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sociedad - VIERNES, 8 DE MAYO DE 2009


efectivos de la ume. alicia samiñán.

Unidad Militar de Emergencia
 

García Aldave ‘se colapsa’ ante
un simulacro de incendio forestal

El Área de Coordinación de Emergencia y cerca de 100 efectivos de la UME participan en una práctica con fuego real
 

CEUTA
Luis Parodi

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Un total de 210 efectivos participaron en la mañana de ayer en una práctica con fuego real desarrollada en la zona del Jaral de García Aldave. Cerca de 100 integrantes de la Unidad Militar de Emergencia (UME) y más de 100 pertenecientes al Área de Coordinación de Emergencias de Ceuta (ARCE) se coordinaron ayer en un simulacro que servirá para estar preparados ante incendios en los montes ceutíes.

Los vecinos de Benítez amanecieron entre las sirenas de los camiones de Bomberos y las ambulancias de la Cruz Roja. Los vehículos procedían de las Puertas del Campo y tomaban dirección a García Aldave, que olía a brasa. Dentro del monte, sumergidos entre la maleza y repartidos por las pistas del Jaral, los militares de la Unidad Militar de Emergencia se posicionaban para controlar el fuego, coordinados con los servicios de extinción de incendios de Ceuta, que pronto llegarían al lugar para colaborar con los militares.

El primer foco de incendio se abrió en la Loma de los Hornillos, una zona de poca altura, pero no por ello menos peligrosa, ya que al fuego le gusta trepar cabalgando sobre el viento y desde abajo tiene más campo para hacerlo. “Hay que colocarse siempre a rebufo del fuego, nunca delante, para que el retén no corra peligro”, comentaba el teniente Amador, uno de los oficiales que participó en el simulacro. “El fuego está situado sobre dos laterales y una cabecera”, explicaba. Durante la práctica, los efectivos se distribuyeron en la parte delantera del incendio y en los dos brazos de fuego, pero también en la parte superior de la montaña, a la que todavía no habían escalado las llamaradas. Uno de los suboficiales informaba de la misión en aquel punto: “Estamos colocando espumójeno sobre la vegetación, así evitamos que el fuego se propague”.

A parte, varios pelotones mandados por cabos primero o por sargentos se afanaban por eliminar los rastrojos del talud del cortafuegos, una misión más minuciosa y retardante que la de vertir espumójeno, pero más barata que la segunda. El puesto de mando, situado en uno de los puntos más elevados de la carretera de la Lastra ordenaba desde allí las actuaciones a seguir. Los walkis servían para que bomberos, militares, Guardia Civil, Policía Local, auxiliarres forestales y sanitarios se coordinaran entre sí y siempre bajo las órdenes del puesto de mando, a cargo del Área de Coordinación de Emergencia de Ceuta (ARCE). “Aseguramos el sitio, hacemos un perímetro de 10 metros”, dijo uno de los comandantes encargados. “Afirmativo, ¿cortamos los pinos también?”, preguntaba el sargento. “Los pinos los respetamos, no se corta ningún árbol”. “Es que la zona está llena de pinos”. Abortada la orden por sentido común. Se respetó el bosque, pero se practicó sobre él para prevenirlo de futuros incendios.

La UME ya ha estado en Ceuta a causa de una catástrofe, la declarada a finales de septiembre del pasado año por culpa de las inundaciones. En agosto hubo un incendio en el monte Hacho, pero no fue necesario pedir el auxilio del Estado, ya que los bomberos ceutíes consiguieron controlarlo en pocas horas.

En el simulacro de ayer se actuó sobre un supuesto de incendio de ‘nivel 2’, en el que la Ciudad habría pedido la llegada de la UME. “Nosotros actuamos siempre que una autonomía lo pide al Estado”, dijo uno de los oficiales desplazados.

En el simulacro de ayer, el foco se activó a las 9.30 horas y a las 9.45 se dispuso la cadena para solicitar los recursos de la UME, que desplazó todos sus camiones cisterna. También fue necesario contar con ambulancias ya que se ensayó con víctimas intoxicadas a causa del humo y con quemaduras. A las dos horas y media de haber empezado se concluyó con el simulacro.
 

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