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melilla - SÁBADO, 2 DE MAYO DE 2009


Daniel Conesa. MELILLA.

asamblea
 

“La Ciudad ha seguido un
proceso transparente en la subasta del cuartel de Valenzuela”

Conesa advirtió de que el Gobierno está modificando la Ley sobre el comercio
para promover la libre competencia
 

MELILLA
Paqui Sánchez T.

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El portavoz del Gobierno de Melilla, Daniel Conesa, defendió en el transcurso de la jornada de ayer la actuación de la Administración local en la subasta de una parcela donde se ubica el antiguo Cuartel de Valenzuela, que el Ministerio de Defensa cedió a la Ciudad Autónoma en virtud de un convenio de colaboración en 1994. A este respecto y según destacaba el portavoz del Gobierno de Melilla, Daniel Conesa, el proceso que se ha llevado a cabo desde la Ciudad en este asunto ha sido “transparente, acorde con los procedimientos establecidos y respetando todos los derechos”.

El terreno del antiguo cuartel de Valenzuela, ubicado en el Polígono Industrial Sepes, fue subastado en 1998 a la empresa 'Nueva Melilla y Asociados', que hace varias semanas solicitó una autorización para construir un centro comercial, lo que ha sido motivo de denuncia pública por parte de Coalición por Melilla (CPM), que acusa al Gobierno local de “hacer negocio” con terrenos de Defensa al no destinar los terrenos a la construcción de viviendas sociales.

En rueda de prensa, Conesa negó ayer las acusaciones cepemistas y defendió la actuación de la Ciudad Autónoma en los últimos años respecto a este terreno, al recordar que el convenio con el Ministerio de Defensa “permitía el uso que se le ha dado” a ese terreno.

Sobre esta cuestión, Conesa afirmó que el convenio tenía como objetivo “permitir y garantizar al Ayuntamiento la obtención de suelo para la construcción de VPO, viviendas de precio tasado y áreas de esparcimiento municipal y de equipamiento”. “El convenio no califica qué clase de equipamiento es, por lo que puede ser de distinto tipo, como sanitario, educativo, industrial, comercial, etc”, puntualizó Conesa, quien dijo que el Ministerio de Defensa “nunca puso objeción a la modificación urbanística de la parcela ni a los trámites posteriores”.

La parcela del antiguo cuartel de Valenzuela está calificada en el PGOU como suelo industrial y equipamiento secundario compatible con uso comercial por orden del Gobierno de Ignacio Velázquez en la década de los 90, una calificación urbanística que, según Conesa, no supone un incumplimiento del convenio de colaboración del Ministerio de Defensa.

El portavoz insistió en que la subasta del terreno y la posterior recalificación urbanística se han realizado mediante un “proceso transparente, acorde con los procedimientos establecidos y respetando los derechos de audiencia y exposición pública”, de modo que “si aquí hay negocio, será un negocio legítimo entre los propietarios del terreno”.

Por todo ello, el portavoz negó las acusaciones de CPM, partido al que reprochó su “hipocresía, cinismo e incoherencia” porque “lanzan una denuncia velada cuando ellos fueron los primeros en participar en este trámite” cuando lideraban el Gobierno de la Ciudad Autónoma entre 1999 y 2000.

En este sentido, Conesa ofreció una serie de “fechas clave” en el procedimiento de los terrenos del Cuartel de Valenzuela, que demuestran que CPM, cuando tuvo responsabilidades de Gobierno, actuó en el mismo sentido que el actual Ejecutivo de Imbroda respecto a este asunto.

Así, el 10 de junio de 1998, cuando el Gobierno estaba en manos de Enrique Palacios y el consejero de Medio Ambiente era Mustafa Aberchán, se sacó a subasta por 2.190.000 euros la parcela del Cuartel de Valenzuela por tercera vez, ya que en las dos ocasiones anteriores quedó desierta. El 27 de julio de 1998, el Consejo de Gobierno, presidido por Palacios, adjudicó provisionalmente la parcela al mejor postor, que fue la empresa ‘Nueva Melilla y Asociados’, cuestión que fue votada a favor por Aberchán.

El 27 de enero de 1999, el mismo Gobierno formalizó la escritura de compra-venta. En noviembre de ese año, cuando Aberchán ya era presidente del Gobierno melillense, la empresa propietaria de los terrenos propuso que se calificaran con uso industrial compatible con comercial. El 21 de enero de 2000, el Consejo de Gobierno, presidido por Crispín Lozano por ausencia de Aberchán, aprobó de forma provisional el Plan Especial de Ordenación Urbanística de Valenzuela, que contó con los votos favorables de miembros de CPM como José Megías, Cecilia González y Abdelhamid Mohamed.

Posteriormente, este asunto quedó paralizado y, al cabo de cuatro o cinco años, los propietarios del terreno instaron al Gobierno a que retomara el trámite del Plan Especial de Ordenación Urbanística de la parcela, por lo que se abrió un proceso de información pública. “Y así hemos llegado a la situación actual”, concluyó Conesa el repaso cronológico.

Situación actual


El portavoz informó además de que, hasta el momento, la Ciudad Autónoma sólo ha recibido una petición de los propietarios del terreno para la concesión de una licencia de edificación de una gran superficie comercial, a lo que la Consejería de Fomento ha respondido que antes deben pedir una licencia comercial al superar los 2.500 metros establecidos legalmente. Sin embargo, los promotores no han presentado esta solicitud y el procedimiento se encuentra actualmente paralizado desde hace unos dos meses.

La Ciudad está a la espera de que se presente esa solicitud, momento en el que se tramitará por el procedimiento establecido para ello, que es el Reglamento Regulador aprobado por la Asamblea para casos de licencia comercial específica para grandes establecimientos comerciales.

No obstante, Conesa advirtió de que el escenario actual podría cambiar de forma drástica en pocos meses, ya que el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha elaborado un anteproyecto de Ley que regula los grandes establecimientos comerciales, en el que se elimina cualquier restricción a la libre competencia por imperativo de la Unión Europea.

De este modo, la Ciudad no podría denegar una licencia comercial por razones económicas (como por ejemplo, el perjuicio que se podría provocar a las PYMES la implantación de una gran superficie comercial), sino que esa denegación de licencia sólo podría darse por “criterios basados en razones imperiosas de interés general relacionados con la distribución comercial, como la protección del Medio Ambiente y el entorno urbano, la ordenación del territorio y la conservación del patrimonio histórico-artístico”.
 

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