| 
                     
					Tras los últimos documentos aportados por el hospital del 
					INGESA y la primera parte del dictamen pericial del 
					Instituto Anatómico Forense de Sevilla, la acusación 
					particular ha solicitado al magistrado del Juzgado de 
					Instrucción número 3, que lleva la causa, que nueve médicos 
					que trataron a la mujer fallecida declaren como testigos. 
					Petición que el juez ha aprobado y que se efectuará en un 
					tiempo máximo de dos semanas, según explicó el portavoz de 
					la familia. 
					El magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 ha dado 
					luz verde a la nueva petición formulada por la acusación 
					particular en el ‘caso Rosello’, en el cual se produjo la 
					defunción de una mujer y su bebé en el hospital del INGESA 
					el pasado mes de noviembre.  
					 
					Esta, ha solicitado las declaraciones de los nueve médicos 
					que trataron a la fallecida, comprendidos entre 
					especialidades de ginecología, urgencias y de cabecera; 
					todos ellos en calidad de testigos, con nombres y documentos 
					aportados por el INGESA. 
					 
					El juez instructor ya ha recibido del centro médico los 
					expedientes y el historial de los facultativos que 
					intervinieron en la cesárea y el posterior nacimiento del 
					neonato, ya que será objeto de enjuiciamiento si se produjo 
					una mala praxis o una negligencia médica por parte de los 
					profesionales. Según el letrado de la familia, “tras los 
					testimonios que realicen los profesionales en una o dos 
					semanas, ya se verá quienes volverán a declarar pero en 
					calidad de imputados”.  
					 
					Actualmente, el magistrado de la Instrucción número 3 posee 
					entre las diligencias previas del caso y la ya iniciada fase 
					de instrucción, la autopsia de la fallecida y su historial 
					clínico para estudiar desde qué momento la paciente padecía 
					deficiencia cardíaca, causa que llevó a su pérdida. Además 
					de los informes periciales -uno de ellos procedente del 
					Instituto Anatómico Forense de Sevilla-, el acta de 
					defunción del bebé en el hospital Puertas del Mar de la 
					capital gaditana, y los documentos facilitados por el INGESA 
					que se corresponden con los expedientes y datos personales 
					de los nueve médicos que trataron a la fallecida.  
					 
					El dictamen pericial procedente de la capital andaluza es 
					escueto y, por tanto, “habrá que esperar la segunda parte”, 
					concretó el letrado de la acusación. 
					 
					Un posible delito  
					 
					La denuncia que interpuso en noviembre el marido y padre de 
					los fallecidos en el ‘caso Rosello’ habla de una negligencia 
					médica con un fallecimiento lo que podría incurrir en un 
					presunto delito por imprudencia con resultado de muerte, en 
					este caso, de la madre y el bebé, según explicó en su 
					momento el portavoz de la familia. 
					 
					Con todos los documentos sobre la mesa y a la espera de las 
					últimas testificales solicitadas por la acusación 
					particular, el procedimiento judicial tendrá en cuenta dos 
					vías legales: por un lado, si se trató de una mala praxis 
					médica o de una negligencia médica. Y en el caso de que sólo 
					hubiera sido una errónea práctica profesional en el 
					tratamiento de la fallecida, “no lo fue con el bebé, ya que 
					tuvieron a la paciente en espera sin proceder a la cesárea y 
					sacar a la pequeña para intentar salvar su vida”, de ahí que 
					ésta presentase desde un primer momento muerte cerebral, 
					apostilló el letrado y portavoz de la familia perjudicada. 
   |