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OPINIÓN - DOMINGO, 21 DE JUNIO DE 2009

 
OPINIÓN / COLABORACION

Políticas transversales

Por Julián Domínguez *


Fue Norberto Bobbio quien escribió la propuesta de TRANSVERSALISMO IDEOLÓGICO. Basaba esta propuesta en tres aspectos: Paz, Derechos humanos y Democracia, de forma tal que ante la realidad social se adopta una postura de flexibilidad contínua, más parecida a una predisposición positiva (talante) que a una postura definida ante las soluciones para los diversos problemas a los que ni el socialismo, ni el liberalismo, y mucho menos los nacionalismos han podido ofrecer.

¿Pero qué es ser transversal? Ser defensor de los derechos humanos es ser transversal, ser demócrata es ser transversal, ser laico es ser transversal. En economía ser transversal es favorecer que los organismos reguladores del mercado y las autoridades internacionales financieras “pesen” en las decisiones, pero no para regular el mercado hacia donde interesa a algunos, sino precisamente para que la equidad y la justicia imperen. Esto nos aleja de los neoliberales de forma absoluta. También de los socialistas, en los que determinadas políticas imperarán aún a costa de cargarse el tejido empresarial.

Si algo que no pueda soportarse más es el contínuo bombardeo mediático por parte de los políticos más representativos de los partidos mayoritarios, que intentan a modo de luz de gas ocultar la realidad subyacente de corruptelas generalizadas, instrumentalización de la política para enriquecerse y dar por sentado que la forma (la única forma) de hacer política es la pelea pública, los acuerdos basados en el mutuo beneficio y el reparto de la “tarta” para que todos los “amiguetes coman” de la “olla pública” (como me decía un viejo correligionario socialista, entonces amigo).

A todo ese lamentable escenario hay que añadirle que por mucho que se empeñen algunos las denominaciones clásicas: izquierda, derecha, centro, demócrata-cristianos, socialdemócratas, comunistas, anarquistas, etc…) su proyectos se han agotado en el tiempo y el espacio, debiéndose enfrentar con la realidad de que sí existen otras ideologías, ( si Vd. quiere neoideologías) que pueden resolver los problemas de la res pública de una manera eficiente, ante el fracaso evidente de las soluciones que aportan los que quieren seguir siempre siendo y dando más de lo mismo. Ni se resuelven los problemas de la participación política, ni se resuelven los problemas de la ciudadanía.

Ante este evidente secuestro del pensamiento ciudadano surgen nuevas corrientes políticas que podemos y debemos llamar transversales, contrapuestas a soluciones políticas de tipo clásico como hemos dicho anteriormente, o también contrapuestas a soluciones de tipo populista (como ejemplo el PP ceutí, y que comparte el PSOE en algunos aspectos). Este tipo de partidos populistas se configuran como partidos de tipo clientelista sin ninguna aspiración ideológica más allá de conseguir el poder y en algunos casos (los menos) hacer la gestión mejor posible. Así se explica la fagocitosis indiscriminada de Ceuta Unida y del GIL. Son partidos absolutamente pragmáticos, ya que no importa de dónde vengas, ni quién seas, solo importa que sigas al que manda y cultives el terreno que te digan.

Por eso una tercera elección para la ciudadanía es UPyD, un proyecto en progresivo crecimiento y que con ideología propia claramente definida e inmersa en la realidad de día a día donde nuestros conciudadanos tienen que sobrevivir a pesar de nuestros gobernantes y a pesar de los partidos al uso.

* Coordinador Territorial de UPyD
 

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