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sociedad - LUNES, 11 DE MAYO DE 2009


alfonso alvarez gaumé. reduan.

Coronel del Tercio Duque de Alba 2º de La Legión
 

Gaumé: «La realidad en Ceuta ha superado las expectativas que me había planteado»

El jefe del II Tercio afirma que ha colmado sus aspiraciones mandando al Tercio ceutí y no quiere valorar la orden de no ir a Kosovo: “Como militar cumplimos la orden, como Alfonso me reservo la opinión”
 

CEUTA
Luis Parodi

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Nació en Madrid hace 51 años y asegura haber colmado sus aspiraciones profesionales mandando al II Tercio de la Legión. “Conozco el Ejército, llevo 34 años dentro de él y sé que mandar un Tercio es un orgullo mayor si cabe”. A pesar de que no vaya a saborear el caramelo de mandar una agrupación táctica en misión internacional después de que la ministra anunciara el repliegue de las tropas en Kosovo, Álvarez Gaumé ha participado en varias misiones en el extranjero. Como curiosidad, cabe destacar que el Tercio de Ronda, al que perteneció, abrió la misión en Kosovo en junio de 1998 y podría haberla cerrado este año como jefe. En junio hará un año desde que llegó a Ceuta.

Pregunta.- ¿Cuándo empezó su historia dentro de La Legión?

Respuesta.- En el 92, cuando ascendí a comandante y me fui destinado al IV Tercio, en Ronda, y allí estuve todo el empleo de comandante, la plana mayor y en la X Bandera. Luego, cuando ascendí a teniente coronel estuve mandando tres años en la X bandera. Cuando ascendí a coronel, pedí alguno de los Tercios y tuve el honor de que me dieran el II. Ceuta no lo conocía, había venido únicamente en 2004, durante la Junta Institucional de La Legión.

P.- ¿Y por qué tenía tanto interés en venir a Ceuta?

R.- Los que pude pedir fueron el III de Almería, el I de Melilla y el II de la Legión. Ceuta es la cuna de la Legión.

P.- Después de casi un año en Ceuta, ¿qué balance hace de su estancia aquí?

R.- Muy positivo, tanto a nivel profesional como familiar. La realidad ha superado con creces las expectativas que me había planteado.

P.- ¿Qué actividad se suele hacer aquí en un día?

R.- La normal, la que se pueda hacer en otra unidad del Ejército. Llego antes de las 8.00 horas, recibo las novedades de la guardia de la tarde y la noche, la del resto de jefes de unidad y la actividad de educación física. Luego, me dan el correo electrónico y me reúno con la plana mayor para coordinar el trabajo. Posteriormente superviso las actividades de instrucción y adiestramiento de las unidades en el campo y recorro los acuartelamientos que tenemos a cargo. Recibo a los cuadros de mando y tropa destinados, a los que se despiden, a los que inician o finalizan comisiones y cursos, a las bajas médicas, y despacho con los jefes de unidad. Por último, firmo toda la documentación que sale del Tercio que, como podrá suponer, es muy abundante por la cantidad de trabajo que tenemos.

P.- ¿Consigue un coronel de La Legión conocer a todos los soldados?

R.- Es la obligación de cualquier jefe conocer personalmente a todos sus subordinados. Lógicamente, el que haya varios cientos de legionarios complica la tarea. Pero con la actividad diaria y con las entrevistas que mantengo con todo el personal que llega destinado o con el que se va a otras unidades o que se va de comisiones o a hacer cursos o incluso con el personal que va de baja médica... al cabo de poco tiempo los llego a conocer.

P.- Antiguamente había más legionarios que ahora.

R.- Sí, pero porque era el Ejérctio de Reemplazo. Llegó a haber hasta tres Banderas aquí. El que hay ahora, también es muy numeroso.

P.- ¿Qué hay a día de hoy de La Legión en Ceuta?

R.- La cuarta Bandera y la compañía de Defensa contra Carro.

P.- ¿Un oficial consigue la plenitud siendo coronel jefe de un regimiento?

R.- Sí, para un oficial de infantería, es el mayor escalón de mando al que puede aspirar y es un orgullo y más, un Tercio de La Legión.

P.- ¿Se ha imaginado en otra unidad que no fuera La Legión?

R.- Como teniente y capitán estuve en Bandera Paracaidista, en Regimiento Mecanizado, mandado una compañía de Reclutas. Llevo 34 años de servicio, el Ejército lo conozco y por ello mandar un Tercio es un orgullo mayor si cabe.

P.- Usted nació en Madrid, pero aparte, ¿por qué otras ciudades ha pasado?

R.- Por bastantes. He pasado por Zaragoza y Toledo, como todo el que haya ido a la Academia. Luego, en Alcalá de Henares, con la primera Bandera Paracaidista, al ascender a capitán me mandaron forzoso a San Clemente Sasebas (Gerona); Leganés, en el Regimiento Mecanizado; en Ronda, en el Tercio; en Granada, en el mando de Adiestramiento y Doctrina; de nuevo a Ronda; a Granada; y ahora en Ceuta.

P.- De todas las ciudades en las que ha estado, ¿es esta la más militar de todas?

R.- Tiene una tradición militar muy amplia. No hay que más que pasar por las Murallas.

P.- ¿Le gusta que el militar tenga un papel tan protagonista en Ceuta?

R.- Tiene el papel que tiene que tener, en esta plaza siempre ha habido una guarnición elevada y creo que las relaciones son muy buenas. Se ve en el trato por la calle o en la organización de actos deportivos.

P.- ¿Cómo son las relaciones con el general y el resto de jefes de la plaza?

R.- El general y el segundo jefe son de quienes recibo directamente las órdenes, y con los otras unidades, las relaciones son muy buenas.

P.- ¿Los desfiles de La Legión muestran la verdadera alma del cuerpo?

R.- Es una particularidad nuestra, sobre todo el paso y la uniformidad. También es una manera de demostrar nuestra preparación en la instrucción de orden cerrado. El verdadero alma de la unidad lo muestra el credo legionario, donde se resume la esencia de esta unidad.

P.- ¿Es La Legión un arma distinta?

R.- Todos formamos parte del Ejército de Tierra, lo que pasa es que hay unidades que tienen una tradición muy rica y muy amplia y hay algunas que tienen sus particularidades, aunque luego, en la instrucción diaria y en el adiestramiento sigamos todos los mismos procedimientos.

P.- ¿Es la Legión un cuerpo de elite?

R.- Sí lo es. Es un cuerpo en el que todos los que formamos parte de él estamos orgullosos de pertenecer. Un ejemplo curioso: hace poco vinieron a Ceuta los familiares de un legionario que había servido en la IV Bandera del 76 al 78, porque su último deseo era que enterraran sus cenizas en García Aldave. Él era un militar de reemplazo que había fallecido hace poco y así lo hicimos.

P.- ¿Con el tiempo cambia la idiosincrasia de la Legión?

R.- No, porque lo que define a la Legión es su vocación para ser empleada en los puestos de mayor riesgo y fatiga. Se creó como una tropa de choque y como una unidad para ser empleada en los puestos más exigentes y para eso nos preparamos.

P.- ¿A los legionarios os gusta desfilar con el Cristo de Mena o eso es demasiado folclórico?

R.- El personal que va es voluntario, pero el personal se siente muy bien acogido por la gente que va. De hecho, aunque no desfiló nadie del II Tercio este año, fui allí y estaba todo Málaga en la calle. Y en el Encuentro, estaba todo Ceuta en la calle.

P.- Pero las Fuerzas Armadas tiende a suspender este tipo de actos.

R.- Lo desconozco. Nosotros elevamos las peticiones de colaboración a nuestros superiores y en las que nos aceptan, nosotros estamos orgullosísimos de participar con todo el personal voluntario.

P.- ¿Se enseña a los legionarios a conocer la historia del cuerpo o el hecho de que se haya profesionalizado tanto ya no implica tanta devoción por parte de los soldados?

R.- No solo en la Legión. En todas las unidades del Ejército, nuestra obligación es que todos los que formamos parte de una unidad conozcamos su historia como manera de quererla y de sentirnos orgullosos de pertenecer a ella. Y la profesionalización ayuda si cabe más, porque el personal permanece más tiempo en filas.

P.- Antiguamente, el legionario que entraba en la unidad era de zonas más marginales, sin mucha preparación. ¿Ahora se mimetiza más el legionario dentro del Ejército?

R.- No tanto, porque al principio de crearse también entraba gente de un nivel económico más elevado. Cuando la Legión se creó, en los años de la Guerra de África, la finalidad era disminuir el número de soldados de reemplazo que venían aquí y sustituirlos por una unidad de voluntarios profesional y eficaz en el combate. Para ello, también se le dotó de un régimen disciplinario aparte, unas retribuciones distintas y la posibilidad de hacer carrera dentro de la Legión o el ascender. Ahora mismo, todo el Ejército es profesional y nos regimos por el mismo régimen disciplinario, de ascensos y retributivo. Eso sí ha cambiado desde aquella época, pero nuestro personal es un personal seleccionado según los mismos filtros que el resto del Ejército.

P.- ¿Aquí se le exige más a un soldado que en otras unidades?

R.- Nosotros exigimos según el programa de instrucción y adiestramiento que nos marca la Comandancia General, que de por sí es muy exigente. Hay particularidades, como pueden ser... pues la uniformidad o el paso de desfile de la unidad. Pero los objetivos de adiestramiento y evaluación son comunes a todo el Ejército.

P.- ¿Cuáles son los ejercicios más complicados que tiene un legionario a lo largo del año?

R.- Nosotros nos preparamos para el combate convencional de alta intensidad. Por lo tanto, los ejercicios que se hacen con fuego real en el campo de maniobra de San Gregorio o en Almería, son los más exigentes. Coordinar a la unidad con fuego real es lo más complejo, porque son muchas armas.

P.- ¿Y las marchas maratonianas tan famosas de la Legión? ¿Ficción o realidad?

R.- Tenemos una o dos marchas al mes que se hacen por la plaza o en la Península.

P.- ¿Y el coronel también las hace?

R.- Cuando toca. Normalmente sale una compañía, que va con su capitán y alguna vez acompaña un teniente coronel, pero cuando hay una marcha de Bandera o de Tercio, sí va el coronel.

P.- ¿Qué uso se le da al acuartelamiento de García Aldave?

R.- Ahí hacemos nosotros la formación del Sábado Legionario, se utiliza para la formación de las unidades que van a hacer instrucción continuada y hace unos días estuvo la UME, como también podría haber otras unidades que vinieran del resto de España.

P.- ¿Y por qué no se quedaron mejor allí cuando se disolvió la V Bandera?

R.- Se valoró, pero en Recarga se había encargado un edificio nuevo y el mando tuvo a bien estudiar cuál era la que tenía las instalaciones más adecuadas y se consideró que era aquel.

P.- Dentro de la adiestración, ¿qué función tiene un coronel?

R.- Yo las órdenes las mando a la Bandera, a la unidad de la Plana Mayor, a la compañía de Defensa Contra Carro y hay un programa muy apretado, con maniobras en el campo, actividades de tiro, de marcha, sesiones teóricas, de mantenimiento...

P.- En el algo más del año que le queda, ¿qué metas tiene?

R.- Mejorar la instrucción y adiestramiento si se puede y las condiciones de vida del personal del acuartelamiento. Por ello, actualmente se ha trasladado el gimnasio de García Aldave a aquí; estamos reparando la piscina de 50 metros; estamos mejorando los alojamientos logísticos del personal que vive aquí; la cocina ya la hemos activado; y estamos mejorando los talleres de mantenimiento de vehículos; los almacenes; los aparcamientos de vehículos del personal...

P.- Hablaba usted del gimnasio, ¿se le exige al legionario que sea un tipo muy fuerte?

R.- Todos los años pasamos unas pruebas de educación física, incluidos los cuadros de mando. Nosotros la hemos pasado hace poco y en junio otra vez. Para eso todos los días tenemos una sesión física.

Kosovo

P.- Ustedes habían empezado a hacer la instrucción para ir a Kosovo, ¿se han desilusionado mucho?

R.- No, porque la razón de ser de la Legión es la disponibilidad, ocupar los puestos que el mando tenga a bien ordenar. Lógicamente, una misión en el extranjero es muy atrayente para todos, pero somos profesionales y sabemos que nosotros estamos para cumplir órdenes de la mejor manera posible. Nos ordenaron empezar la preparación y lo hicimos. Llegó un momento en el que el comandante general varió la orden y nos dijo que no íbamos a ir. Otra cosa son las expectativas individuales de cada uno. Yo mandé a formar a la Bandera una mañana y les comuniqué la noticia.

P.- Pero le haría ilusión ir a esa misión como jefe de la Agrupación Táctica...

R.- Como coronel jefe que está siendo entrevistado no tengo que decir nada o no de la desilusión. Me dieron una orden y la acepté con la mejor de las sonrisas, porque es mi obligación. Luego ya, Alfonso Álvarez Gaumé tendrá otra opinión particular que prefiere no decir.

P.- ¿Y la tropa? ¿Qué ejercicios llevaba hechos con respecto a la misión en Kosovo?

R.- Llevábamos un tiempo, pero no supone ningún obstáculo, porque la mayoría de los ejercicios son los mismos.
 

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