PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - SÁBADO, 7 DE MARZO DE 2009

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

Rico país
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

Mi chico se punta a Colonias, disfrutará del medio ambiente puro en el campo, en las estribaciones del Montseny, durante unos días. Disfrutará del olor a estiércol, a vacas lecheras mugientes; retozará en suelos no hollados por el monstruo de nuestra era, que no es otro que el especulador inmobiliario.

Entretanto el padre tiene que tratar de resolver algunos problemillas de otros padres y madres de compañeros escolares del niño. Problemillas que aumentan cada día en un país considerado rico por ciertos sectores de la economía.

Uno de esos problemas es la clara discriminación que hacen los responsables municipales en sus sistemas de baremación para escoger a los infantiles candidatos a Colonias: premian con 50 puntos al alumno cuyo papá es socio de un AMPA (Asociación de madres y padres de alumnos) resultando excluyente esta puntuación.

Ser de una AMPA no puede ni debe ser obligatorio, al menos por como funcionan esas asociaciones, y muchas mamás sin media naranja al lado, muchos papás inmigrantes, muchos ciudadanos en el paro y sin cobrarlo, no pueden permitirse el lujo de pagar una cuota cuyo importe le serviría para comer cada día. Además casi nunca pintan nada dentro del ámbito de actuación de la Asociación, como no sea dar su conformidad a cuanto se les ocurra a la Directiva que suele ser siempre los mismos, aunque el hijo esté en la Universidad.

Por ahora, al menos llevo desde septiembre observándolo, la AMPA se traduce como un intermediario comercial en todos los aspectos: desde ventas de libros, material y ropa hasta organización de excursiones y todo previo pago de la cantidad convenientemente explicitada.

No basta con que paguemos a nuestros parados con el 2.7% de nuestro sueldo; con el impuesto de ¿lujo? denominado IVA cuyo resultado final llega a ser del 50% sobre el precio primario y de beneficio para Hacienda; con los IRPF de cada ciudadano… etc.

Ahora resulta que la banca, de la que mencioné algunos apuntes, le ha dado por encarecer los préstamos a la empresa y a la familia, de consumo, un 11% cuando el BCE baja el tipo de interés del dinero… ¡somos ricos para permitirnos estos lujos!

Mientras por las calles se ven cada vez más a gente necesitada que venden productos extraños, algunos rescatados de la basura y “reciclados” a la manera doméstica; niñas y niños merodeando por los alrededores de las terrazas y por las calles céntricas con su manita extendida, muchas sin lavar y todas sin tocar papeles de los libros escolares, pidiendo algo para poder comer teniendo a la madre, al padre o al explotador –todos lo son- vigilándolos cerca; adultos de ambos sexos caminando con paso incierto por las amplias avenidas de la ciudad cargados con el carro de compra que significa todo su avío, toda su casa…

Las plazas de las poblaciones se van convirtiendo poco a poco en lugares donde se asientan miles de inmigrantes durante cada hora de todo el día de toda la semana de todo el mes. No hacen nada, sólo observan como los cazadores pendientes de la presa. Tal vez esperan su oportunidad de cazar al vuelo algún bolso de alguna descuidada ciudadana y con cuyo producto podrán tomar un bocata. Sin importarle los cuatro años que les pueden caer o están interesados en ello. Comidas y bebidas gratis, aparte de la cama y la ducha donde se arriesgan bastante cuando se les cae el jabón.

Estamos en un país donde los ricos son más ricos y los pobres más pobres. El ciudadano de economía media va siendo cada vez menos, tal vez sea una especie en extinción.

Tres millones y medio de parados son muchos. Hablan a las claras de la manipulación egoísta de la economía del país por parte de los sectores más interesados en aumentar sus ganancias que en otra cosa. Hacen bien en tener, los ricos, mansiones fantásticas, yates enormes, coches de super lujo, fiestas fastuosas…, pero al menos que reinviertan parte de sus beneficios en los trabajadores pagándoles un sueldo decente. Así se haría rico, de veras, el país de todos,

Ya se que es una utopía, pero por escribirla que no quede.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto