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política - VIERNES, 13 DE MARZO DE 2009


mohamed ali. reduan.

unión democrática de ceuta
 

Ali acusa a la Ciudad de no evitar por desidia la muerte del joven marroquí

UDCE-IU desvela que la Empresa de Alumbrado y la Viceconsejería de Industria habían alertado desde 2006 de que había “grave riesgo de electrocución”
 

CEUTA
Gonzalo Testa

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El portavoz de UDCE-IU en la Asamblea dejó entrever ayer que la Consejería de Fomento podría haber incurrido en un ilícito penal de homicidio imprudente por “no hacer nada” con los tendidos de alta tensión del Príncipe Alfonso a pesar de contar con advertencias por escrito desde hace dos años de la Empresa de Alumbrado y la Viceconsejería de Industria que alertaban de un “grave riesgo de muerte por electrocución” en el lugar donde un joven marroquí murió el lunes.

El líder de la oposición en la Asamblea, Mohamed Ali (UDCE-IU), volvió ayer a la Sala de Prensa de la Asamblea para, cargado de papeles, denunciar la “desidia” con la que a su juicio sigue moviéndose la Ciudad Autónoma en todo lo que se refiere a la barriada del Príncipe Alfonso y poner como ejemplo palmario de su crítica el fallecimiento por electrocución, el pasado lunes, de un joven marroquí de 31 años en una azotea de la barriada que tocó accidentalmente con la cabeza con un cable de alta tensión que traslada 15.000 voltios a una distancia de menos de medio metro del techo del inmueble.

Ali cargó con especial fuerza contra la “macrocomisión” del Plan Especial del Príncipe Alfonso que dirige el vicepresidente de la Ciudad, un órgano “que no sirve para nada” y que según dijo “no sabe nada” ni de la barriada ni de sus necesidades ni de sus problemas.

Probablemente el portavoz de UDCE-IU certificó ayer con su intervención que nunca tendrá otro ordenador para su Grupo Parlamentario: “La Comisión del Príncipe”, sentenció, “sólo ha hecho rimbombantes anuncios de chorreos de millones con el único objetivo de obtener réditos políticos”.

A partir de ahí, Mohamed Ali se remontó hasta 1996 para sacar del baúl de los recuerdos un escrito notarial en el que ya se hacía constar el riesgo que entrañaban las edificaciones que comenzaban a levantarse bajo la línea de alta tensión que alimenta los polígonos del Tarajal desde el Príncipe.

De ese escrito saltó a 2005 para recordar una moción que el Pleno aprobó por unanimidad la Sesión de junio al objeto de “estudiar y legalizar” las viviendas en situación irregular en el Príncipe Alfonso. “Como en la mayoría de las ocasiones, el Gobierno no la ha cumplido”, lamentó.

Desde ahí, a 2006, cuando elevó a la Mesa Rectora de la Asamblea una propuesta que rechazó el PP y que instaba al Ejecutivo de Vivas a “adoptar las medidas necesarias” para que Fomento instase a las empresas responsables de los tendidos de teléfono, electricidad y alumbrado público al objeto de eliminar el “enjambre de hilos” que caracteriza a barriadas como el Poblado Regulares, Recinto Sur o el Príncipe.

Un año más tarde, prosiguió su exposición, en febrero de 2007, apareció el primer acta del Servicio de Industria y Energía de la Consejería de Fomento que ponía de manifiesto la existencia de un “gran riesgo de electrocución” y de una infracción “grave” del Reglamento de Líneas Eléctricas Aéreas de Alta Tensión en esa misma zona.

Un año después, el 6 de febrero de 2008, ya como viceconsejería, el mismo departamento emitió otro acta a instancias de la Empresa de Alumbrado refrendando que a la altura del número 6 de la calle San Daniel existía “una situación de alto riesgo de muerte por electrocución” que muchos vecinos dijeron desconocer a los técnicos municipales.

En marzo, constatando que en lugar de detenerse “parecía haberse incrementado” la actividad de ampliación “ilegal” de viviendas bajo el tendido e instando a la incoación “de los oportunos expedientes sancionadores” a la “demolición” de lo construido “contraviniendo el orden legal”.

Un mes más tarde, en abril del año pasado, el consejero de Fomento, Juan Manuel Doncel, firmó un decreto ordenando la ejecución subsidiaria de las obras “ilegalmente realizadas” bajo la línea de alta, de la que deberían distar cinco metros de distancia a cualquier punto con acceso a personas, pero que en este caso está a solo medio.

Acciones civiles o penales


Con todos estos antecedentes Ali quiso “exonerar” de culpa a la Empresa de Alumbrado y cargar las tintas contra el Gobierno de la Ciudad, al que exigió la asunción de “responsabilidades” y a cuya conciencia, “si es que la tienen”, apeló.

“UDCE-IU pondrá a disposición de la familia del fallecido toda la documentación que obra en nuestro poder por si decide adoptar acciones legales por la vía civil o penal contra la Ciudad Autónoma, que podría ser responsable civil subsidiario de su fallecimiento”, anunció Ali, que acabó señalando el ilícito penal en el que podría caber la “inacción” del Ejecutivo a la vista del resultado funesto: “Homicidio imprudente”.

El artículo 142 del Código Penal establece que “el que por imprudencia grave causare la muerte de otro, será castigado”, como reo de este delito, “con la pena de prisión de uno a cuatro años”.
 

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