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Representantes del Gobierno de la
Ciudad Autónoma han viajado hasta Oporto para entrevistarse
con el arquitecto Alvaro Siza, máximo exponente de lo que es
y será el Complejo Cultural de la Manzana del Revellín. El
objetivo claro de este encuentro ha sido el de detallar los
últimos flecos, puntualizar los últimos requisitos para
culminar una obra, la de la Manzana, que se encuentra a
punto de su conclusión.
Guillermo Martínez, como máximo responsable de Procesa,
sociedad de fomento de la Ciudad que ejecuta el proyecto y
Francisco Márquez, como responsable del Plan de Inversiones
del Gobierno de Ceuta en el que se encuentra incluido este
complejo cultural, han asistido al encuentro con el genial
arquitecto, premio Pritzker de arquitectura en 1992. La obra
está casi lista. De hecho, para este verano va a quedar
inaugurado el aparcamiento subterráneo, lo que logrará
paliar el déficit de plazas de parking en la zona centro.
Las obras en curso determinará igualmente el punto y final
del edificio donde quedará ubicado el conservatorio. Un
hecho que quiere hacerse coincidir con el inicio del próximo
curso escolar, en los inicios del otoño. Para más adelante
quedará el auditorio, en plena ejecución de obras interna
para adaptarlo a las necesidades contempladas en el proyecto
como el futuro teatro de la Ciudad y una joya en cualquier
caso que habrá que mimar.
La parte pública del proyecto marcha al ritmo deseado en un
complejo donde igualmente coincide una parte privada que
aunque con avances cuenta con algo más de retraso de lo
esperado. Sin embargo la pauta de trabajo se aclimata
igualmente a los plazos máximos aportados para la parte
pública de la obra. Esas son las esperanzas de modo que en
2010 el complejo cultural del Revellín sea lo que se ha
pretendido que sea, es decir, un amplio espacio público de
ocio, disfrute, de cultura, en el que también puede
encontrarse espacios de servicios y una parte comercial con
el que completar lo que será uno de los estandartes de
Ceuta.
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OPINIÓN / EDITORIAL
