecuencia. Realmente en ese momento Sebastián se cubrió de gloria y ya han tenido que salir a matizarle tanto Pepe Blanco como el presidente Zapatero. La verdad que en ciertos momentos de la entrevista realizada en el programa Espejo Público nos pareció ver la viva estampa de Marlon Brando en su actuación en el Padrino. Sátiras aparte, tras estas últimas declaraciones del ministro de Industria y del presidente Rodríguez Zapatero, desde NNGG queremos expresar que a los españoles sí se les está agotando la paciencia a causa de un Gobierno que desprecia a los parados. Los españoles estamos hartos de un Gobierno que nos hace perder la paciencia maltratando a los parados y despreciando a la gente que se está quedando sin empleo.

Estamos viviendo un momento dramático. En el último mes de enero, casi 200.000 personas han perdido su puesto de trabajo, lo que hace que la tasa de paro ascienda a 3.325.000 parados en España. Un récord histórico. Una cifra dramática y, lo que es peor, ya nos han advertido desde el Gobierno que puede llegar a los 4 millones.

A nuestro juicio, que Zapatero y Sebastián echen ahora la culpa a los bancos de todo lo que está ocurriendo responde a una nueva estrategia de distracción, para decir a los ciudadanos que el Gobierno no tienen nada ni saben que hacer a la hora de controlar la pérdida de puestos de trabajo.

Para NNGG del PP ha llegado el momento de decir sin más artificios, sin más ocultaciones y dejando de buscar culpables, que si ahora los bancos españoles porque no dan crédito, que si antes el Banco Central Europeo y las subidas del Euríbor, que si todo es consecuencia de lo ocurrido en EEUU, que si… El Gobierno es el auténtico responsable de esta crisis económica y este deterioro económico insoportable. El fracaso del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la crisis económica, el desencanto social, lo tenemos que superar todos los que estamos aquí.

Reiteramos que hay que abordar la situación con valentía y coraje. Hoy no podemos ser cobardes, tenemos que ser más valientes que nunca ante la cobardía del Gobierno, para añadir que en este momento es necesario hacer reformas estructurales “de calado” y generar confianza en la sociedad española, ya que la actitud y postura de nuestro ‘queridísimo y virtuoso’ vicepresidente económico, el señor Solbes, de arrojar la toalla y decir que en esta crisis ya no hay margen.

El ministro de Economía, Pedro Solbes, ya ha reconocido que en 2008 España ha rebasado el 3% de déficit público fijado por la normativa europea. El Gobierno asume que 2009 será peor en todos los parámetros económicos y, al situar cualquier posible recuperación como muy pronto a finales del año, José Luis Rodríguez Zapatero ya ha reconocido que su plan de reactivación de la actividad servirá sólo para aumentar el gasto del Estado. Si el Estado gasta más agrava la deuda y, con más deuda pública, hay menos dinero para la actividad privada. En definitiva, aún más paro. Ese horizonte y la posibilidad de una intervención del Fondo Monetario Internacional en Irlanda han hecho tambalearse una vez más la Bolsa de Madrid, con una caída notable del IBEX 35. No cabe duda de que la crisis es mundial, pero es cierto también que España la vive con una dureza mucho mayor que otros países, ya que por razones políticas ha llegado menos preparada. El país necesita un cambio drástico de rumbo económico, y el PSOE no tiene nada que ofrecer: Zapatero es parte del problema y con dificultad puede ser parte de la solución.

Es inevitable que haya crisis económicas. Muchas veces son imprevisibles, aunque no sea el caso de la que España está sufriendo, anticipada por todos los expertos pero negada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hace un año. Con eso y con todo, lo más grave de la actual situación no son las grandes cifras financieras, sino la situación de las familias españolas. España tiene hoy más de tres millones de parados, y según todas las proyecciones en el curso de 2009 otro millón de desempleados pueden unirse a esa lista angustiosa. Los españoles que aún trabajan temen perder su puesto, y de hecho el CIS acaba de confirmar que el 72,5% de los ciudadanos considera que el paro es el principal problema del país, mientras que casi el 70% cree que nuestra economía va mal o muy mal. A causa del paro hay miedo y desesperanza, porque el Gobierno no ofrece vías reales para salir del túnel. Cuando la gente se rinde, cuando las familias temen por su futuro, el país deja de caminar. Sobre Zapatero recae la responsabilidad de que esta crisis tenga una solución valiente y, aunque deba ser dura y exigente, dé a los ciudadanos las respuestas y la seguridad que ahora no saben dónde buscar. Porque si las crisis son inevitables, sí se puede evitar que duren décadas o que priven a la gente normal de las ilusiones y los proyectos fundados en el esfuerzo y el trabajo.

Para Nuevas Generaciones, si existe margen, hay margen para hacer “buena política” y esa es la obligación del Gobierno, ya que no tiene margen y no sabe que hacer, que acepte las ayudas y propuestas del resto de grupos parlamentarios, ya que España vive en un momento crítico porque se juega, no su futuro, sino el presente. Se trata de una situación en la que hay una pérdida de confianza ante un Gobierno que nos está devolviendo a las peores páginas de nuestra historia.

Ante esta situación, el PP seguirá planteando propuestas para paliar la crisis. Es el momento de hacer política con mayúsculas, de elaborar propuestas de cara a las aspiraciones de los ciudadanos, ya que la fuerza de un partido tiene que radicar en su fundamento moral, sin oportunismos ni concesiones, y apoyados sobre esa sólida base, escuchar a los ciudadanos, ser humildes y ofrecer ilusión a los españoles que hoy viven momentos de incertidumbre y preocupación. Recordamos que hay un millón doscientos mil parados más que hace un año y la respuesta del Gobierno socialista es quedarse esperando en el portal mirando al cielo a esperar que escampe.

En lugar de reducir de una vez por todas el gasto público de las administraciones limitando el número de altos cargos, de disminuir el tipo del impuesto sobre las sociedades para las pymes, la cotización al fondo de garantía salarial y reducir el IRPF, de reformar el sistema laboral y sobretodo desarrollar programas dirigidos a facilitar a los jóvenes el inicio de su vida laboral así como de la creación de un plan integral de apoyo a las familias, de revolucionar el sistema educativo y de investigación tecnológica, y utilizar fuentes de energía más baratas, más limpias y accesibles a todos.

Hay que tratar de convencer a todo el mundo de que es necesario caminar unidos en la misma dirección con el objetivo de dinamizar nuestra economía, apoyar a las pymes y salvar puestos de trabajo.

Con respeto a esto no sabemos que pensarán las Juventudes del Megáfono.
 

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