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sociedad - VIERNES, 22 DE MAYO DE 2009


Serge Gofes y Rafael Araujo. a. samiñán.

Instituto de Estudios Ceutíes
 

Los expertos recalcan la debilidad
de la biodiversidad del Estrecho

La construcción del puerto de Tánger ha provocado la destrucción de parte de la zona más rica de Europa en cuanto a especies de moluscos, localizada en el Estrecho
 

CEUTA
Paloma López Cortina

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Aún quedan Benzú y la Isla de Tarifa, pero la encrucijada litoral más rica faunísticamente hablando de Europa ya no es lo que era. Los biólogos asistentes a las jornadas organizadas por el Instituto de Estudios Ceutíes sobre el Medio Natural de Ceuta y su entorno conocen la debilidad de especies como las náyades, imprescindibles para el mantenimiento de los ríos.

No existe en ningún lugar del continente, una riqueza faunística como la que se da en el Estrecho. Eso es una de las afirmaciones que dejó ayer claro uno de los ponentes participantes en las jornadas sobre el medio natural de Ceuta y su entorno organizadas por el IEC, el doctor en Ciencias Biológicas Serge Gofas. Gofas, enumeró las especies que alternan en un espacio tan reducido que posee “el doble de tipos de moluscos de los que se encuentran en todo el literal británico”. Desde las endémicas, hasta tropicales, nórdicas que no llegan a cruzar al mediterráneo...”la encrucijada que va desde Cabo Negro a Fuengirola y de Arsila a Cádiz es un tesoro”. Amenazado en muchos casos ya sin remedio. Gofas apuntó a la obra civil como la más depredadora de este tipo de riquezas. “El macropuerto de Tánger ha destruído gran parte de la costa pero aún queda Benzú y la isla de Tarifa, donde quieren construir otro puerto”.

Por su parte, el doctor en Biología Rafael Araujo, recordó la importancia de las náyades. Unas almejas de río que pueden llegar a alcanzar los 20 centímetros y que toman su nombre de las ninfas que cuidaban de la salud de las aguas dulces. “Las náyades, son imprenscindibles para el mantenimiento ambiental de los ríos”, apuntó Araujo. También están amenazados y son muy sensibles a todo lo que suponga una alteración en su hábitat. En Ceuta no pueden verse. Hay que trasladarse hasta Río Martil lo más cercano.
 

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