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política - DOMINGO, 17 DE MAYO DE 2009


jose antonio carracao. mz.

SECRETARIO GENERAL DEL PSOE DE CEUTA
 

José Antonio Carracao: «Antes que socialista mi partido es ceutí»

“Generar confianza”, esa es la prioridad del líder del PSOE de Ceuta, que sólo se plantea “ganar” las elecciones europeas en la ciudad y que invita a UDCE a “reflexionar” sobre qué Europa quiere en el futuro
 

CEUTA
Gonzalo Testa

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Diplomado en Magisterio y con la licenciatura en Psicopedagogía a cuatro asignaturas que cree que podría sacarse “en un trimestre”. Padre de mellizos, José Antonio Carracao, el secretario general del PSOE de Ceuta, a sus treinta años hace dos que fue antena territorial del Parlamento europeo en la ciudad. Volvió al colegio donde trabajaba tras la debacle del 27 de mayo de 2007, cuando salió del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea. Después la política le llamó y lo dejó todo. “Me la jugué y me quedé en la Delegación sin dejar de buscarme una salida laboral estable para estar en política, donde no se puede estar sin las espaldas cubiertas para poder volver cuando no comulgues con lo que está pasando o cuando los ciudadanos, en unas elecciones, o quien te nombra, en un cargo de libre designación, pierdes tu puesto”. Ahí, como muchos jóvenes, comenzó un periplo de oposiciones, “algunas de ellas mediáticas”, hasta que terminó sacando una plaza en el Ayuntamiento de Algeciras como administrativo que conserva en excedencia. Esta es su “realidad”.

Pregunta.- ¿Su plaza en el Ayuntamiento de Algeciras implica que su estancia en Ceuta tiene límite?

Respuesta.- Claro. Mi estancia en Ceuta tiene el límite que marque el hecho de que deje de estar en un cargo público que me permita mantener mi excedencia. Por eso mi objetivo siempre ha sido estar al frente del partido hasta el próximo Congreso Ordinario, que coincidirá con las próximas generales. Aquí se habla mucho desde siempre de mí, pero yo he dicho en mi partido y ahora públicamente que asumí la responsabilidad de dirigir el partido porque me lo pidieron y que mi compromiso llega hasta el próximo congreso a la espera de lo que pase en las elecciones autonómicas y generales. Debo mantener, trabajar, potenciar y ampliar el partido para que al próximo congreso lleguemos fortalecidos y haya una nueva decisión de la militancia.

P.- ¿En el próximo congreso, en 2012, dará un paso a un lado?

R.- Expongo mi planteamiento a medio plazo. Me lo puedo replantear, pero ahora mismo sólo pienso en dejar el partido mucho mejor de lo que me lo encontré para que todos, yo y la miltancia, podamos tomar decisiones.

P.- ¿Su idea ahora mismo es no repetir en la Secretaría General?

R.- No. Mi idea es llegar a ese punto, hasta el que llega mi compromiso, para hacer balance y tomar decisiones.

P.- Ha dicho que le “pidieron” que fuera secretario general. ¿Quién?

R.- Me lo pide el partido y los compañeros que asumieron la responsabilidad al frente de él.

P.- ¿En Ceuta o en Madrid?

R.- Tanto en Ceuta como en Madrid se demandaba un proyecto joven que pudiese tirar del carro y que generase confianza política. Yo mantuve conversaciones que a nadie pasaron desapercibidas y… A pesar de lo que se pueda opinar lo fácil hubiera sido decir que no. Mantener mi situación laboral en la Delegación, que me exige un grado de compromiso muy alto, y evitar una serie de circunstancias que sobrevinieron, pero no se puede estar en el partido sólo para las maduras. Fue un momento duro que se asumió y creo se recondujo. Poco a poco vamos sacando las cosas adelante.

P.- La Asamblea Constituyente fue el 13 de diciembre, hace cuatro meses. ¿Cuánto tiempo antes decidió usted sería candidato?

R.- Poco antes. Hubo una conversación definitiva a finales de septiembre porque no había margen para seguir con la duda. Había que pronunciarse y decir si apostábamos a esta candidatura o dejábamos paso a otras propuestas de quienes tenían la responsabilidad del partido, que también tenían sus propuestas igual que luego se plantearon otras alternativas. Disipé la duda y decidí seguir adelante porque además vi que tenía personas de mi total confianza, con vocación e ilusión, para rodearme. Hablé con ellos, vi que tenían ganas, que podían hacer algo, y tiraron de mí. Ahí se inclinó la balanza.

P.- ¿Por qué decidió mantenerlo en secreto?

R.- No lo tenía claro, siempre lo dije.

P.- ¿Y cuándo lo decide?

R.- Por higiene del proceso. Yo era portavoz de la Comisión Delegada y no me parecía que fuesen las formas decirlo hasta presentar mi renuncia por escrito. En la vida y en política es importante guardar las formas.

P.- ¿Asume errores en ese proceso?

R.- Yo tuve poca capacidad de decisión en el cómo se hizo aunque era parte implicada y por lo tanto soy igual de responsable que el resto de la Comisión Delegada, pero creo que las decisiones que se tomaron fue por motivos que se vieron entonces. Había un ambiente que exigió tomar decisiones y creo que fueron acertadas.

P.- ¿Tiene previsto hacer algo con los excluidos

R.- Nada más que tener conversaciones con quien ha querido mantenerlas. Hemos recuperado todas las fichas que recogimos y que después se decidió que no participasen en el proceso porque no estaban en el censo anterior, algo que me pareció lógico, las hemos tramitado y hemos encontrado que el 90% de quienes las presentaron han manifestado su deseo de efectivamente ser militantes. No hemos puesto cortapisas a ninguna y en cuanto todos hayan formalizado su primer pago tendrán su carné.

P.- ¿Para qué abrieron el censo?

R.- A mí me pareció más lógico restringir la Asamblea a quienes estaban en el censo porque abrir el censo en ese momento daba pie a que hubiese gente con motivaciones distintas, tanto para un lado como para otro, que viniesen al partido no a trabajar por él, sino simplemente a depositar un voto y nada más.

P.- Lo de los expulsados…

R.- No eludo la pregunta. Las personas a las que el partido les dijo no a su militancia deben hacer lo que se les indicaba en las cartas: comunicar con la Federal y preguntar por qué. A mí ha habido personas que me han pedido que yo enviase una nueva ficha pero yo no puedo tomar parte en las altas ahora porque eso supondría, implícitamente, que también lo hice entonces. Yo no le puedo decir al partido que a quien le dijo que no hace cuatro meses ahora se le diga que sí. El criterio sigue valiendo y el problema no era que no estuviesen en el proceso, sino la falta de confianza del partido, que también tiene derecho a decidir quién milita en él, en ellos. Quien quiera recurrir debe dirigirse a Madrid.

P.- Meter a Juventudes Socialistas en la Asamblea se interpretó como una forma de asegurar su victoria

R.- Era fácil pensar así, pero la realidad es otra. Esa fue una apuesta que hicimos, y ahí sí me incluyo como parte activa en la toma de la decisión, porque como secretario general de Juventudes sentí que habíamos mantenido la voz durante el año largo de disolución. A la Gestora se la incapacitó para hacer política en la ciudad y JSCE asumió la voz política del partido.

P.- Incluso el PP les criticó

R.- Recuerdo lo que dijo su presidente [Pedro Gordillo] y lo que yo le contesté. Los miembros de Juventudes fueron gente valiente que, sabiendo cómo se conducen en Ceuta cargos con capacidad de decisión del PP, estuvieron en una opción política contraria de forma activa, criticando lo criticable, poniéndose difícil acceder al mercado laboral. Los jóvenes de JSCE saben que tendrán muy difícil acceder a puestos de la Administración local. Eso es una realidad porque hay personas en el PP que se jactan de controlar el acceso. Había que reconocer a Juventudes su trabajo y, si como dijo la Federal el criterio era aceptar a personas con probada implicación y compromiso, JSCE no podía quedarse fuera.

P.- Y ganó usted

R.- ¿Que fue determinante en la votación? Bueno, lo que se demostró es que hubo una alternativa con posibilidades. Para mí fue importante que la hubiera para enriquecer el proceso democrático y para que yo siempre pudiese decir: se pudo elegir.

P.- Pero no se debatieron proyectos, sino nuevas y viejas rencillas

R.- En la Asamblea hubo dos discursos pero es verdad que no nos ajustamos… Todo estaba muy dificultado por el cómo, pero dentro de la sala deberíamos haber contrapuesto dos opciones de futuro para encaminar el partido. Yo hice mi planteamiento político pero por la otra parte creo que hubo más una reivindicación de los ausentes y se quedaron en eso, sin completar el proceso y presentar propuestas al Comité Regional, por ejemplo. Tenían su derecho a hacerlo y yo siempre he procurado que Juan Hernández no abandonase el partido. Ha reflexionado y tanto yo como el partido contamos con él.

La unidad de la izquierda

P.- Hernández apostó por la unidad de la izquierda como proyecto político. Dejando a un lado ya la Asamblea, ¿qué piensa al respecto?


R.- No tendré ningún complejo a la hora de trabajar, colaborar y tener acuerdos más o menos permanentes con otras formaciones, pero mi prioridad es fortalecer al PSOE, que debe ser capaz de aglutinar en su seno a personas antes que a siglas. Tenemos que ser capaces de tener dentro militantes y colectivos de todo tipo y no integrarse en un compendio de siglas simplemente. Mantengo esa idea, esa apuesta y esa visión. Como líder del PSOE en Ceuta, del partido que gobierna España, no puedo pensar que nuestro futuro pasa sólo por ir de la mano de otros, pero eso no quita que podamos alcanzar acuerdos, que los pidamos y los demos cuando toque.

P.- ¿Será más fácil alcanzar esos contactos con líderes políticos de su generación?

R.- La parte generacional es importante porque seguramente tenemos un lenguaje que entendemos más fácilmente, pero creo que la clave estará en mi posición política y personal. Hay quien me ha querido criticar porque supuestamente pretendo mantener las formas del presidente de la Ciudad. Yo no he querido nunca compararme con nadie ni seguir modelos, pero sí tengo una forma de ser dispuesta al diálogo y a escuchar la crítica. Yo estoy dispuesto a hablar con todo el mundo y a tener encuentros, pero a veces, como cuando convocamos aquel acto por la situación en Oriente Medio, hablé con todos los líderes políticos y sindicales de la ciudad para que participasen y tomasen decisiones. Hubo personas que no quisieron. Yo estoy dispuesto a colaborar y a trabajar, pero si no se anteponen los intereses partidistas. Resumiendo, yo me llevo bien con las personas de mi generación en todos los partidos, pero tampoco me niego a hablar con nadie. A veces hay que ver la posición que tiene la otra parte, sus pronunciamientos públicos, que a veces impiden tener cualquier encuentro político. Y hay personas que se asocian con quienes están dando al PSOE un discurso de vendepatrias y no implicados que es un hándicap.

P.- ¿Se ve de candidato a la Asamblea o a las Cortes Generales?

A ninguno de los dos sitios. Mi trabajo en el partido es al frente de la Secretaría General para que la ciudadanía tenga una visión distinta y mejor de nosotros. Mi trabajo es generar confianza. Que eso se traduzca en votos o no hay que verlo porque la gente se fija en los candidatos, en sus actitudes, en los programas… Mi prioridad es que los ceutíes vean en el PSOE a un aliado, a un partido que antes que socialista es ceutí, que se preocupa por esta ciudad y que va a anteponer siempre sus intereses a cualquier otro. Para esas cosas que usted me preguntan tienen que hablar los militantes en votaciones internas y a mí sólo me tocaría presentar propuestas y asumir responsabilidades.

P.- ¿Prefiere no someterse a las urnas, ser algo así como un presidente del PNV, que no se involucra en las citas electorales?

R.- Yo nunca eludo nada. Las decisiones las tomaré, en cualquier sentido, desde la responsabilidad, pero no es algo que me preocupe ni me ocupe ahora.

Veinte años sin ganar elecciones

P.- ¿Por qué hace veinte años que el PSOE no gana unas solas elecciones en Ceuta? ¿Qué análisis ha hecho usted de lo que hay que cambiar?

R.- Cuando un partido se pasa tanto tiempo fuera de donde se toman las decisiones y de tener el poder el ciudadano empieza a dejar de mirarlo. Hasta ahora no hemos sido capaces de ser una alternativa porque quizá hemos estado muy atentos a hacer oposición y hemos descuidado a nuestras bases, que siempre han sido los trabajadores y los barrios. No ha sido así, pero puede haber parecido que desviábamos la atención, quizá por no estar físicamente allí tampoco. No es un error de ahora, sino de antiguo, pero también ha influido la actitud de acoso y derribo del PP con la españolidad de Ceuta y la postura del PSOE hacia Marruecos.

P.- La imagen de vendepatrias

R.- Apoyados en los medios han conseguido que cale ese mensaje. Sólo con algunos gestos hemos podido empezar a levantar la cabeza y a sacar pecho. Parece mentira que Zapatero haya tenido que venir aquí para que nadie piense que los socialistas no queremos a Ceuta. Que hayan tenido que venir los Reyes para que se confíe en el presidente, que cuando defiende a Ceuta en Europa aparece como una noticia residual, todo lo contrario que lo que sucedió con el famoso sorbo de agua. Ceuta gusta mucho de dudar del PSOE por parte de los creadores de opinión y hemos tenido que hacer muchos esfuerzos y perder mucha energía en defendernos en lugar de estar a lo que teníamos que estar, a los intereses cotidianos de los ciudadanos.

P.- ¿No se están pasando ahora llevando decenas de mociones sobre una misma barriada al Pleno?

R.- Hay una opinión creada al respecto. Se puede pensar que son ñoñas, que ponen en evidencia un nivel político bajo… No podemos ceñirnos a eso, pero sí reconocer que son mociones fundamentales, para el partido y para el ceutí. Cuando el PSOE va a una barriada, habla con los vecinos, sabe que llevan ocho meses sin farolas, viviendo un clima de inseguridad, y veinticuatro horas después el Gobierno resuelve ese problema el ciudadano ve que servimos para algo y nosotros sentimos que contribuimos al desarrollo de Ceuta.

P.- Pero aparte de eso, ¿qué mas han hecho?

R.- Hemos presentado iniciativas interesantes como nuestras diez medidas para luchar contra la crisis, que demostraron capacidad de iniciativa, que no es incompatible con la sensibilidad y la preocupación por el detalle más cercano al ciudadano, aún sin capacidad de decisión, porque somos la tercera fuerza en la Asamblea. El PSOE debe ser capaz de ser parte implicada en asuntos vitales como el REF o el Estatuto y de hablar con el vecino para llevar sus problemas al Pleno. Eso es la política y lo que da sentido a estar en ella. La ciudadanía tiene que ver que podemos sentar las bases del futuro y de resolver los problemas del día a día. Nosotros hemos propuesto una Mesa de Juventud para hacer un planteamiento de ciudad a diez años visto y el PP, que está desnortado y sin rumbo, de parche en parche con criterios efectistas, la rechazó. A mí me preocupa sentar las bases del futuro y temo que dentro de unos años nos demos cuenta de que hemos perdido tiempo y trenes como los de los fondos europeos y la situación ya no tenga solución. ¿Qué hace el PP por los jóvenes, la economía o el comercio en esta ciudad? ¿Qué hace para no dejarnos algo más que unas arcas con un gran endeudamiento? Nada.

P.- ¿Usted está contento con el trabajo del Grupo Parlamentario?

R.- Esa es una situación o una impresión sobrevenida, tal vez, por las declaciones de Inmaculada Ramírez sobre el proceso. Lo hemos hablado y ha quedado todo zanjado. El partido y yo de forma concreta estamos satisfechos con el trabajo del Grupo. Es una maquinaria que hay que seguir afinando, la de la relación entre el partido y el grupo, la coordinación y las estrategias de trabajo, pero estoy muy satisfecho con el trabajo de Inmaculada y Dris y con el de quienes trabajan con ellos, Carlos y Noelia, también porque hay que reconocerles que cuando no había partido ellos siguieron dando la cara.

P.- ¿Por dónde pasa el futuro de Ceuta?

R.- Hay que sentarnos a decidir qué queremos hacer porque la fuerza la tendría una propuesta consensuada. Cada uno podemos tener nuestra visión, pero si fuésemos capaces de marcarnos un rumbo entre todos sería fundamental.

P.- ¿Su proyecto económico?

R.- Ceuta tiene muchas potencialidades que el PP, por sus complejos, no es capaz de incentivar. Estoy hablando de las relaciones con Marruecos y de nuestro enclave geográfico. Lo que el PP siempre ha presentado como un problema para nosotros es una ventaja a potenciar, no sólo desde una vertiente turística, sino también económica. Somos la puerta de entrada de Europa en África y en Marruecos, que es un socio principal de la UE. Hay que quitarse complejos porque nuestro futuro, desde luego, no pasa por entregarse al país vecino, pero tampoco por estar de espaldas a él. Nosotros tenemos que contribuir al desarrollo del Norte de Marruecos y establecer unas relaciones mucho más claras a nivel comercial.

P.- ¿La aduana comercial?

R.- Hay que buscar fórmulas desde el respeto, porque Marruecos es soberano y este es un juego a dos. Estoy seguro de que ellos no se negarían a beneficiar a sus ciudadanos y que nosotros también podamos prosperar. En que las dos partes se beneficien es en lo que está trabajando el Gobierno de España, pero la Ciudad debe colaborar y superar el complejo intrínseco de su partido que le incapacita para tener relaciones con Marruecos, que es por donde pasa nuestro futuro económico en buena medida.

P.- ¿El PSOE pedirá formalmente una aduana comercial a Marruecos?

R.- Yo no soy el ministro de Asuntos Exteriores pero sé que las conversaciones entre España y Marruecos han buscado puntos de encuentro para beneficiar a ambos países. Esas cosas se han tratado.

P.- ¿Es partidario de pedir nuestra entrada en la Unión Aduanera?

R.- Creo que ahí sí estamos todos de acuerdo en que hay una serie de pros y de contras. Ahora hay que decidir dónde ponemos el acento, en mantener lo que tenemos o en buscar otras cosas. Esa reflexión tenemos que hacerla entre todos de forma seria y rigurosa porque no tendrá vuelta atrás. Me parece que ese proceso no se ha iniciado y es lo que tendríamos que hacer.

El transporte marítimo

P.- Un obstáculo fundamental para nuestro desarrollo económico es la carestía del transporte marítimo. ¿Cuál es su propuesta para abaratarlo?


R.- Es difícil porque son empresas privadas las que prestan el servicio. El Estao hace un esfuerzo importante en forma de subvenciones, pero las navieras siguen subiendo los precios.

P.- La atonía social al respecto tampoco ayuda

R.- Ya pero ¿qué hacemos? ¿Negarnos a utilizar el barco? Eso es inviable. Que alguien de Algeciras vaya a La Línea a comprar es normal, pero aquí nos rasgamos las vestiduras si un ceutí sale a comprar fuera de Ceuta. El comercio no podemos potenciarlo sólo obligándonos a comprarnos a nosotros mismos. Si tenemos una dificultad para que vengan consumidores desde Algeciras tendremos que captarlos en Marruecos. Hay que apelar a la sensibilidad de las empresas en el marco de los nuevos planteamientos internacionales que apelan a una economía más ética. Hay que pedirle a las compañías que entren en ese modelo, que se planteen si es justo lo que están haciendo con los ceutíes, pero sobre todo con los no residentes, que pagan mucho más. No veo una solución sencilla y a veces escucho propuestas para poner en marcha una naviera municipal, pero hasta que no se me demuestre con un estudio a medio y largo plazo que es viable no me parece una solución factible.

P.- ¿Le preocupa que seamos excesivamente dependientes del Estado?

R.- A veces eso se ha planteado como algo negativo, pero en esta crisis se ha demostrado que es un factor positivo. No es un problema y a veces es una ventaja y una seguridad. La cuestión es que tenemos que mantener esta seguridad, que además se ve refrendada cuando en Madrid hay un Gobierno socialista. No me preocupa la dependencia, sino que la Ciudad se adormezca en esa realidad. Recibimos muchos recursos del Estado y vamos a luchar para mantenerlos, pero además hay que trabajar para crecer por nuestros propios medios. Todas las ciudades fronterizas del mundo, a pesar de sus problemas de índole social, son ciudades prósperas porque tienen un movimiento que genera riqueza.

P.- ¿Cree, como Arreciado, que la brecha entre la Ceuta “blanca, cristiana y funcionarial” y la musulmana desempleada cada vez se hace mayor?

R.- No creo que en Ceuta haya una fractura social, una división tajante entre dos ciudades. En Ceuta hay personas que lo pasan muy mal y que merecen una atención preferente, pero no debemos circunscribirlo a un colectivo étnico o religioso. Es verdad que hay una parte de la población de clase baja y lo que tenemos que hacer es equipararlos a la clase alta, pero no se puede olvidar tampoco al resto de los ceutíes. Ceuta no es una ciudad dividida por cuestiones religiosas o económicas. Siempre hemos dado sobradas muestras de saber convivir, de tener una multiculturalidad real.

Elecciones europeas

P.- ¿Qué objetivo se ha marcado para las europeas, su primera cita electoral como líder del PSOE?

Mi objetivo es ganar. Depende de nosotros y no me valen excusas que apunten a que desmotivan o a que el PP es hegemónico. Debemos trasladar nuestras propuestas, trabajar, implicarnos y llamar, primero a la militancia, después a los simpatizantes y por último a toda la ciudadanía para apostar de forma masiva por una europea social y de izquierdas, alternativa a la derecha que nos ha traído la crisis. Estados Unidos ya ha hecho su apuesta y nosotros tenemos que seguir ese camino.

P.- ¿Intentará que UDCE o el PSPC le apoyen en estos comicios?

R.- Si ellos manifiestan una duda lo que deben plantearse es qué Europa quieren. Son partidos que reconozco de izquierdas y me parece que en unas europeas sólo eso debería hacerles decantarse. El PSOE no tiene ningún complejo para hablar, entablar relaciones o pedir y ofrecer apoyos. Aprovecho esta oportunidad para pedirles que hagan esa reflexión conmigo, la de la importancia de tener una Europa de izquierdas, y que después tomen su propia decisión.
 

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