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OPINIÓN - JUEVES, 16 DE ABRIL DE 2009

 

OPINIÓN / EL OASIS

Mujeres del Gobierno local
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Llevo mucho tiempo sin decir ni pío de las mujeres que forman parte del Gobierno presidido por Juan Vivas. Es verdad que a veces les doy vida en la Miscelánea semanal, pero no es suficiente. Al menos así lo piensa quien me recuerda que últimamente las tengo abandonadas.

Mi interlocutor, además de refrescarme la memoria al respecto, me hace saber que los hay que dicen que incluso Mabel Deu, consejera de Cultura, parece haber caído en desgracia ante mí. Puesto que hace una eternidad que no me refiero a ella. Que no le presto la menor atención. Es decir, que no le hago el artículo que daba alas a las malas lenguas para airear que yo me bebía los vientos por todo lo que hacía y decía ella.

Todo tiene explicación; y, en el caso de la señora Deu, lo único que he hecho es respetar que ha pasado por momentos donde se ha visto obligada a prestarle suma atención a su salud. Que es lo más importante que tenemos. Y de lo que solemos darnos cuentas cuando carecemos de ella.

De cualquier forma, me consta que la consejera de Cultura necesitaba bajar el ritmo de vida que llevaba. Y por tal motivo, tampoco he creído conveniente motivarla desde este espacio. Pues intuía que, después de meterse en el berenjenal de aquella consulta sobre si celebrar o no una corrida de toros en el día de la Ciudad, lo más conveniente era dejarla descansar. Otorgarle el reposo debido. Imbuido siempre de la esperanza, eso sí, de que vuelva, más pronto que tarde, a mostrarse telenda.

Ambiciosa y convencida de que está en sazón, o sea, que se recrea con agrado en su madurez, veo yo a Yolanda Bel. Esa es la impresión que me ha dado cuando la he visto actuar en actos recientes. Es verdad que le ha costado lo indecible serenarse como portavoz del Gobierno. Pero lo ha logrado. Nunca es tarde si la dicha... Y además, dice quien dialoga conmigo, su silueta es de cinco rombos.

Me hago el sordo y paso a referirme a la siguiente consejera. En este caso, me toca hablar de Adela Nieto. De quien dije, creo que fue el domingo pasado, que aparentaba fragilidad. Pero que no le arrendaba las ganancias a quien osara confundirse con esa apariencia y decidiera pasarse con ella. Porque la consejera de Sanidad es mujer de carácter y con dotes políticas suficientes para ir ganando puntos sin solución de continuidad. A mí, al menos, me parece que es así.

De Celinia de Miguel, viceconsejera de Medio Ambiente, apenas he dicho nunca nada. Pese a saber que es persona de crédito, responsable, y capaz de borrarse, cuando no conviene que aparezca, en primera línea.

Carolina Pérez lleva tantos años en el machito del poder que uno se imagina que habrá tenido tiempo de aprender a no hacer lo que no debe. Aunque reconozco que hace ya varios años que decidí perderle la pista a la Consejera de Bienestar Social. Pues la señora cambió de carácter de la noche a la mañana y a mí me dio por no acordarme de ella. Tiempo ha tenido de rectificar.

Con Rabea Mohamed Tonsi jamás cruce palabra alguna. Y, por último, me queda referirme a Kissy Chandiramani Ramesh, licenciada por la Sorbona. Pero que ni pincha ni corta. También ha podido dar más de sí. También le ha sobrado tiempo...
 

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