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El presidente de la Ciudad volvió
a ejercer de embajador ante empresarios peninsulares con el
objetivo de hacerles ver las ventajas que ofrece Ceuta como
lugar donde invertir y, de paso, lograr atraer a una
economía capaz de dinamizar el sector en la ciudad. La
posición estratégica de Ceuta como puerta de entrada en el
norte de Africa, su estrecha vinculación con el mar, sus
ventajas fiscales fueron, junto al pujante puerto ceutí,
algunos de los sólidos argumentos utilizados por el jefe del
Ejecutivo autonómico. Con las nuevas tecnologías como
instrumento, la representación ceutí obsequió a los
empresarios jiennenses, convocados por la Cámara de Comercio
de aquella localidad, en colaboración con la de Ceuta, unos
USB con los datos de ventajas fiscales que ofrece la ciudad
al empresario. Salir a la península, hablamos de los
representantes del Gobierno autónomo, acompañado de los
sectores empresariales de la ciudad, significa normalizar y
respaldar la potencialidad de Ceuta y el compromiso, por
tanto, de la administración local de erigirse en aliada -por
necesario- de la inversión privada capaz de impulsar la
economía productiva, dinamizar la economía y crear puestos
de trabajo. La inversión pública es siempre bienvenida por
el efecto generador que produce, pero además de ‘nadar’ se
debe guardar la ropa. Esto se consigue apostando y
respaldando a los sectores privados que, en época de crisis,
son capaces de entender que esta ciudad cuenta con
excelentes posibilidades. Motivo por el que extender
alfombras mullidas y afianzar a los emprendedores que
apuestan y se muestran dispuestos a arriesgar parte de su
capital por nuestra ciudad. En este caso, la llegada de
grandes multinacionales sobre todo del entorno textil y de
supermercados han contado con la contribución facilitadora
de la administración. No contento con ello, se apuesta por
la búsqueda de nuevos sectores. Nichos de inversores capaces
de activar la economía ceutí. Muchos están por descubrir,
otros llaman ya con insistencia a la puerta, y eso siempre
es una buena noticia si las garantías legales se cumplen a
rajatabla.
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OPINIÓN / EDITORIAL
