PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales

 

 

sociedad - SÁBADO, 28 DE MARZO DE 2009


templo hindú. a. samiñán.

religión
 

La hindúes conmemoran
el año nuevo venerando
a su patrón Sain Jule Lal

La comunidad local comienza las
primeras celebraciones del inicio anual
sindhi, con un rezo colectivo en el templo y ofrendas vertidas en la costa de La Ribera

CEUTA
Cristina Marzán

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La Comunidad Hindú dio la bienvenida al año nuevo, conocido como Cheti Chand, venerando al patrón de los sindhi, Sain Jule Lal, a través de rezos y cantos religiosos además de una ofrenda de alimentos y frutos que, al caer la noche, fue vertida en el mar simbolizando la continuidad y el ciclo de la vida, tal y como expresaron los hindúes. Las bandejas albergaron cinco piezas de frutas y otros enseres, y con ellas, tres hindúes pretendían cumplir con alguna promesa.

La Comunidad Hindú de la ciudad celebró ayer la entrada de su nuevo año, conocido como Cheti Chand, venerando a su patrón Sain Jule Lal.

Tal y como expresaron los propios asistentes, “es la entrada del año sindhi porque nosotros pertenecemos a la zona de Pakistán, donde se localiza el río Sindhi. En su mayoría somos comerciantes y ofrecemos frutas y alimentos a nuestro patrón, Sain Jule Lal, el cual nació este mismo día”.

Esta divinidad les protegió en el siglo XI de un rey árabe, Markha Shaj, quien ordenó a la población hindú convertirse al Islam para que hubiera una sola religión en todo el territorio. Sin embargo, esta divinidad logró detener la propuesta de Markha, por lo que la comunidad hindú celebra su libertad religiosa cantando bhajans y adorando a su salvador, recordando el momento en el que esta divinidad emergió del río Sindhi y se enfrentó a toda la corte de la región en defensa de los hindúes.

La celebración comenzó sobre las siete de la tarde en el templo hindú, con los rezos y cánticos religiosos frente al altar que albergaba a las divinidades hindúes y las ofrendas, estas compuestas por frutas, fuego, azúcar o arroz. “Hay personas que cuando tienen una promesa, ésta es preparar una bandeja con todos los complementos. Tras el rezo, se tiran al mar, todo lo culminamos allí”, manifestó una de las asistentes al templo hindú.

Las bandejas estaban compuestas de cinco piezas de frutas, ya que para los hindúes este número posee mucha fuerza; montículos de arena con piedras, almendras y cargamomo clavados en ellos. Y luego les añadieron sándalo, leche y frutos para bendecir luego el rezo colectivo. “Todas nuestras oraciones son ofrendas de luces ya que siempre encendemos mariposas, velas y el arti es una luz, la esencia”, argumentó la joven.

Aunque la confusión de podía hacer patente, la diferencia entre esta celebración y el Diwali o fiesta de las luces, quedó patente. “El Diwali es un año comercial porque hacemos los inventarios. Pero hoy -por ayer- es el verdadero año nuevo nuestro, sindhi”, apostilló.

Otro de los ofrecimientos preparados en el altar fueron los tradicionales guisos con vendas en los ojos. “En la cazuela hay azúcar, arroz, azafrán y agua. Se pone al fuego y tal y como quede porque no se puede abrir. Como si lo ofrecemos a las divinidades, lo tiramos al mar para que lo coman los peces, suguiendo el ciclo”, esgrimió la participante.

Tras las oraciones, los congregados se dirigieron hasta el mar que baña la Ribera para así concluir sus ofrendas que representan el ciclo de la vida.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto