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sociedad - MIÉRCOLES, 3 DE JUNIO DE 2009


playa de la ribera. a. samiñán.

medio ambiente
 

La Ciudad intentará conseguir nuevas banderas azules
 para otras playas

Por tercer año consecutivo Ribera y Chorrillo
se llevan un galardón que ha endurecido las condiciones y al que podrán optar en los próximos años La Almadraba o Benítez
 

CEUTA
Paloma López Cortina

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La especulación urbanística en las costas españolas han provocado que la fundación internacional que promueve la concesión de banderas azules fuera más rigurosa en sus evaluaciones. Ceuta mantiene la sostenibilidad del litoral y del turismo en dos de sus playas y la apuesta de la Ciudad pasa por incrementar el galardón más prestigioso que evalúa la calidad de sus playas a otras más. Un reto complicado, en palabras de la consejera del área, Yolanda Bel, pero para el que comenzará a trabajar el próximo año.

Este año se han endurecido los criterios, causa por la que la Ciudad decidió optar a las dos banderas que acreditan la calidad ambiental de las playas presentadas y galardonadas en los últimos tres años de manera consecutiva: la Ribera y Chorrillo. Una buena noticia para la consejera de Medio Ambiente, Yolanda Bel, que recordó que este año aumentó el número de banderas en varias comunidades como la andaluza pero hace dos disminuyó notablemente a causa del urbanismo costero. La consejera ha anunciado que en los próximos años se intentarán incluir nuevas playas entre las distinguidas con el reconocimiento internacional más prestigioso que avala su nivel óptimo. “Sabemos que es complicado porque se necesitan varios años para comenzar a analizar sus condiciones y que cumplan todos los requisitos imperativos, pero nos planteamos la posibilidad de iniciar los trámites”, explicó la consejera. Entre las nuevas opciones destacarían la playa de la Almadraba, la del Tarajal o Playa Benítez.

Para que estas playas reciban el distintivo deben ser designadas oficialmente como zonas de baño con al menos un punto de muestra para el análisis de sus aguas. Además deben contar con las instalaciones estándares exigidas para cumplir con los criterios del galardón y ser accesibles a la inspección de la entidad que se ocupa de conceder las banderas azules. Esa comisión estudia una por una las propuestas y en el caso de Ceuta este año pidieron que se ampliara la información remitida por la Consejería sobre mapas de localización y documentación fotográfica.

Criterios imperativos

Durante la evaluación, la Fundación para la Educación Ambiental mira uno por uno el cumplimiento de los requisitos imperativos para optar al galardón: debe estar expuesta al público información sobre los ecosistemas litorales, espacios naturales sensibles y especies protegidas de esa zona costera, así como información actualizada de la calidad de las aguas y de la campaña de la bandera azul. Además los usuarios podrán observar las normas de conducta que deben cumplir, las playas deben contar con actividades de información y educación ambiental y la calidad de las aguas debe cumplir unos parámetros excelentes. Es obligado además que en las playas no haya vertidos industriales o residuales que afecten a su entorno, que la ciudad cuente con un plan de ordenación y desarrollo de su litoral, que el servicio de limpieza sea adecuado, que existan sanitarios adecuados, que no se utilice el arenal como camping o aparcamiento, que cuente con un buen servicio de salvamento, que existan rampas de acceso para minusválidos salvo que la orografía no lo permita y baños adaptados.

Unos requisitos que la Ribera cumplió por vez primera en 2003 y a los que el Chorrillo se unió hace tres años.
 


Una concesión rigurosa en la que no existe “ni trampa ni cartón”

Ni rastro de las comisiones que visitan una por una las playas para evaluar su estado y recibir la bandera azul. La semana pasada el jurado internacional informó de las playas reconocidas por su calidad ambiental a través de los medios. Antes, la Ciudad cumplió uno por uno los pasos establecidos en el calendario para enviar la documentación y optar a la candidatura. Tampoco la Ciudad pagó un céntimo de euro por conseguir el distintivo. Creado hace casi un cuarto de siglo por la Fundación para la Educación Ambiental, el Programa Bandera Azul continúa expandiéndose a nivel internacional año tras año como la iniciativa más veterana y reconocida en favor de la sostenibilidad del turismo y del litoral. ¿Su objetivo? Desarrollar, definir y estimular un tipo de calidad global sostenible en las playas mundiales. Este año 493 playas españolas han recibido el galardón. Dos de ellas, en Ceuta.
 

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