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sociedad - SÁBADO, 28 DE MARZO DE 2009


María Jesús Ruíz. a. samiñán.

ENTREVISTA / María Jesús Ruiz
 

«No nos irá bien en la producción
de series si con un ladrillo intentamos hacer un rascacielos »

La especialista en Televisión y Cine
propone cambiar el modelo “de
mínima inversión y máximo beneficio”
en la ficción nacional y apostar, en la
crisis actual, por “el capital creativo”

CEUTA
Fernando M. Caracena

ceuta
@elpueblodeceuta.com

María Jesús Ruíz, tras licenciarse en Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas, optó por lo audiovisual con un Máter de Escritura para Cine y Televisión de la Universidad de Barcelona especializándose igualmente en Guión de Televisión en la Universidad Menéndez Pelayo. Ayer expuso en la última jornada del V Congreso de Periodismo Antonio López Sánchez-Prado la evolución de las series en España. Una producción nacional que debería evitar “con un ladrillo intentar rascacielos” y adecuar los productos a las capacidades técnicas. Propone romper “el modelo neocapitalista de mínima inversión y máximo beneficio” y basarse en el capital creativo, que es “lo que puede salvar a la ficción nacional”.

Pregunta.- ¿Le parece que con la evolución de las series estadounidenses ahora se hace mejor ficción en la televisión que en el cine?

Respuesta.- Yo creo que más que tratarse de mejor o peor ficción, hay ahora una ficción televisiva que tiene mucho de cinematográfica. No es que sea algo mejor ahora el cine de la televisión sino que ha cogido buenos elementos de él. Además la serie lo que te ofrece es que si te gusta una historia no sólo cuentas con 90 minutos sino con una temporada entera.

P.- En Estados Unidos se respeta el tiempo de los formatos con 20 minutos para lacomedia y 40 para el drama. ¿Aquí deberíamos seguir el ejemplo?


R.- Yo creo que ni una cosa ni otra. Tener medidos los tiempos hace más fácil definir una estructura que funcione. Hay veces que las fórmulas muy rígidas te agotan, a no ser series como Siete Vida o Aída cuya gracia consiste en que el personaje comete los mismos errores y las gracias son siempre similares. También el aplicar en exceso esas fórmulas estandar delimita la capacidad de creación. Incorporar las formas cinematográficas a la televisión me parece una forma de innovar en los géneros. Perdidos mezcla muchísimos géneros y se sale por eso de las fórmulas preestablecidas.

P.- Aquí parece que hacemos series que cubran mucho espacio de parrilla y que vayan dirigido a todo tipo de público. ¿Hacemos una ficción demasiado comercial?

R.- La televisión, por encima del cine, es comercial por definición. El cine sí que tiene otros nichos de difusión más alternativos de los que carece la televisión. Que los productos tengan un diseño comercial con unos parámetros preestablecidos es lógico. A mí a priori no me parece malo. El problema es que nos metamos en un quiero y no puedo. Estados Unidos tiene infraestructuras suficientes para desarrollar esas fórmulas y luego sustentarla desde el punto de vista económico y humano. Aquí hacemos productos locales, no para distribuirlos, lo que limita más nuestros propios medios. Pero además si con un ladrillo queremos hacer un rascacielos no nos irá bien. Plutón Verbenero, de Álex de la Iglesia, ha sabido adaptar los recursos al tono de lo que quiere contar.

P.- ¿Por qué ha elegido el nombre de `Sin series no hay paraíso´ en referencia al culebrón de `Sin tetas no hay paraíso´?

R. En primer lugar quería hacer una ironía o un juego de palabras que resultara atractivo. Y luego porque la ficción nacional nos guste o no nos guste desde los inicios de la producción de series en España ha sido una baza de televisión española y después de televisiones nacionales o autonómicas. Aunque en los últimos años cadenas como Cuatro estén apostando por la ficción extranjera. Considero que realmente sin series no hay paraíso para las cadenas.

P.- ¿Aquí consumimos mucha producción nacional?

R.- Esa sería una cuestión bastante compleja. Uno se identifica con su entorno. Es decir, si aplicaramos el decálogo de Warren evidentemente nos sentimos más identificados con nuestros referentes y con los problemas que tenemos alrededor. Es con lo que nos vamos a identificar más para bien o para mal. También un factor que influye muchos son nuestros actores. A la hora de diseñar una serie puede funcionar por muchos motivos. En la década de los 80 Hostal Royal Manzanares era una serie que funcionaba por Lina Morgan como persona y como personaje. Más adelante Médico de Familia marcó un antes y un después en la ficción española por muchos motivos. Aunque no me crea que diga esto, uno de ellos era el carisma de Emilio Aragón. Nos encariñamos con los personajes y nos encariñamos con los actores también.

P.- ¿A veces lo que producimos no es excesivamente localista?

R.- Estados Unidos en el terreno audiovisual en general tiene el control de la distribución y eso es importantísimo. Al tener el control de la distribución se generan una serie de beneficios que se reinvierten en fomentar la producción y en extender esa distribución. Entonces la producción norteamericana distribuye unos valores que asumismos porque están preparados para comercializarse internacionalmente. No te distorsionan, van a conectar igual con un portugués, con un italiano o con un español. Al hacer cosas locales que se convierten en inexportables caemos en ese círculo. Me parece muy positivo que hagamos cosas locales porque tienen más quever con nuestra cultura, nuestros valores y con las virtudes y defectos que tenemos. Pero evidentemente eso tiene unas consecuencias aunque luego exportemos formatos. Por ejemplo el Médico de Familia que se hace en China está adaptado o Argentina tiene su propia versión de Escenas de matrimonio. A veces se exportamos pero antes se localizan los productos.

P.- ¿Qué le parece la serie periodistas?

R.- Me parece una serie utópica en el sentido de lo que luego es realmente la profesión. Muchos alumnos han entrado en la facultad por la serie, y muchas veces comentamos entre los profesores el daño que ha hecho Periodistas. Pero también es lícito que no sea una serie realista, tú puedes adoptar el tono que quieras respecto a una profesión.

P.- ¿Cuáles son los defectos que deberían solucionarse en la producción de series?

R.-Ahora mismo nos movemos con la mentalidad neocapitalista de mínima inversión y máximo beneficio. Estamos en un momento económico, hitórico y polítco excelente como para plantearnos que en la producción audiovisual tenemos que romper con eso. Tampoco invertir la fórmula de golpe, que no se arruinen los empresarios, pero sí plantearnos las inversiones desde el punto de vista del capital creativo y del capital técnico también. Lo creativo es lo que más puede salvar la ficción nacional y la cinmetográfica. La creatividad bien adaptada a las capacidades técnicas generan productos duraderos y coherentes.
 

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