PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 24 DE MAYO DE 2009

 
OPINIÓN / ventana abierta

Clases de religión

Por Miguel Ángel de la Huerga (Orientador Familiar)


En mi anterior intervención, tuve la oportunidad de compartir con Uds. la carta que el padre del socialismo francés, Jean Jaurés, escribió a su hijo, explicándole, con una clarividencia difícil de mejorar, las razones por la que se hace necesario recibir clases de religión en las escuelas. Eran todas ellas razones de carácter cultural que serían suficientes para convencer al más receloso, a las que podríamos añadir otras no menos importantes de carácter moral, social, legal y naturalmente religioso.

Mediante las clases de religión se pretende complementar las enseñanzas de los padres en lo que se refiere a la conciencia moral o centro de referencia y manifestación de los valores importantes, tales como la verdad, sinceridad, honradez, justicia, humildad, etc. En definitiva en la búsqueda de la verdad y el bien. A distinguir lo que es bueno de lo que no lo es, aprendiendo a optar libremente por uno o por otro, y asumiendo responsablemente las consecuencias derivadas de la elección.

De la proyección de estos valores hacia el entorno surge la ayuda que puede aportar la religión a la socialización de los jóvenes, enseñándoles a comportarse como buenos ciudadanos, a ayudar quienes les puedan necesitar y en definitiva a colaborar en la construcción de un mundo más humano.

Las razones legales se derivan del reconocimiento de las leyes y los acuerdos internacionales que recogen el derecho fundamental de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones, como dice expresamente nuestra Constitución en el artículo 27.3, reservando para los estados la obligación de proporcionar los medios suficientes para satisfacer estos derechos, independiente de la ideología de quien detecte el poder.

Las razones religiosas son consecuencia del deseo libremente expresado por los padres, de que sus hijos complementen la educación religiosa en la escuela, haciendo así uso de sus derechos fundamentales.

Como ven las razones son suficientemente claras e importantes como para que no sea ésta una materia de periódica confrontación. Solo los que quieren usurpar los derechos de los padres, en una intervención directiva de la enseñanza, con fines poco claros, no están dispuestos a comprender tales evidencias.

Nosotros seguiremos insistiendo en la necesidad de un pacto por la enseñanza, con la intervención de todos los estamentos interesados en tan importante materia, en la que la representación de las familias tenga un protagonismo preponderante.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto