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OPINIÓN - MARTES, 28 DE ABRIL DE 2009

 

OPINIÓN / EL MAESTRO

¡La hora de la verdad!
 


Andrés Gómez Fernández
andresgomez@elpueblodeceuta.com

 

El próximo mes de Mayo, los chicos y chicas de 60 países de todo el mundo, volverán a hacer el examen del Informe Pisa, pero con la novedad de una nueva competencia: este año medirá, por primera vez, las capacidades de los alumnos para manejarse en la era digital a través de una prueba de lectura en formato electrónico, que se sumará los exámenes que se han hecho hasta ahora (matemáticas, ciencias, lectura) y que han provocado enconados debates en ediciones anteriores por los mediocres resultados obtenidos por España. Las notas de esta cuarta edición llegarán en el 2010.

Conviene conocer que el Informe Pisa lo propone la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), foro de los países más ricos del mundo.

No todos los países participantes en PISA 2009 evaluarán a sus alumnos de esta nueva competencia, debido a que es bastante caro por los recursos técnicos y humanos que requiere. Lo harán 17 países, entre ellos, España, Francia, Corea del Sur, Japón…

Se trata de medir los recursos necesarios para “ acceder, manejar, integrar y evaluar información; construir nuevos conocimientos a partir de textos electrónicos”. Los resultados de esta prueba se ofrecerán de forma independiente de la lectura impresa. En España participarán unos 2.100 alumnos de los 25.000 que harán las pruebas. Dispondrán de 40 minutos para completar 27 preguntas, a diferencia de las dos horas que tienen para completar las pruebas sobre papel, de matemáticas, ciencias y lectura. Cada año, la prueba tiene más preguntas sobre una de ellas, y esta vez será la lectura.

Si nos situamos en el Informe Pisa anterior, 2006, -recordemos que su aplicación se realiza cada tres años- la media de los alumnos españoles en lectura cayó 20 puntos respecto a la prueba anterior, la mayor bajada de todos los países participantes. Indudablemente que el dato fue un varapalo para nuestro sistema educativo, en permanente cuestión y en continua búsqueda de soluciones, a través de sucesivas leyes.

Conviene conocer que PISA se centra cada año en una de las competencias, la cual acapara la mayoría de las preguntas de las pruebas, por lo que los resultados de lectura en 2003 y 2006, aunque son un referente, no son directamente comparables con los de 2000, que si tuvo como centro la capacidad lectora de los alumnos y alumnas de 15 años.

Pero, en 2009, la prueba se vuelve a centrar en ella, así que no hay excusas, y PISA decidirá, o no, si los alumnos españoles son tan malos en lectura. Y aunque aceptemos las explicaciones oficiales, que dicen que los resultados no son mediocres, sino que están muy cerca de la media y de los países de su entorno, PISA 2009 podría confirmar algo igualmente o más preocupante: si los resultados van a peor en esta capacidad instrumental, necesaria para acceder a cualquier otro conocimiento. Aunque podría mejorar.

Es la cuarta edición del Informe PISA, y coincide con su máximo esplendor, tanto a nivel mundial como en España. Globalmente, los participantes han llegado ya a los 60 países del todo el mundo, habiendo empezado en el 2000 con 32 estados. En España participarán la mayoría de las Comunidades Autónomas. Sólo se quedan fuera Extremadura, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. En 2003 sólo se presentaron Castilla-León, Cataluña y País Vasco.

Conviene recordar que el último “Informe Pisa” situó a España por debajo de la media de la OCDE. Con respecto a los factores que explican la situación de España, en primer lugar se detecta una preocupante falta de recursos económicos, aunque ello no significa garantía de éxito. Es el caso de Finlandia que invierte por debajo de la OCDE y tienen mejores resultados. En segundo lugar, otro factor muy preocupante es que la escuela en España todavía opera en un ambiente muy restringido, siendo uno de los sistemas educativos más regulados, más allá de las competencias de cada Comunidad Autonómica, es decir, los centros educativos tienen poca autonomía.

Recurriendo a la opinó del responsable de Educación de la OCDE, A. Schleichet, en España existe otro problema: en pocos años se han cambiado varias veces las leyes educativas. Y la educación sólo se mejora con estrategias a largo plazo. Obviamente, si las leyes cambian varias veces en pocos años, la ley sólo pasa por encima de las escuelas y nada cambia sobre el terreno.

Es evidente que hoy en día las leyes y regulaciones son necesarias, pero no son suficientes para el éxito de la educación. El éxito se logra consiguiendo que los alumnos y profesores estén motivados. También hay que apostar por la educación individualizada y evitar segregar a los alumnos por sus resultados académicos. La repetición de curso es poco eficiente.

Es conveniente, por otro lado, la motivación de los profesionales de la enseñanza, y, la mayor autonomía de los centros. Sobre la primera cuestión es indudable que la mejora salarial es importante, pero no es la más, ya que es fundamental para los profesores que se cree un entorno de trabajo atractivo, que puedan colaborar entre ellos, que exista un flujo de comunicación entre profesores, y que no se les diga “esto es lo que debes enseñar”, sino, “esto es lo que deben aprender…”

Con todo ello, con PISA 2009 llegará la hora de la verdad ya que ofrecerá, sin excusas la evolución del sistema educativo español y mapa detallado sobre su funcionamiento en cada región. Y, por supuesto, su comparación con el resto del mundo.
 

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