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OPINIÓN - LUNES, 4 DE MAYO DE 2009

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Islam conquistado

Por Abdelmalik


La influencia social de la que algunos grupos de confesión musulmana vienen haciendo gala, especialmente en Ceuta, no es sino una clara demostración de que las estructuras sobre las que se creo la CIE (Comisión Islámica en España) están ya caducas y deben ser renovadas con prontitud.

Cuando nació la Comisión Islámica en España (en adelante CIE), y España consideraba el Islam como una religión de notorio arraigo, se constituyeron dos federaciones que tuvieron un peso importante en aquel entonces. Son la UCIDE, que básicamente aglutinaban países de Oriente Medio, como Siria, y la FEERI, que agrupaba a los conversos españoles, pero que ahora también cuenta con participación marroquí. Así las cosas, y cuando se firman los acuerdos de 1992, relativos a la cooperación religiosa en España, con puntos en su contenido muy interesantes, y hasta la fecha de hoy, el grado de incumplimiento de los mismos es muy elevado.

El problema es que los musulmanes de ambas federaciones no se ponían de acuerdo, sobre todo en hacer de forma conjunta planteamientos al Estado para el cumplimiento de estos acuerdos de cooperación, así como que uno de los grandes errores fue precisamente la constitución de dos federaciones, con dos secretarios generales dentro de la CIE. Algo que no se ha dado en otras confesiones. Esta incongruencia formal, asentada en egos incontrolados y sin arreglo posible, ha sido tremendamente negativa para los musulmanes que viven en España, y es algo que el Estado Español debería corregir sin demora.

Los cerca de millón y medio de personas que practican el Islam en España, y la inmensa mayoría, cerca de 1.300.000, han llegado con la inmigración. Una inmigración que es mayoritariamente marroquí, con algo más de 700.000 personas, junto a pakistaníes y subsaharianos, y que hoy están presentes en España, pero que no se sienten reconocidos en la CIE.

El caso de los musulmanes constituye para la Dirección General de Asuntos Religiosos un reto muy importante, pues se trata de conseguir que la gestión del Islam en España, tanto en presente como en futuro, tenga en cuenta a todos los musulmanes de forma real y representativa de esa realidad de los municipios y barrios. Tan cierto es esto que se hacen inevitables unas elecciones democráticas y transparentes en el seno de los musulmanes desde las Comunidades Autónomas, para elegir finalmente a una Junta Estatal de la CIE que represente todas las sensibilidades existentes dentro del Islam Español.

Nadie debe entender por ello conflicto entre una federación y otras organizaciones, ni de un marroquí contra un sirio; antes bien, de lo que se trata es lograr una mayor proximidad con la realidad actual. Bien es verdad que hubo un momento determinado que la CIE y esas federaciones tuvieron un papel fundamental, pero los tiempos de hoy no son los de entonces, ahora hay que tener en cuenta a la inmigración, que son la inmensa mayoría de los musulmanes residentes en España.

Por ejemplo, el 95 por ciento de las mezquitas que hay en España están dirigidas por un imam marroquí. Asimismo, la inscripción de entidades religiosas en el Registro Oficial ya alcanza las 627, sin embargo, la relación real de estas entidades religiosas inscritas con las federaciones que componen la CIE es mínima. De hecho existen gran cantidad de asociaciones que están inscritas en la UCIDE pero que ni siquiera nunca han visto al presidente de la misma. Es evidente que las estructuras de hace quince o veinte años necesitan modificaciones acordes con los tiempos actuales, como lo han reconocido muchos países europeos, actuando de forma tranquila y eficiente al respecto.

Sin duda, nos encontramos con una urgencia importante e inmediata en el modelo de representatividad del Islam en España.

Hay cuestiones que en la etapa del Partido Popular no se hicieron por falta de voluntad política y por un desconocimiento profundo sobre esta realidad, situación que también se ha dado en otros países europeos. Cuando se habla de que el velo de las jóvenes musulmanas trae el integrismo en Europa se está cayendo en afirmaciones totalmente erróneas que muestran ese desconocimiento, en ese y otros asuntos de roce diario. El integrismo llega por otras vías bien conocidas -y por una nueva y totalmente efectiva, como es la mutación en cuanto a su apariencia, pues aquellos que se decían contrarios a la doctrina malikí, hoy se dicen amantes de la misma, cuando los que bien les conocen saben que tales afirmaciones surgen por instinto de supervivencia, así como que sirven para ganar tiempo y libertad de movimientos-, como es la entrada de movimientos religiosos radicales que se introducen dentro de la Comunidad Musulmana residente, aprovechándose de su desorganización y nula estructura, así como haciendo uso de una apariencia adobada en caldos de confianza (Ceuta es un ejemplo claro y bastante cercano), sin olvidar su capacidad para atraer la atención de quienes ostentan poder, que sin concederse un mínimo de reflexión a las consecuencias de sus actos, acuden a rezos colectivos no aprobados por la inmensa mayoría de los musulmanes, abriendo aún más heridas y alejando a unos de otros.

Está claro que si no son los musulmanes quienes soliciten y fomenten los cambios necesarios y ganen el terreno perdido, lo harán quienes constituyen rémora y atasco en su historia. La falta de pericia de las políticas desarrolladas en Europa en cuanto a religión e inmigración son las que han permitido que el integrismo llegue a esos países de forma importante, y algo de lo mismo está pasando en España, pues la Influencia Social que han adquirido algunos grupos, siempre bajo paraguas de una federación como la UCIDE es, cuando menos alarmante y fuera de toda realidad, y si no que se miren las torres conquistadas, no siendo Ceuta una excepción y si una muestra clarificadora.

La reforma del modelo de gestión del Islam en España corresponde únicamente a los musulmanes que residen en España y al Estado Español, aunque los lazos que tradicionalmente han unido al Islam Español con el Marroquí merecen una oportunidad para reflexionar de forma conjunta sobre el asunto, pues de ningún otro modo podrá hacerse mejor, sobre todo si tenemos en cuenta la prudencia y los profundos cambios que Marruecos viene acometiendo en cuanto a forma de enseñar y proyectar el Islam.
 

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