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El panorama no es nada halagüeño a
poco que se analice la situación en la que quedarán las
listas del INEM una vez concluyan los Planes de Empleo que
mantenían ocupados en Ceuta a más de 2.000 ceutíes. Además,
una vez concluídos estos periodos, la demanda de empleo
suele aumentar. Estos ‘trabajos’ subvencionados son un
verdadero ‘banderín de enganche’ ante una manifiesta crisis
en la que la parte más débil de la economía, el trabajador,
es la pieza más fácil de sustitución en el ya de por sí
deteriorado sector privado al que las ayudas ICO cuestan de
llegar. La sensación de ‘estabilidad’ ante todo lo que
proceda de las administraciones cala en el demandante de
empleo, aunque la oferta sea simplemente mantener el estadío
subvencionado de un trabajo en el que lo único productivo es
la inyección, a través de los sueldos limitados, de dinero a
la economía local.
El escenario no es muy alentador. Actualmente los más de
1.200 trabajadores que empezarán a percibir prestaciones
tras el periodo de seis meses de alta en la Seguridad
Social, se sumarán a los algo más de 3.500 ceutíes que
también son beneficiarios de atenciones monetarias por
desempleo. El problema radica en que algo más de 3.000
parados inscritos como demandantes de empleo no perciben un
euro. Y es que el paro como tal irá aumentando
considerablemente a poco que concluya este mes donde se
unirán los 201 trabajadores del Plan de Empleo de la Ciudad
cuando caduque su vigor, más los 615 que aumentarán las
listas del paro el 30 de junio. Añádase los jóvenes que se
inscriban ante el conocimiento de nuevos ‘Planes’ que ya se
prevén para los próximos meses. La cifra estará muy próxima
a los 10.000 desempleados en Ceuta. Un abrumador dato que
sólo podrá sustanciarse en parte con las previsiones de obra
pública anunciada por doquier en la ciudad autónoma tanto de
fondos estatales como autonómicos y un respaldo eficaz al
entorno de lo privado como generador de estabilidad
económica más una apuesta también decidida hacia el empleo
productivo para evitar elevar y procurar la reducción del
desempleo que viene.
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OPINIÓN / EDITORIAL
