Rosario de la Aurora
 

Jesús Carretero
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En mucho tiempo, aquí, en Ceuta, no había detectado una situación tan cercana a la Iglesia, y más concretamente el acercamiento a la Virgen como está sucediendo ahora.

También en esto parece que Ceuta, o una parte de su población, es diferente, por cuento otros lugares se van apartando de esta serie de manifestaciones, por aquello de que la falsa progresía lo considera desfasado. Aquí, sin hacer uso de la doble moral, que tanto se lleva ahora, un buen número de personas devotas de la Blanca Paloma, en la barriada del Morro, fueron acompañando a la Hermandad en un acto sentido que presidía el padre David.

El mes de mayo, siempre, ha sido un mes en el que su centro estaba en la Virgen María y las flores. Estas no tenían sentido si no iban encaminadas a María, pero hubo unos años, incluso en lugares en los que la religión católica, con todos sus aditamentos, era y debiera ser básica en sus habitantes, que parecía que esas manifestaciones religiosas, que a nadie dañan y a nadie hacen mal, ni ofenden, habían sido restringidas, sin saber por qué, incluso por los más devotos, posiblemente por eso de la doble moral que antes he comentado.

Pues bien, en esta situación, repito, Ceuta no vuelve la espalda a sus creencias o a las creencias que heredó de sus antepasados, en un elevado número de sus habitantes y cada vez más aparecen sus hermandades organizando la celebración de un Rosario de la Aurora.

Y que nadie se equivoque, aquí no es una exhibición de nadie, puesto que la hora a la que se celebra no es una hora para lucimiento de ningún tipo, ni para ser vistos por una multitud, fuera de los que participan en dicha procesión. Aquí el que va, los muchos que van, lo hacen atraídos por su fe, la suya, o por su vinculación con la hermandad, sin recibir más honores que la satisfacción de su voluntario, deber cumplido.

Y que no haya, tampoco, quien busque las cuatro patas al gato, a la hora de la crítica, porque aquí lo único que hay es la rememoración, en vivo, de la salvación.

He dicho que no se va a exhibir galas de ningún tipo, ni el modelo de última hora, ahí se va a rezar el rosario, en el que están presentes la Virgen y su Hijo.

A las siete y media de la mañana, entre dos luces, el pasado domingo, por primera vez en su historia, la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío hizo su procesión con el Rosario de la Aurora, pero no fue la única, porque hay otra hermandad la de Nuestra Señora de las Penas, que también el domingo y a la misma hora, al alba, salía en procesión igualmente.

Me comentan que ésta es una de las pocas hermandades de Ceuta que cada año en el mes de mayo, que es en el que estamos ahora, celebra su Rosario de la Aurora.

Esta hermandad salía el domingo, también a las siete y media de la mañana desde San Francisco, recorriendo un itinerario muy céntrico por la ciudad, en torno a la Plaza de los Reyes, Camoens y Méndez Núñez.

Dos actos similares en la hora y en el sentido, ambos a un mismo tiempo, tan sólo separados un par de kilómetros el uno del otro, y con el mismo fondo, el sentir profundo de un aspecto de su religión, que no pasa desapercibido para aquellos que viven y han vivido lo que sus antepasados les transmitieron.