Todo iba según lo previsto en el encuentro que disputaban
Hilal Deportivo y Murallas de Ceuta, hasta que en el minuto
71 una entrada desmedida del jugador número 2 del Hilal fue
sancionada por el colegiado Ramón Arias Madrid con tarjeta
roja. Una decisión que provocó la ira del jugador
deportivista, ya que éste se levantó y, dirigiéndose al
contrario, que yacía en el suelo, le increpó, teniendo que
ser sujetado por compañeros e incluso por algún rival. Un
panorama que significó la posterior suspensión del duelo,
basándose, según palabras del propio colegiado, “en la
actitud de esta persona, y que no cejaba en su actitud”.
Añadiendo que, de forma reiterada, “le invité a abandonar el
terreno de juego, algo que no hizo”. Así, “ante la ausencia
de fuerzas del orden público, y viendo el cariz que estaba
tomando el encuentro, decidí suspenderlo”, explica.
Antes de incluso tener que recurrir a las fuerzas del orden
público, que no había, y llegada esta situación, el primer
paso sería “comunicar al delegado” el problema. Sin embargo,
“en estas categorías es complicado, porque los delegados e
incluso los mismos directivos no se involucran lo que
deberían. Dejan eso en manos de los árbitros, y los árbiros
no somos agentes de la autoridad para obligar a nadie a
abandonar el terreno de juego”. En todo caso, tal y como
sucedió, “le invitamos”.
Además de árbitro, Ramón Arias Madrid es policía local,
aunque lógicamente “yo tengo que diferenciar cuando estoy de
servicio y cuando no, y a lo que me dedico, que es lo que me
gusta, que es el arbitraje”. Por lo que “nunca voy a forzar
a nadie a hacer algo que no quiera hacer” sobre un terreno
de juego. “Eso está claro. Ni le voy a empujar ni le voy a
sacar por mis propias manos”.
Tampoco esta es la primera ocasión que vive un episodio de
esta naturaleza, porque “hace dos temporadas, con este mismo
jugador, ocurrió lo mismo”. Entendiendo que “son jugadores
muy conflictivos y que no son gente que vayan a jugar al
fútbol, colaboren, y lo que hacen es desprestigiar una
categoría tan bonita como la Regional Preferente que está a
un paso de Tercera División”. Algo que parece que no
aprecian los propios clubes, porque “es una pena que los
equipos no se lo tomen con la seriedad que deberían”.
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