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OPINIÓN - VIERNES, 22 DE MAYO DE 2009

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Un nuevo final de curso
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Se respira otro ambiente, muy distinto, durante estos días, en los institutos, cuando los mayores, de entre los alumnos, están realizando los últimos exámenes, para luego después, los que aprueben, intentar pasar la selectividad.

Son, para estos alumnos, los primeros momentos de su vida en los que empiezan a jugarse algo en serio. Hasta ahora, casi todo venía rodado, y con los planes de estudios en los que se va pasando, cada vez, con más facilidad, todo lo anterior ha sido “coser y cantar”, o algo por el estilo.

Ahora ya, por algo se van haciendo mayores, algunos incluso han llegado a la mayoría de edad, han encontrado el primer peldaño serio que hay que pasarlo con claridad o quedarse atrás.

Por eso el “miedo”, la preocupación (ahora, que no hace dos meses), y los atracones de estudios, con la intención de poder saltar desde el instituto a centros de superior categoría.

Luego, lo de la selectividad es otra cosa, y no precisamente más complicada, porque el hecho de que en una prueba de ese tipo pasen, regularmente, en torno al 90% es que o es demasiado fácil, o que algo falla, de verdad, al menos si hacemos comparaciones con lo que en su día fueron las reválidas en los bachilleratos, que tanto han sido denigradas y que formaron, de verdad, a muchas generaciones de estudiantes.

Y uno, por muchos años que lleve en esto, yo estoy en el curso número 40, no termina de acostumbrarse a que todo sea la “carretera limpia”, para que luego, más arriba, empiecen a aparecer los palos en las ruedas. Pero así están las cosas y así van a seguir si es que no llega algún “iluminado” un día y dice que hay que cambiar todo, no porque sea bueno o malo, sino porque no le guste lo que hay.

Con todo, me preocupa cada mañana, cuando veo en mi instituto que algunos de esos alumnos, que nos abandonarán estos días y que tratan de llegar a la Universidad en septiembre, llegan con las ojeras propias de esta época, tras varias horas intentando recuperar lo aparcado y sin haber dormido, a penas.

Cada época tiene sus modas y ahora, de verdad, no sé el método que utilizarán algunos para lograr aguantar media noche preparando el examen de Latín, Filosofía o Historia del Arte.

No sé si ahora el café surte efecto. En mis años, ¡¡Qué lejos queda aquello!!, más de uno y más de tres cafés nos permitían poder estar una noche y otra más, en blanco, con lo que si además entre examen y examen ibas un rato de “romería”, se pasaban las últimas semanas del curso sin saber lo que era dormir, de verdad. Luego, tras aquello, venían las consecuencias, a cada uno las suyas.

Lo bueno, por decir algo, para los de segundo de Bachillerato que terminan ahora, es que, también, en estos días llegarán a casa con la orla en la que están todos los compañeros del curso y los profesores, y eso, para más de un padre, puede resultar como una cortina de humo, que tapa los malos resultados, si es que los hay malos. Para otros, para los que han pasado holgadamente, la orla trae la preocupación de la madre por tratar de lograr el lugar más adecuado donde colocarla.

Todo tiene su sitio, todo tiene su tiempo, y lo que sería deseable, precisamente, en este mes, es que la biblioteca, o las bibliotecas tuvieran un horario más amplio que el simplemente comercial, y que no se cerrara a las ocho de la tarde.
 

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