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El compromiso de la Gerencia de
Infraestructuras y Equipamientos de la Defensa en relación a
los planes dispuestos por la Ciudad Autónoma para el entorno
del Brull es el de informar favorablemente. Así se lo ha
admitido a los consejeros de Fomento y de Hacienda de la
Ciudad el propio gerente del organismo dependiente del
Ministerio de Defensa y competente, por cierto, en estos
asuntos de cesiones o aprobaciones de planes urbanísticos en
relación a sus atribuciones como administración afectada por
lo proyectado por el Ejecutivo local. Lo proyectado para el
entorno del Brull forma parte de una de las actuaciones
previstas por la Ciudad de mayor calado que afectará sin
lugar a dudas a la generalidad de la ciudadanía. El
desarrollo urbanístico de la zona [inútil ya para Defensa]
es de manifiesta trascendencia para el avance de Ceuta como
ciudad en cuanto a los servicios al ciudadano que conlleva
todo lo previsto en la zona. El campus universitario, la
dotación de infraestructuras deportivas en torno al ‘54’,
los equipamientos urbanos, la actuación en Pozo Rayo que
pide a gritos unas medidas defnitivas o la construcción de
viviendas de protección oficial en ese entorno hacen
verdaderamente de este proyecto uno de los más ambiciosos de
los planteados por el Gobierno autónomo para el beneficio de
los ceutíes. Para ello, el apoyo, el respaldo, la
consideración, la diligencia y la coordinación del
Ministerio de Vivienda [competente en lo tocante en cuanto a
Urbanismo en Ceuta] es de vital importancia porque, aunque
se ha afirmado hasta la saciedad por parte estatal el
compromiso de que así sea, lo cierto es que la burocracia
administrativa que genera todo lo relacionado con el Estado
es a veces una muy complicada máquina que provoca retrasos
indeseables y no buscados. Probablemente la puesta en marcha
de la comisión mixta y la revisión normativa para Ceuta sea
suficiente como para, sin perder la competencia estatal [lo
cual es una garantía], las actuaciones urbanísticas logren
una agilidad suficiente como para alcanzar un mejor servicio
público al ciudadano, que es al fin y a la postre para lo
que trabajan las administraciones.
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OPINIÓN / EDITORIAL
