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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 18 DE FEBRERO DE 2009

 
OPINIÓN / EDITORIAL

Agilidad en las licencias de apertura

Es uno de los objetivos que se ha marcado el Ejecutivo para facilitar los trámites y los costes para la implantación de nuevos negocios en Ceuta a través de una Ordenanza Reguladora de Licencias de Instalación y Apertura o Funcionamiento de Establecimientos y Actividades.

Con la medida se trata de paliar y aliviar la carga burocrático que todo procedimiento de este tipo lleva implícito, lo que derivaría en una abaratamiento de los costes y, sobre todo acortar los plazos, lo que supondría el requisito indispensable para hacer ágil el trámite. Es obvio que aperturar un negocio lleva implícito una excesiva carga burocrática que ahora se pretende dinamizar. Es cierto que toda aportación a la facilidad para que el empresario acceda a abrir cuanto antes su negocio implica un movimiento económico favorable en general y es precisamente en el aspecto en que la Administración local quiere incidir. De momento se cuenta, no podía ser menos, con el apoyo de la representación empresarial que ya demandaba alguna medida parecida. Ahora deberán ser los partidos de la oposición y estos agentes sociales los que aporten durante el periodo de exposición pública que ha de haber antes de iniciar el proyecto definitivo.

Ya explicaba el consejero de Fomento de la Ciudad Autónoma a este medio que lo ideal es poder otorgar una licencia de apertura en el espacio de un mes. Actualmente este proceso se alarga casi seis meses.

Un nuevo modelo de solicitud ajustado al nuevo texto normativo intentará abordar con más celeridad un trámite que a veces se torna tortuoso para el emprendedor que ha de enfrentarse a ciertas obras de ajuste en un local determinado. La máxima de diligenciar con dinamismo los trámites administrativos y acortar el proceso burocrático lleva implícito una carga positiva que debe agradecer tanto el administrado como el Ejecutivo por lo que ahorro supone la reducción de trabajo, sin perder eficiencia.
 

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