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OPINIÓN - SÁBADO, 30 DE MAYO DE 2009

 
OPINIÓN / Día de las Fuerzas Armadas

Un duro día...

Por Javier Barranquero Barragán


Suenan los acordes del toque de diana, el cuerpo poco a poco empieza a desentumecerse, los primeros rayos de sol rompen en el horizonte, un día duro acaba de empezar….

Sin el buen gobierno de las tripas, no se puede llevar el fuerte peso de las armas… un desayuno completo es la base para afrontar un duro día de instrucción, a continuación, y después de recoger el equipo, poco a poco empieza el goteo de hombres y mujeres en torno al mástil.

Las Baterías están formadas, las novedades dadas, el silencio se funde con la bruma de la mañana, se acerca el piquete, el sol se asoma para saludar a la Bandera, los acordes de la corneta entonan el Himno Nacional, durante un minuto, un pellizco se nos coge en el corazón, el acto solemne concluye, la Bandera está izada, la instrucción comienza.

El Jefe de la Sección ultima los detalles del tiro en la primera reunión de la mañana, las instrucciones están dadas, los cometidos claros, en breve comenzaremos la marcha al campo de tiro.

A lo lejos, el campo de tiro, el cuerpo empieza a tensarse, las palabras empiezan a escasear, un sentimiento de responsabilidad nos invade, el momento ha llegado.

El Jefe de Pelotón me da el “OK”, hay que recoger la munición. El misil nos espera, con calma y precisión doy las instrucciones para el transporte, la seguridad es lo primero. Al llegar al asentamiento todo es mecánico, la Artillera Olmedo se sube a la plataforma y monta el puesto de tiro, el Artillero Bachir, mi Jefe de Pieza, municiona el misil mientras yo, Jefe de Equipo, compruebo las trasmisiones y enlazo con el Puesto de Mando .

El silencio se hace presente, las palabras sobran, la tensión aparece, la megafonía anuncia el inminente disparo, el avión esta en el aire….

Inicio la secuencia de disparo, la tiradora, con templaza, activa la pila refrigerante, la línea de no retorno se ha sobrepasado….la adrenalina satura nuestras venas, la sangre española se hace notar, el jefe de pieza identifica el objetivo y acondiciona a la tiradora para la secuencia, las voces enérgicas de los soldados martillean el silencio y las miradas se agudizan… todo esta listo!!!

La respiración se detiene durante unos instantes cuando autorizo el lanzamiento, unos segundos de incertidumbre y el tiempo se detiene…. hasta que rompiendo el horizonte avanza el misil en busca de su presa.

Todo un éxito, el avión ha sido derribado, la alegría se hace latente, todo ha salido según lo previsto, el Equipo ha funcionado como una sola persona.

Nos disponemos a dejar el asentamiento y nos dirigimos al punto de reunión, los compañeros de nuestra Sección nos reciben entre aplausos, el Capitán, la Teniente y nuestro Alférez nos dan una palmada en la espalda, la satisfacción del deber cumplido nos invade, todo ha salido bien.

El triunfo del trabajo en equipo, de la dura instrucción, de la constancia, de la planificación y de la gran calidad humana de nuestro Ejército, se ha hecho latente, un sentimiento de orgullo nos recorre, orgullo de ser español.
 

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